Sabado 27 de abril 2024

Valentín y su revolución Tik Tok

Redacción 09/01/2024 - 08.00.hs

En la era digital que atraviesa el mundo, las redes sociales juegan un factor fundamental en cómo se conectan las personas, cuáles son las tendencias, cómo expresarse… Muchas familias las utilizan para conocer a quienes están atravesando la misma situación, intercambiar mensajes y brindar consejos; en uno de los aspectos positivos que generan dichas redes, hoy tan omnipresentes en la vida de la gran mayoría.

 

Valentín Alvarez es el protagonista toayense del Tik Tok que más llama la atención en La Pampa y este diario fue hasta la localidad vecina para conocerlo. Tiene 17 años, “un retraso madurativo importante y autismo”, tal como describió su mamá de 47 años, Maite Acosta. Hace un año, tras el impulso de una prima, creó una cuenta de Tik Tok para mostrar el día a día de su hijo.

 

Maite subió un primer video que rápidamente creció en visualizaciones y en la actualidad tiene más de 86 mil seguidores y algunas de las publicaciones cuentan con más de dos millones de visualizaciones.

 

“Ese video de él explotó y no sé qué es lo que llama la atención, quizás porque es diferente al resto”, admitió Maite en una charla con este diario.

 

“Muchos me hablan en privado y tuve que silenciar las notificaciones porque me llegan todo el tiempo”, expresó la madre de Valentín y contó que “hay muchas mamás del otro lado que están en la misma situación que yo. Pero no todos los casos son iguales, hay chicos con autismo que saben leer, escribir o interactuar con otro. Valentín, al tener ese gran retraso madurativo, es totalmente analfabeto”.

 

Intercambio.

 

Pero la apertura de la demandadísima red social Tik Tok fue fundamental para la familia porque les ayuda a intercambiar información con personas de otras provincias y hasta de España, Uruguay, Chile, Paraguay y Bolivia que atraviesan situaciones similares.

 

“Hace poco estábamos en Córdoba y, si bien a Valentín mucho no le gusta salir a la calle, un día estábamos caminando en Nueva Córdoba y dos familias lo reconocieron. También estuvimos en una heladería de Santa Rosa, una familia lo conoció por ver sus videos y nos quedamos charlando. Pasó lo mismo con una terapeuta en la laguna Don Tomás. Uno no toma dimensión del alcance que tiene y ese tipo de cosas son las que te hacen tener otra visión de las cosas”, destacó la mujer.

 

“He realizado muy pocos videos en vivo pero lo han visto más de seis mil personas. Son muy sencillos, es como si estuviéramos sentados acá afuera, yo lo estaría grabando y le voy sacando conversación. Uno de los videos más vistos es de cuando me hacía la enojada porque él se había portado mal en la trafic que lo lleva a la escuela y él me decía que se había portado bien”, dijo entre risas.

 

Consultas varias.

 

Y a partir de las interacciones, Maite contó que recibe muchas consultas de sus seguidores, como por ejemplo desde “cuándo empezó a hablar porque hay muchos chicos con autismo que no hablan. Valentín empezó a hablar a los cinco años aunque yo siempre le entendí todo como mamá. A quienes me preguntan trato de explicarles que cada caso es un mundo porque los chicos no son todos iguales”.

 

“También hablamos sobre alimentación porque no hay muchos que coman solos o hay alimentos que les caen mal, problemas que no tenemos con él. Las horas de sueño es otra de las consultas. A solo dos mamás les di mi celular personal, una de ellas es de Villa María (Córdoba) porque los casos son muy parecidos. Su nene no duerme en toda la noche, en cambio Valentín es tan hiperactivo que se despierta temprano y duerme toda la noche, que es bueno porque toda la familia puede descansar”, agregó.

 

“Pero como familia nos hemos aislado”, lamentó Maite porque “él quiere solo estar adentro, no quiere salir, no se deja tocar”. Aunque más allá de esas características personales, hay actividades fundamentales en la vida del adolescente toayense: la Escuela Nº 2 que va todas las mañanas durante cuatro horas y ahora la colonia de vacaciones de la Municipalidad de Santa Rosa.

 

Alegría.

 

Hay un momento del año que a Valentín lo hace muy feliz: la fiesta de Navidad. Solo espera ese día de diciembre para que Papá Noel le traiga su regalo favorito, que desde hace años es el camión de los bomberos. “Es lo único que le gusta”, aseguró la mamá y contó que le llaman la atención los sonidos que hace el juguete, más allá de que las sirenas reales le pueden causar malestar, pero cada vez que suenan sale a ver qué sucede.

 

Y los Bomberos Voluntarios todas las navidades recorren las calles toayenses para repartir golosinas, pero este año Papá Noel se retrasó con el regalo para Valentín y es por ello que la mamá se dirigió al cuartel para pedirles si podían ir fuera de fecha a llevarle el tan esperado camión rojo.

 

Sin dudarlo, Lucio y Santiago se pusieron la indumentaria correspondiente y con las sirenas se acercaron a la casa del joven quien lo esperó con una gran cara de alegría y saltos por toda la cuadra.

 

“Siempre tienen mucha predisposición. Por ejemplo, el 2 de abril que es el Día Internacional de los Niños con Autismo o durante la pandemia lo llevaron a dar una vuelta en el camión”, dijo agradecida y contó que a Lucio lo conoce porque fue el profesor en la colonia de vacaciones. El video de la llegada de los bomberos fue el último que subió Maite a Tik Tok y ya casi llega al millón de visualizaciones.

 

“Nos cambió la vida”.

 

En diálogo con LA ARENA, Maite contó que el diagnóstico de Valentín llegó cuando él tenía sólo un año. “Tuve un embarazo totalmente normal, pero cuando fue a nacer me pasaron de parto. Tendría que haber nacido un viernes, pero era el cumpleaños de la hija del ginecólogo y no me quiso atender, entonces me puso una inyección para retener el embarazo y me mandó a mi casa”, relató la mujer.

 

“Empezó con un sufrimiento fetal, le empezó a faltar el oxígeno y nació con una cesárea de urgencia en la madrugada del domingo 13 de agosto. Estuvo en terapia intensiva 27 días con respirador artificial al 100 por 100, la verdad que la pasó muy mal. Nos dijeron que iba a necesitar estimulación temprana, pero para nosotros era un bebé totalmente normal… Pasó el tiempo y nos dimos cuenta que algo no estaba bien”, amplió Maite.

 

La familia realizó una consulta con el pediatra y los derivó con una neuróloga. “Le hicieron una resonancia y empezó el tratamiento. Nos movimos un montón, fuimos al Hospital Garrahan de Buenos Aires, al Instituto Fleni porque no podía aceptar lo que nos decían hasta que en una caminata que hicimos con mi marido me dijo que el diagnóstico nos iba a cambiar la vida”, recordó.

 

“Pasaron los años y fuimos entendiendo. Yo tuve que dejar de trabajar porque hay que tener mucha paciencia y se mandaba muchas macanas”, manifestó Maite y afirmó: “Una como mamá tiene esperanza de algo más y voy a estar para él lo que me quede de vida, espero ser eterna. Uno piensa en esas cosas todo el tiempo…”.

 

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