Voluntarias de la alegría

Es la tarde del sábado, faltan todavía algunas horas para el Día de las Infancias, y un grupo colorido de mujeres llama la atención entre el gris de la tarde nublada y del predio que conecta los hospitales Lucio Molas y René Favaloro. Caminan entre charlas y risas, llevan pelucas, sombreros, anteojos y muchas bolsas con regalos, incluso van acompañadas por Minnie Mouse y Spiderman.

Un nuevo Día de las Infancias se acerca y las Voluntarias de Pediatría del Hospital Favaloro se acercan una vez más, como desde hace 27 años, al sector de internación para festejarlo allí y llevar juegos, regalos y alegría a los niños y niñas.

“Hay unos 18 bebitos en Neo, de esos nueve están en terapia, y después tenemos unos 16 más grandes en internación”, detalla Susana García, una de las voluntarias, mientras se acerca al edificio del Molas donde está la oficina del Voluntariado. Allí, alistan muchas bolsas con regalos y cotillón, anticipándose a la recorrida por el sector del hospital donde niños y niñas recibirán juguetes y podrán festejar su día.

“Pasamos por Neonatología, Pediatría, y por terapia pediátrica y de neo”, cuenta Perla Rodríguez, otra integrante del Voluntariado, mientras el grupo enfila hacia el moderno edificio. “A los bebés que están internados les llevamos ajuares. Llevamos mantitas, saquitos, escarpines y gorros hechos por el grupo de Las Tejedoras. A nosotras nos dan la lana, se las llevamos y ellas siempre tejen para nosotras. Después a los chiquitos que están internados que ya pueden jugar, les damos juegos de acuerdo a la edad que tengan: muñecos, autos, distintos juguetes… y todo nuevo, comprado por nosotras”.

Las actividades de las Voluntarias se solventan con la venta de papel: a través de una resolución de la Dirección de Ayuda Financiera para la Acción Social (Dafas), desde el 2012 son destinatarias de todo el papel que se descarta en el Instituto de Seguridad Social. “Con eso recaudamos dinero y con eso se cubren las necesidades de las fechas especiales como esta, y después las necesidades que puedan llegar a tener dentro del Hospital. Por ejemplo, los otros días desde terapia pediátrica nos pidieron un montón de mantas polar, así que fuimos con nuestro dinero a conseguirlas; siempre hay una costurera o una tejedora dentro del grupo, así que les armamos unas mantas para cama grande y para bebés”.

Solidaridad.

El pasado 11 de agosto, el grupo cumplió 27 años de existencia, creando espacios de recreación para niños y niñas durante su período de internación, brindando contención a sus familias y ayudando a cubrir las necesidades que se presentan en el Servicio de Pediatría. “Siempre estamos cubriendo las necesidades. Nuestro contacto es directo con la gente que está atendiendo a los niños, así que trabajamos con lo que nos informan los médicos, las enfermeras, y a veces con los papás también porque a veces cubrimos las necesidades de la familia”, cuentan.

Más allá de las necesidades materiales, el trabajo solidario de las Voluntarias también tiene una fuerte carga de contención y acompañamiento en lo emocional: “Venimos casi todos los días acá, somos muy reconocidas por los médicos y los enfermeros. Las familias también reconocen y agradecen, porque muchas veces hay diagnósticos complicados y lo que más necesitan es alguien que los escuche, que les dé un abrazo, que los contenga”.

En este momento, hay unas 12 voluntarias activas, aunque el grupo siempre está abierto a quien quiera brindar un poco de su tiempo para compartir con las y los niños. “Además, siempre tenemos una respuesta espectacular de parte de la gente. A través de la página (de Facebook, Voluntarias de Pediatría Lucio Molas) nos llegan donaciones permanentemente, y así como llegan se van. Y cuando la necesidad y no la tenemos, convocamos mediante la página e inmediatamente tenemos una respuesta. Desde hace años trabajamos así, si bien a veces cuesta cuando somos pocas, siempre está esa respuesta solidaria de la gente”, concluyen, mientras se dirigen a la puerta del hospital para llevar por un par de horas alegría a quienes, quizás, más lo necesitan.