Jueves 28 de marzo 2024

8M: Una lucha, un acto de alegre rebeldía

Redacción Avances 08/03/2021 - 06.24.hs

Ambas referentes estuvieron involucradas en la creación del Foro Pampeano por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, entidad que integra la Campaña a nivel nacional. Desde ese espacio, aportaron años de su vida para lograr que el aborto sea legal en nuestro país.

 

“Resulta aprobado con 38 votos afirmativos, 29 negativos y una abstención, se convierte en ley y se gira al Poder Ejecutivo” el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), sentenció la presidenta del Senado de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, en la madrugada del 29 de diciembre de 2020 y produjo un quiebre en la historia argentina. En todo el país, y La Pampa no fue la excepción, se produjo un grito de desahogo. Por fin se hacía justicia, tras aquella derrota en 2018, y en nuestro país las mujeres y personas gestantes ampliaban sus derechos. A partir de ahora iban a poder decidir sobre sus cuerpos.
Si bien la iniciativa llegó de la mano del Poder Ejecutivo, cumpliendo con una promesa de campaña del presidente Alberto Fernández, lo cierto es que la lucha por la legalización del aborto comenzó décadas atrás con el nacimiento de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, organización que impulsó durante 16 años un proyecto propio y militó en todas las provincias para sumar apoyos.
En la historia pampeana hay dos referentes que estuvieron involucradas, junto a otras compañeras, en la creación del Foro Pampeano, entidad que integra la Campaña a nivel nacional. Se trata de Cristina Ercoli y Mónica Rodríguez, quienes aportaron años de su vida para conquistar el derecho a decidir de las mujeres y personas con capacidad de gestar.
En una charla con LA ARENA, Ercoli comentó que comenzó a trabajar en el tema alrededor de 1998 cuando ganaron las elecciones en la Seccional Santa Rosa de Utelpa. En ese momento, al gremio docente y a la Ctera la atravesaba una preocupación relacionada al ejercicio de la ciudadanía, “y dentro de eso justamente los derechos de las mujeres y otras identidades”.
De esta manera, “empezamos a trabajar en esto, Ctera tenía esa perspectiva de género, de atender al tema de los derechos de las mujeres, entre ellos los derechos sexuales reproductivos y no reproductivos”.
Llegado el 2001, Ercoli pasó a ser vocal de la Junta Ejecutiva de Ctera, “que había creado la Secretaría de Igualdad de Género y Oportunidades”. Fue en ese espacio que logró formarse teóricamente, aspecto que también se profundizó en su participación dentro de la CTA. “Empezamos a trabajar federalmente con el tema, en especial aborto”.
Ercoli fue introduciendo de a poco la temática en la provincia en “encuentros regionales de mujeres a través de la CTA y la Utelpa, e íbamos llevando el tema”. Sin embargo, reconoció que, hasta el lanzamiento del Foro, en La Pampa “ese tema era tabú”.

 

Otro camino.
Mónica Rodríguez, que se desempeñó como profesional de la salud, comenzó su activismo alrededor del año 2000 cuando se sumó a Mujeres por la Solidaridad, una organización que se había creado en 1996. “Ahí empecé a hacer un activismo colectivo con otras mujeres, porque siempre habíamos tenido participación desde las áreas de trabajo pero no en una agrupación que se definía en ese momento en lucha contra las violencias a las que estaban sometidas las mujeres”.
Si bien estaban enfocadas principalmente en la violencia de género, empezaron a abordar los derechos sexuales y reproductivos a raíz de una denuncia presentada por una mujer a la que le había negado la ligadura tubaria. “Ella sale públicamente con su denuncia en los medios y ahí un grupo de mujeres de diferentes espacios se suman para tratar de acompañar este reclamo”.
“A partir de ese momento, empezamos a activar la lucha por este derecho sexual y reproductivo”, contó Rodríguez. Pese a que la provincia había sido pionera en contar con una ley de Salud Sexual y Reproductiva, aún persistían “barreras” en su implementación que estaban relacionadas a que “todavía persistía el pensamiento patriarcal en los servicios de atención a los derechos sexuales y reproductivos, especialmente los de tocoginecología”.
El caso denunciado “desnuda todas esas vulneraciones de derechos y empezamos a trabajar por una ley de ligadura tubaria y vasectomía para la provincia”. La ardua tarea culminó en 2003 con la sanción de una ley en la Legislatura provincial. “Aprendimos un recorrido, cuando queríamos garantizar derechos teníamos que trabajar sobre normativas que establecieran esos derechos en nuestra provincia. Trabajamos con esta ley, con la de Educación Sexual Integral, con la ley 26.485, entre otras”, agregó.
Desde su experiencia, reconoció que cuando trabajaban sobre los derechos sexuales y reproductivos “no era masiva la sumatoria de los servicios de Salud y de los y las compañeras, pero empezó a modificarse en algunas áreas. Nosotras íbamos a otros hospitales para tratar de generar estos puentes donde se modificara el pensamiento respecto de los derechos sexuales y reproductivos, se cambiara esa matriz patriarcal de los médicos tomando las decisiones y se empezase a escuchar la voz de las mujeres”.
Este fue un lento proceso que inició en 2004 y desde ese momento pasaron a ocupar cada vez más “los espacios, porque nosotras le hablábamos al público a través de los medios de comunicación, los hablábamos en los debates públicos, entrábamos en debates con el tema de la ligadura y también lo empezamos a hacer con la temática del aborto y ahí no paramos más.
Luego, como integrantes de Mujeres por la Solidaridad también trabajaron para la creación del Foro Pampeano, que “se incluyó en el trabajo integral, federal y plural de la Campaña Nacional”.

