Domingo 05 de mayo 2024

Palmero fue condenado a 12 años

Redacción 29/11/2017 - 01.46.hs

La Justicia piquense condenó ayer a Roberto "Beto" Palmero a 12 años de prisión, tras encontrarlo culpable de haber matado a Jorge "Kawasaki" Guardia durante la noche del 20 de febrero de 2015 en el sector del barrio Ranqueles de esta ciudad luego de perseguirlo en moto y dispararle por la espalda con un arma de fuego. La sentencia que dictó el Tribunal colegiado que presidió la jueza Paola Loscertales y que también integraron los magistrados Florentino Rubio y Carlos Pellegrino, fue dada a conocer ayer al mediodía en la sala 1 de los tribunales de esta ciudad.
Palmero, de 35 años de edad y nacido en la provincia de Mendoza, que se encuentra detenido con prisión preventiva desde abril de este año, fue condenado por las figuras legales de Homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y Portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal.
El juicio se desarrolló durante las últimas semanas a lo largo de cinco jornadas, en algunas de las cuales hubo actividad en doble turno. Durante el debate oral y público, que fue presenciado por familiares de la víctima, declaró cerca de medio centenar de testigos, entre los que se encontraron vecinos del barrio, personal policial, peritos forenses que participaron de la investigación y personas cercanas al imputado, los cuales fueron aportados por la defensa. También se reprodujo durante el juicio la reconstrucción del hecho de sangre que se realizó en mayo de este año.

 

Alegatos finales.
Durante los alegatos finales, la fiscal Verónica Campo había considerado probada la hipótesis inicial, indicando que el acusado había sido el autor de los delitos de Homicidio agravado por el uso de arma y Portación de arma de uso civil sin la debida autorización legal.
También había hecho hincapié en el cruce de llamadas existentes momentos después del homicidio, y en las presiones y amenazas que recibieron varios de los testigos, de quienes dijo que en el debate retacearon información y hasta cambiaron los dichos vertidos con anterioridad en sede de la Fiscalía.
Tras ello, la otra fiscal interviniente en el proceso, Ivana Hernández, había pedido la imposición de una condena de 15 años de prisión. En ese tramo de los alegatos, la funcionaria judicial señaló que las figuras legales achacadas al acusado, preveían una pena mínima 10 años y 8 meses de prisión, aunque en este caso, debido a los diferentes agravantes que había, correspondía apartarla del mínimo. En la acusación y en el juicio también intervino el fiscal Guillermo Komarofky, además Horacio Di Nápoli, secretario de la Procuración General de la provincia.
La querella, representada por María José Gianinetto, había adherido al alegato fiscal y había resaltado el llamativo el temor que tuvieron los testigos durante el juicio. Sobre esto indicó que nunca se había visto el nivel de asedio que sufrieron los testigos. A su turno, el defensor Gastón Gómez había pedido la absolución de su defendido, tras calificar de "mendaz" al testimonio más fuerte aportado por la fiscalía.

 

Ataque por la espalda.
El hecho ocurrió durante la noche del 20 de febrero de 2015, cuando Palmero comenzó a perseguir a Guardia, quien transitaba por el barrio Ranqueles a bordo de una moto que manejaba un joven identificado como Federico de Alvear. En inmediaciones de las calles 33 y 38, Guardia fue herido por un disparo de arma de fuego y que cayó tendido al piso, una cuadra después, luego que el proyectil le provocara una importante hemorragia interna. Poco después del hecho se realizaron diferentes allanamientos y se detuvo a un Diego "Gatito" Cejas, quien tras un mes de detención fue liberado y este año se le dictó el sobreseimiento. También hubo otras dos personas implicadas en la causa, las que también fueron sobreseídas meses atrás.
Durante bastante tiempo la causa no tuvo imputados, hasta que tras asumir el cargo de fiscal general, Armando Agüero conformó un equipo de profesionales para investigar cinco casos que aún no habían sido esclarecidos, siendo el de la muerte de Guardia uno de ellos.
Durante el juicio declararon los padres de la víctima, quienes se refirieron a problemas previos entre Guardia y Palmero, que se habría originado por desde el momento en el cual el imputado inició una relación sentimental con la mujer que era madre de los hijos de la víctima.

 

Testimonios cruzados.
Uno de los testimonios más trascendentes del juicio fue el que brindó Angel Núñez, quien es el ex suegro del acusado. El testigo dijo vivir frente al lugar donde se inició el incidente e indicó que esa noche estaba en la vereda y divisó toda la secuencia del ataque. Además narró que frente a la Posta Sanitaria del barrio Ranqueles escuchó la primera detonación y aseguró haber visto que el conductor de la segunda moto empuñaba un arma de fuego.
En la última jornada del juicio, declaró un testigo de la defensa que lo contradijo y lo ubicó en otro lugar. Un joven identificado como Lautaro Muratore, que practica la religión umbanda, dijo que esa noche, en el momento en el que ocurrió el hecho, participó de un ritual religioso en un domicilio en el que también estaba Núñez.

 


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