Miércoles 09 de julio 2025

Una madre ocupó una casa en Toay

La vivienda donde vivía Antonela Villalba, quien se quitó la vida en diciembre del 2024, fue tomada por una joven madre con tres hijos menores. La casa tenía las aberturas soldadas, no posee luz ni gas, aunque sí tiene conectado el servicio de agua. El intendente Ariel Rojas la denunció por usurpación.

 

Según informó Radio Uno Toay, Lucía de 27 años y madre de dos niñas de 8 y 4 años y un bebé de 5 meses tomó la decisión de usurpar la vivienda ante la negativa de ayuda por parte del municipio, cansada de esperar una vivienda y “viendo lo mismo de siempre, cómo gente acomodada accedió a viviendas de IPAV” .

 

“Me cansé de golpear puertas y nunca me dieron una solución, me daban 20 mil pesos para un alquiler, mostré cómo estaba viviendo a las autoridades y ni así me ayudaron. Se que no está bien pero no tenía otra opción…Después del medio día (por ayer) vino la policía, de buena manera, a informarme que el intendente, la directora de Acción Social y alguien más que no recuerdo el nombre me habían denunciado por usurpación y daño a la propiedad por haber roto la soldadura de la puerta”, desarrolló en diálogo con el medio local.

 

“Tengo una tarjeta alimentaria de $ 25.000, un cuota alimentaria de $ 30.000 y no mucho más. Con changas y ayuda de familiares y amigos llego, con suerte, a $ 100.000 por mes y con eso nos estamos arreglando”, comentó.

 

Mujeres vulnerables.

 

El primero de junio de 2024, Antonella Betiana Villalba Guinder y Melanie Florencia López ocuparon con sus hijos aquellas dos viviendas deshabitadas en el barrio Los Profesionales de Toay, acuciadas por una apremiante situación económica que les impedía afrontar el costo de los alquileres. Simultáneamente, informaron sobre su situación y solicitaron ayuda social a la municipalidad. Como respuesta, la autoridad comunal las intimó a desalojar inmediatamente las viviendas, advirtiendo que en caso contrario serían imputadas por usurpación. E inmediatamente cortaron sus conexiones domiciliarias de energía eléctrica y gas natural.

 

Sin embargo, las mujeres decidieron permanecer en esos domicilios y convocaron a los medios para contar su situación. Aunque carecían de aquellos servicios esenciales, al menos podrían cobijarse frente al duro invierno que se avecinaba, explicaron.

 

“Trabajamos diariamente para sostener los gastos básicos y cenar todas las noches, pero sin posibilidades de pagar un alquiler y con nuestros hijos enfermos no podemos seguir viviendo en la calle. Estamos inscriptas en el IPAV, pero podrían pasar diez años antes de que nos toque una vivienda y por eso lo único que le pedimos al intendente es que nos otorgue una casita en comodato, y nosotras nos hacemos cargo de pagar los servicios y darle de comer a los chicos”, contaron entonces.

 

Tres meses después recibieron una notificación desde el Poder Judicial y fueron formalizadas por el delito de usurpación. El 6 de septiembre acudieron a la Ciudad Judicial para sostener una audiencia con la fiscalía, acompañadas por un abogado y referentes de organizaciones sociales y agrupaciones feministas. Abrumada por la difícil situación económica y familiar que atravesaba, Antonella Villalba decidió quitarse la vida el 8 de diciembre.

 

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