 

La creación del Foro.
Dentro de los espacios en los que participaba Ercoli “estaban divididas las aguas”. En paralelo, en 2005 se lanzó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. “En La Pampa, el tema me costaba muchísimo en Utelpa y me costaba en el seno de la CTA”, donde se desempeñaba como secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades.
“Estratégicamente armamos un encuentro regional, que le dimos el nombre de Primer Encuentro Norpatagónico de mujeres de la CTA, entonces llegaron compañeras de otro lugar para potenciar la situación”, explicó y comentó que en ese marco se decidió crear un espacio por fuera de la Central. “Así nació el Foro Pampeano por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que oficialmente le dimos el puntapié público en el Concejo Deliberante de Santa Rosa en noviembre de 2006”.
Integrado por diversos sectores que habían participado de aquel encuentro, la presentación oficial se realizó en ese espacio por su vinculación al ejercicio de la ciudadanía. De esta manera, lentamente fueron derribando las barreras que existían en la comunidad santarroseña.
“Siempre he pensado tácticas políticas, el aborto debe ser legal en Argentina, pero para ir armando eso no se puede salir de repente, porque sabemos que debemos ir sumando alianzas, armar redes, porque era y es una realidad en el país, en la provincia y en Santa Rosa”, sostuvo.
“Obviamente sabemos que el aborto culturalmente es una cosa que se esconde hipócritamente y básicamente porque el aborto da a la mujer una emancipación en las decisiones y eso, sabemos, va al núcleo del patriarcado. Siempre me acuerdo de Galeano, que dice que el hombre le tiene miedo a la mujer sin miedo”, continuó.

 

Un lema.
La presentación pública del Foro fue a sala llena y a partir de allí comenzaron a trabajar bajo la consigna que impulsa la campaña a nivel nacional: Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
“Bajo ese lema, nosotras hemos ido trabajando siempre, con el Estado nacional, provincial y hasta municipal, con la consigna integral e incidiendo políticamente. Hemos hablado siempre cada vez que se cambiaban las autoridades legislativas nacionales para que ellos impulsaran el proyecto. Siempre hemos mantenido un cabildeo parlamentario con todos los senadores y diputados que nos recibieron”, sostuvo Ercoli.
Otro aspecto que han abordado es la Educación Sexual Integral (ESI) y lo relacionado a los métodos anticonceptivos. “En Educación, el Foro participó de la propuesta que hicieron Mujeres por la Solidaridad, y nos acompañó un arco ciudadano muy importante, para que en la Ley Provincia de Educación estuviera el artículo 13 inciso K que adhiere a la ESI, por lo tanto toda la docencia de La Pampa -desde nivel inicial hasta superior no universitario- tiene como obligación trabajar la ESI en las escuelas”, remarcó.
Para Ercoli esto es fundamental, debido a que “sin educación sexual no va a haber cambio cultural. El aborto no puede ser una instancia primera, tiene que haber educación para decidir, tiene que haber anticonceptivos y por última instancia esto. Nosotras estamos viendo que en la provincia todavía el sistema educativo no se está dando con la magnitud que se tiene que dar, porque tiene que haber un cambio cultural”.

