Acusado de abuso cumplió con la prisión domiciliaria

Un vecino acusado de abuso sexual en perjuicio de su hijastra cumplió la prisión domiciliaria dispuesta por las autoridades judiciales, y ahora recuperó la libertad. La adolescente actualmente está viviendo en su hermana, quien comparte el cuidado con la madrina de la víctima. "Esta persona tiene restricción de acercamiento a la niña y hacia nosotros, pero conocemos a esta persona y sabés que puede llegar a atentar contra la nena o contra quienes la estamos ayudando", expresaron preocupadas a esta corresponsalía.
El caso se conoció en junio. La hermana mayor de la víctima radicó la denuncia tras conocer que la pareja de su madre abusó sexualmente de la adolescente (15 años). La policía castense rápidamente procedió a la detención del acusado (30). El supuesto abusador recibió prisión preventiva, que cumplió en la casa de su madre en Luan Toro. El jueves recuperó la libertad y momentáneamente se desconoce cuándo será sometido a juicio oral y público.
La hermana y la madrina de la adolescente relataron "el drama familiar" de la víctima. Estiman que la adolescente sufría abusos desde los 8 años, y desde los 12 años habrían comenzado los abusos sexuales. "Es una situación que se venía dando desde hace tiempo, porque sus propios familiares sospechaban y comentaban, pero todos miraban para otro lado", relataron. ¿Cómo era posible?, aseguran que cuando la madre se iba a trabajar, la pareja también salía rumbo a su obligaciones laborales, pero después "se volvía a la casa donde la nena quedaba sola".
"En la Cámara Gesell quedó establecido que estaban probados los tres tipos de abusos, y por eso se determinó que no permitamos que la nena se acerque a la madre. La madre en ningún momento (después de la denuncia e inicio de la causa judicial) quiso tener contacto con la nena, porque dijo que no iba a perder su familia porque no cree en la versión de su hija y considera que es una mentirosa, aún cuando quedó todo comprobado en la Cámara Gesell", detallaron.

Asistencia.
El drama de la niña se fue acrecentado con el correr del tiempo. El acusado realizaba tareas rurales, y cuando permanecía "algunos días en el pueblo no a dejaba salir, no la dejaba ver el novio", relataron las vecinas castenses. "Cuando era pequeña era una nena feliz, pero después empezó a ser una nena triste, y no podíamos entender qué le pasaba, hasta que finalmente confesó lo que estaba padeciendo", agregaron.
La víctima "estalló" a fines de junio. "Me empezó a escribir por Whatsapp -una madrugada- todo lo que estaba ocurriendo. Tengo todas las conversaciones guardadas con los relatos que me brindó sobre sus padecimientos, y el teléfono (celular) a ella se lo secuestró la policía", dijo la hermana mayor. Precisamente esta hermana fue la denunciante porque la madre no creía la versión de la adolescente.
"La nena hoy está triste y dolorida, porque la madre tampoco se preocupó por ella. Seguramente le dará vuelta la cara como lo hizo conmigo y con mis otros hermanos, porque ella es así. Pero, no quiere hablar de este tema y cuando cruza a la madre y la hermana se pone muy triste porque no se puede acercar para estar en ellas. Y ahora una vez por semana la trasladamos a la asistencia psicológica a Santa Rosa", relataron las entrevistadas.
Las mujeres destacaron la predisposición del fiscal Walter Martos y de la jueza Florencia Maza. "Se portaron muy bien y nos brindaron contención, pero no coincidimos con la libertad de esta persona porque consideramos que es una persona peligrosa y violenta", concluyeron.