Una cierta inquietud en el orbe de los jubilados
Señor Director:
En Anses se ha comentado que están en el propósito del gobierno algunas reformas en el sistema jubilatorio.
Por una parte, se dice que en septiembre próximo, cuando venza la última vigencia anual de la moratoria, ésta no será renovada. Asimismo, se ha informado que está en el propósito del gobierno elaborar el proyecto de una nueva ley jubilatoria.
La moratoria anual que terminará con el próximo septiembre, es la que permite que las personas que no están en el sistema, muchas veces porque la patronal no hizo las debidas comunicaciones, ya no puedan solicitar ser incluidas, recibir jubilación y realizar los aportes adeudados que son descontados de la prestación mensual. Lo que dice el nuevo responsable de la Anses es que no ve justificado que estos jubilados tengan la misma jubilación que quienes han hecho aportes en tiempo y forma y que se está pensando en proponer al congreso una nueva ley, aunque éste proyecto demorará años. O sea, que no habrá renovación de la moratoria y que sí habrá, más adelante, una nueva ley; pero que ésta "tardará años". Debe entenderse que los que lleguen a edad jubilatoria sin aportes perderán este beneficio al menos en ese lapso. Puede ser que cuando haya una nueva ley se contemple de alguna manera su caso, quizá con un haber inferior al de los que aportaron normalmente.
La llamada moratoria es un hecho reciente y ha permitido que muchos varones y mujeres que han llegado a edad jubilatoria sin aportes, hallaran su oportunidad. Hasta el año 2015 la cobertura de este derecho social de las personas, avanzó hasta el 97 por ciento de los que llegaban a esa edad jubilatoria y el hecho fue destacado como un índice que nos coloca en los primeros lugares entre las naciones del mundo. Hasta el 2005 esta cobertura de la ancianidad era solamente del 65 por ciento. Quedaba afuera el 35 por ciento, precisamente las personas más necesitadas, pues se habían mantenido con ocupaciones inestables, generalmente mezquinamente remuneradas. En el caso de las mujeres que "solamente" se dedicaron a las tareas domésticas, la moratoria les mejoró sustancialmente su situación, tan penosa en edades que no dan otra oportunidad. La observación del titular de Anses que ve injusto que estos jubilados tengan el mismo haber que los que aportaron normalmente no parece inspirada en un principio de equidad sino, más bien, en una mirada economicista que resulta impiadosa para quienes generalmente no fueron responsables de que su patronal omitiera registrarlos librándose de hacer su parte en los aportes.
También se han mencionado novedades en preparación para el Plan Procrear, generado por el gobierno anterior para atender la situación de personas de clase media que carecen de vivienda propia o que necesitan hacer modificaciones en la que poseen ellos o los familiares que los acogen. Esta iniciativa tuvo un efecto notable, tanto en el ánimo de esas personas como en la economía del país, puesto que permitió iniciar trabajos de construcción que han mantenido el pleno empleo de los obreros y el buen desempeño económico de la industria vinculada a la construcción. La demora en las definiciones sobre la continuidad de este plan, que ha tenido tan interesantes efectos, ya ha producido una baja muy sensible en el despacho de cemento y en el nivel de ocupación. Es sabido que la construcción es la que produce mayor movilidad en cantidad de sectores que participan en la obra misma y en la provisión de los insumos.
Se dice que en el gobierno anterior había una inflación encubierta y que ahora estamos entrando en una suerte de sinceramiento. Quizás sea así, pero lo que se advierte con preocupación es que el acuerdo que se habría logrado con fondos buitre, de alto costo actual y futuro, puede estar condicionando desde ya la continuidad de algunos programas que mejoraron notoriamente la calidad de vida de los argentinos.
Atentamente:
Jotavé
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