 

Un acto de rebeldía.
El 2018 fue un año bisagra para el movimiento feminista. Por primera vez, el Congreso de la Nación decidió tratar el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo que había presentado la Campaña Nacional. Pese a que la iniciativa fue rechazada en el Senado, su mera tratativa implicó una despenalización social del aborto en la sociedad y también logró sumar a una importante cantidad de jóvenes.
“La despenalización del aborto la veníamos viendo. En 2018 apareció en los medios de comunicación y se potenció de tal manera que los jóvenes lo tomaron. Sin los jóvenes no podemos hacer nada, porque nosotras no tenemos alcance para un montón de cosas”, opinó Ercoli y destacó el impulso que se logró a través de los medios y las redes sociales.
“La derecha reaccionó tarde, tomando por ejemplo hasta el símbolo del pañuelo. Se copiaron de todo. Pero ya no les alcanza, porque los jóvenes son rebeldes y justamente este es un acto de rebeldía, de revolución”.
En esa línea, la referente resaltó que el rol de la juventud en La Pampa “fue muy interesante”. Una de las anécdotas que recordó está relacionada a una actividad que se organizó en la plaza. “Éramos como 200 en la plaza. Nos queríamos morir, cuando siempre éramos 20 o 30 viejas locas… Se nos caían las lágrimas”.
Por su parte, Rodríguez también afirmó que 2018 fue un año trascendental, pero “no fue generación espontánea”. En ese sentido, explicó que la Campaña Nacional ya venía trabajando y había presentado el proyecto siete veces. Sin embargo, señaló que desde el año 2015, cuando se realizó la marcha de Ni Una Menos, la juventud comenzó a sumarse de manera “masiva”.
“En las primeras marchas era difícil que te agarraran el pañuelo, pero a partir del 2015 que te pidieran el pañuelo era masivo. Nunca me voy a olvidar cuando abrimos una caja de 200 pañuelos y a los 10 minutos no teníamos más, eso fue de una marcha a la otra, lo vimos de forma impresionante”, añadió.

 

No se fueron a casa.
Esta marea verde fue creciendo y en el año 2018, cuando hicieron la vigilia para seguir el debate en el Congreso, “ya los y las pibas de la secundaria estaban todos ahí, pero ya venían hace un tiempo moviéndose, hablando, y se sumaban y los veías cada vez más. Estábamos disputando un derecho y era obvio que el aborto lo empezaron a tomar en forma masiva todos”.
En aquel entonces, para la activista el debate fue “impactante y realmente emocionante. El debate por sí mismo también sirvió como una forma de que las consignas no solo prendieran sino que se profundizaran. El debate fue muy rico, era interesante escuchar la multiplicidad y la transversalidad de voces. Además, cada vez que escuchas un debate adquirís un ejercicio de réplica, había que escuchar todos los fundamentos y todas las réplicas. Vas viendo como los antiderechos van virando año a año en la forma que replican, y cómo construyen esos ataques a la posibilidad de que fuese ley”.
En esa línea, recordó que en su momento, cuando discutieron la ligadura tubaria, “las réplicas eran ‘el útero es de dios’, ‘es un pecado’, ‘es transgredir las normas de la naturaleza de la mujer’. Es siempre violento, pero va cambiando. Eso fue visible en los últimos debates respecto de los derechos humanos del embrión, toman lo que nosotros defendemos como derechos humanos de las mujeres y lo invierten”.
A su vez, sostuvo que con la derrota en el Senado “pensaron que nos íbamos a ir a casa, pero no pasó”, por el contrario las acciones que realizaban se profundizaron tanto a nivel nacional como provincial.

 

Es ley.

