Más denuncias por apremios ilegales en Victorica
En menos de un mes, tres casos de apremios ilegales en la Departamental Victorica llegaron a la Fiscalía de Citación Directa, que se encuentra a cargo de Raúl Ramón Miño. En enero, fue maltratado un joven y, ahora, habría otros cuatro. De este último grupo, dos hicieron la denuncia por hechos ocurridos este fin de semana.
En la calle.
Los hechos son similares. Primero, son reducidos en la vía pública, esposados con las manos hacia atrás y golpeados por, al menos, dos uniformados. Según consta en las últimas denuncias, los jóvenes resultaron con cortes en el rostro, por las patadas recibidas. También sufrieron “piñas” en el abdomen y su rostro fue aplastado con el pie sobre el piso.
El policía que señalan las víctimas, tanto en enero, como en estos dos recientes casos, siempre es el mismo y de apellido Yanaquén. Mientras que la médica de guardia que los atiende y certifica las heridas, también es la misma, María Fernanda Alvarez.
La profesional de la salud, además, es edil justicialista y preside la Comisión de Derechos Humanos de ese cuerpo. Hay denuncias de jóvenes golpeados, que fueron enviadas a la comisión provincial de DDHH, a cargo del Rubén Funes. Nunca vino a Victorica una respuesta.
En servicio.
Los agentes policiales denunciados continúan trabajando. En esta última oportunidad, los padres y familiares de las víctimas, al ver el estado grave en el que se encontraban detenidos los jóvenes tras la golpiza, llamaron a la médica de guardia.
Alvarez se hizo presente, pero no la dejaron ingresar, según señala el texto de la denuncia. Luego de la insistencia, solo le permitieron mirar a los reclusos desde afuera del calabozo. La médica ordenó curar las heridas sangrantes de uno de los jóvenes golpeados. También, sugirió hacer una placa de tórax a otro de sus compañeros de celda, por las dificultades para respirar que tenía.
Cuando llegó la enfermera para realizar las curaciones, también había órdenes de no dejarla entrar, dice la denuncia. El testimonio de las madres es similar. “Como digo siempre, si están haciendo algo, que los detengan, que el fiscal luego ordene lo que se debe hacer, pero estas golpizas van a terminar matando a mi hijo y yo qué hago”, dijo una de ellas. Es la segunda vez que su hijo pasa por esta situación. “Cada vez es con más saña”, relató la mujer alarmada.
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