Niño será sometido en China a implante de células madres
(General Pico) - Un niño oriundo de Trenel, a quien le diagnosticaron el "Síndrome de West" durante sus primeros meses de vida, deberá viajar a China para someterse a un costoso tratamiento médico para mejorar su calidad de vida. El pequeño necesita del implante de células madres. Efraín Cavallero Baz, de 4 años, a poco de haber nacido, comenzó a tener problemas respiratorios, y en la actualidad sufre de ataques epilépticos diarios. La madre del niño, Natalia Baz, se reunirá esta tarde en esta ciudad con los representantes de la ONG Red Solidaria, para comenzar a organizar distintos espectáculos benéficos, a través de los cuales se puedan recaudar los 60 mil dólares que se requieren para afrontar el pago del tratamiento, que se llevará a cabo a partir de octubre en China y que se extenderá durante un mes.
Esta importante suma de dinero es necesaria para costear la internación, los pasajes, la estadía de su familia y los medicamentos que deberá ingerir el pequeño durante los meses siguientes.
La joven explicó que el tratamiento al cual se someterá su pequeño hijo para lograr tener una mejor calidad de vida, está en una "fase experimental", y que podría mejorar su capacidad de movimiento, de expresión, de aprendizaje y de comunicación.
Durante las cuatro semanas en las que estará internado Efraín en el centro de salud oriental, se le realizarán cuatro implantes de células madres embrionarias en la médula espinal y otros cuatro implantes intravenosos. Además tendrá que asistir de manera diaria a sesiones de kinesiología.
El caso del pequeño que vive junto a su familia en Trenel, se hizo más conocido a partir del momento en el cual ganó un importante espacio en las redes sociales, desde donde se difundió el sitio de internet www.ayudemosaefrain.com, en la que se cuenta su historia de vida.
Crecimiento.
Efraín nació el 11 de julio de 2008 con 38 semanas de gestación, y pasó sus primeros días en la sala de neonatología, y al tercer mes de vida, a través de una tomografía computada, le detectaron un retraso madurativo.
Al principio los profesionales de la salud le diagnosticaron el Síndrome de West, que derivó en una epilepsia refractaria, de la cual se trata cada tres meses en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde el equipo médico que lo atiende logró reducir de manera significativa la frecuencia de las convulsiones diarias que sufría.
Durante el primer año de vida, se alimentó por sonda, y dado a los ahogos permanentes que sufría, le colocaron un botón gástrico a través del cual se alimenta ahora.
También recibió en estos cuatro años, múltiples medicaciones anticonvulsivantes, las que le fueron cambiando a medida que no se experimentaba una evolución. Además se somete de manera semanal a sesiones de kinesiología neuromuscular y de fonoaudiología, para evitar que se le atrofien los músculos.
El niño no tiene control de su cuerpo, no consigue mantener su cabeza firme, ni siquiera puede fijar su vista, y se alimenta a través del botón gástrico. La madre del pequeño aseguró que en materia médica han "probado todo lo que tuvieron al alcance", y subrayó que este tratamiento en Beijing, al cual deberá someterse su hijo, es la "última esperanza de darle una mejor calidad de vida".
Tanto Natalia como su familia son personas muy queridas en la localidad norteña y es reconocida la dedicación que han tenido para cuidar a Efraín. Ahora esperan que la solidaridad de todos pueda generar la oportunidad para que el niño acceda al tratamiento.
Artículos relacionados