 

La alegría llegó en 2020, cuando el Poder Ejecutivo presentó un proyecto que finalmente fue aprobado en ambas Cámaras del Congreso. De esta manera, el aborto legal se convirtió en ley.
“Fueron medios contradictorios los sentimientos”, confesó Ercoli sobre lo que sintió en la votación. “La pandemia de Covid-19 atraviesa muy en lo personal, había una represión en las manifestaciones personales”, explicó, aunque admitió que se abrazaron durante la vigilia que llevaron a cabo en la UNLPam.
La referente contó que vivió “más intensamente en lo emocional” cuando se logró la aprobación en Diputados, dos años atrás. “Quebrar Diputados en el 2018 fue muy importante. Ahí se me cayeron las lágrimas, me emocioné, desde adentro pude manifestar más cosas”.
“Lo de ahora venía trabajándose mucho. En Diputados por supuesto sufrimos y escuchamos cada barbaridad otra vez, pero sabíamos que nos daban los ‘porotos’. En Senadores, con la posición de Cristina Fernández de Kirchner teníamos casi la seguridad, y más con la presentación del Presidente (Alberto Fernández) de un proyecto, aunque por supuesto nos hubiera encantado que hubiera tomado en su conjunto nuestro proyecto. Pero bueno, nos daba la seguridad de que toda la estructura del Poder Ejecutivo iba a traccionar como traccionó. En Senadores necesitábamos, y por suerte se dio, que no se ganara por un voto, que fuera contundente y así fue. Eso no lo hubiéramos logrado si el presidente no hubiera presentado el proyecto”.

 

Una reivindicación.
Rodríguez coincidió en la importancia que tuvo la diferencia en los votos a favor y “el espaldarazo que le daba el trabajo del Ejecutivo”.
Cuando se leyó el resultado de la votación, la activista afirmó que todo fue emoción. Según su visión, se trató de “una reivindicación a todas las mujeres que durante tantos años habían luchado, a las que estábamos ahí, a las compañeras, a las jóvenes, fue fabuloso. Pero también fue a todas aquellas mujeres que no lo lograron durante tantos años, no hay que olvidar que hubo más de tres mil mujeres muertas en democracia por no haber logrado este derecho”.
“Además es el dolor de las que lo pasaron en soledad, de las que tuvieron enfermedad como consecuencia, de las familias que han acompañado esta desesperación, que han sufrido, porque fue para atrás una reivindicación de que estábamos luchando por algo justo y necesario, y que íbamos a lograr un mejor país para las nuevas generaciones. Eso fue emocionante”.
“Yo sentí que le dejábamos a esas jóvenes un país mejor, a las hijas, a las nietas, y además no solamente por un derecho puntual, que es una práctica, sino que le dejábamos el resultado de una lucha que era la perseverancia, el acompañamiento. Más allá de las diferencias, habíamos logrado juntar la fuerza para que eso fuese ley. Ese es el legado”, reflexionó.
Finalmente, también destacó que recibieron “como resultado inmediato la satisfacción de que también a nivel nacional y provincial se activan los mecanismos para garantizar el derecho. También aparecen las acciones antiderechos, y eso nos quiere decir que cuando logramos una ley la implementación y la protección de ese derecho es una lucha también”.
“A veces las caras visibles somos algunas, las que quizás nos identifican porque estuvimos en muchas luchas diferentes y además desde el principio, pero esto es de muchas mujeres, muchas voluntades de todas las compañeras. Porque la lucha continua, es mucha y necesitamos todas las fuerzas juntas, es fundamental”, cerró.

 

Desafíos.
Lograr la aprobación del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo no culminó con el trabajo. Según Ercoli, aún tienen desafíos: “Seguir trabajando por el lema integral de la campaña. En el caso de La Pampa, nos interesa mucho seguir profundizando lo que está pasando en Salud, que está trabajando muy bien. Realmente el Ministerio de Salud va trabajando en forma correcta y va tratando de que sus efectores médicos vayan formándose, cumpliendo con la ley en donde le corresponda cumplir”.
“En el caso de la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes también están trabajando bien, atendiendo la situación de ese sector, y creo que el Poder Ejecutivo en su conjunto en La Pampa está trabajando en ese sentido”, agregó
La preocupación, afirmó, está relacionada a la aplicación de la ESI. “Hay que mejorar y profundizar”, señaló y también sumó al sector privado. “Inclusive, esperamos que la UNLPam adecue a cada una de sus unidades académicas a la perspectiva de género y de Derechos Humanos, especialmente en Económicas y Jurídicas porque si los y las abogadas no se forman enseñando que la IVE es ley y las mujeres tienen derecho a la ILE desde 1921 están en deuda. Las facultades que forman docentes evidentemente tienen que adecuarse a la situación, la Universidad tiene que ponerse al día”, concluyó.

 

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