Viernes 22 de septiembre 2023

Galarraga, un campeón de causas nobles

Redaccion 11/01/2020 - 21.48.hs

Existen personas simples que arriban a una comunidad y realizan acciones donde demuestran que todos, independientemente del ámbito donde nos desempeñemos, podemos aportar «granitos de arena» para colaborar en grandes luchas sociales. Y el deporte frecuentemente resulta movilizador de sucesos que permiten colaborar con instituciones intermedias que desarrollan acciones encomiables, en este caso para favorecer la calidad de vida de aquellas personas que transitan enfermedades oncológicas.
El protagonista de esta historia es solamente un jugador de fútbol, pero se convirtió -quizás sin proponérselo- en un filántropo sin ser millonario, porque demostró su intención de procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso a costa de su propio interés.
Una triste historia familiar sufrió Juan Carlos Galarraga, conocido en el ámbito futbolístico como «El Viejo». El futbolista es oriundo de la localidad correntina de Monte Caseros. Cuando tenía 16 años sufrió la pérdida de su madre, afectada por un cáncer. Y aquel penoso episodio -obviamente- siempre está presente en las jornadas, que hoy comparte con su esposa cordobesa Flavia Ledheros y su pequeña hija Olivia, en una vivienda céntrica castense. «Acá estamos muy contentos porque nos tratan maravillosamente. Vivimos muy cómodos y muy tranquilos», destacó.

 

Gesto destacado.
Racing Club de Eduardo Castex la temporada 2019 logró la doble corona, alzando los títulos de la Liga Pampeana de Fútbol y el Torneo Provincial de Fútbol. Y Galarraga fue una pieza clave en el equipo castense, donde con mucha entrega se ganó el cariño y respeto de muchos vecinos de la localidad. Y encima como entrenador de la sexta división también condujo al equipo para quedarse con el campeonato del Torneo Extra de la liga norteña.
El correntino hizo una promesa, en la semana previa al partido decisivo con Sportivo Independiente para definir el campeonato del Torneo Provincial. Y ese partido jugó con una remera blanca con la leyenda: «Mamá, te amo», debajo de la casaca racinguista.
Cuando terminó la definición por penales que le dio al equipo castense el segundo campeonato interligas, ningún simpatizante albo le pudo sacar la remera a Galarraga, como se hace habitualmente para conservar un recuerdo del anhelado logro deportivo. Y esto sucedió porque el futbolista decidió donar su camiseta y los botines para la Asociación Soles, que tiene el único banco de pelucas oncológicas de La Pampa, para que realicen una rifa que les permita recaudar fondos económicos.
En estos días salió a la venta el bono que tiene un costo de 100 pesos. Y los premios son la camiseta número 5 que usó el futbolista en la final; y el segundo y tercer premio son un botín que también calzó el mediocampista en la cancha piquense. El sorteo se realizará el jueves
30, en el noticiero televisivo local.

 

Adolescencia dolorosa.
«La enfermedad de mi madre me marcó mucho, porque es muy duro perder un ser tan querido a esa edad. Pero, lo pude superar y ahora pretendo ayudar a quienes padecen esta enfermedad. Y cuando comente la idea (a las dirigentes de la Asociación Soles) la aceptaron muy bien», explicó -días atrás- Juan Galarraga a esta corresponsalía.
El entrevistado recordó que la esposa expuso artesanías en un stand en la Expo Castex 2019, y allí conoció y se interiorizó sobre el trabajo que realiza la Asociación Soles. La ONG castense no solamente tiene el único banco de pelucas oncológicas en La Pampa, sino que además realiza talleres y capacitaciones para prevenir y concientizar sobre el cáncer.
«Hacen un trabajo maravilloso y ahí surgió la idea de aportar un poquito nosotros también», expresó. «Y en la semana previa al partido final, hice una promesa. Si todo salía bien, aportaría mi granito de arena para la lucha contra esa enfermedad», relató.
«Ahora lo recaudado será para la Asociación Soles porque trabaja para ayudar a las personas que padecen cáncer, porque es una enfermedad que me tocó muy de cerca porque mi mamá falleció por esa enfermedad cuando yo tenía 16 años», destacó -emocionado- Galarraga.

 

-Esta es una enfermedad tan temida, que ni quiera nos animamos a llamarla por su nombre. Cuando hablamos de cáncer planteamos como prolongada o dolorosa enfermedad.
-Sí, es así. Y lamentablemente es muy doloroso, porque las personas que lo padecen, sufren mucho. A mí es una historia que me marcó, y este es un gesto para ayudar y hacer un aporte.

 

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