Lunes 07 de julio 2025

En el cielo las estrellas, Macri en la Rosada y en el campo Expoagro

Redacción 09/03/2017 - 02.24.hs

Se está desarrollando Expoagro 2017, la mayor feria del agrobusiness y propiedad de Clarín y "La Nación". El viernes la cierra Mauricio Macri, un presidente amado por los fabricantes de maquinaria agrícola, semilleras, exportadores y bancos.
EMILIO MARÍN
¿Quién dice que los martes 13 traen mala suerte? Los diarios del martes 13 de septiembre de 2016 informaron que María E. Vidal había cumplido en la Casa de Gobierno el anuncio de la realización de Expoagro 2017 en el km 225 de la Ruta Nacional 9, a la altura de San Nicolás.
La aspiración de Clarín y "La Nación", dueños de Exponenciar, la firma organizadora, era superar todos los récords y el lema fue "Expoagro, el Big Bang de los Agronegocios".
Vidal y las organizadoras festejaron un primer gol: el municipio cedió por 15 años el predio de 160 hectáreas para las próximas quince ediciones. "La tendencia mundial es que las muestras agroindustriales estén en un mismo lugar. Hoy, por los cambios en el país, se dan esas condiciones", dijo Rodrigo Ramírez, gerente de Expoagro. Ahorro de costos, que le dicen, para maximizar las ganancias.
Los negocios anudados en la versión 2016 fueron por 8.000 millones de pesos. Ahora irían por más, por el Big Bang. Y pueden conseguirlo porque el número de stands aumentó a 360 y la superficie disponible subió un 36 por ciento, tanto para los puestos estáticos como con las innovaciones como Tecnódromo, donde se operará con drones para que el público ubicado en tribunas pueda ver en pantallas gigantes los procedimientos técnicos de máquinas cultivando maíz.
Los diarios-propietarios hablan de "campo" como lo hacían en el conflicto por las retenciones en 2008, en forma genérica. Acá por "campo" hay que entender a las fabricantes de maquinaria John Deere, grupo Agco, Massey Ferguson y Case NH; las semilleras Monsanto, Don Mario y Syngenta; las terminales Toyota y Ford; y los bancos internacionales HSBC, Santander y BBVA, y los estatales Nación, Bapro y Ciudad de Buenos Aires, con ofertas crediticias que retacean a otras empresas y cooperativas.
Sin ir más lejos, se lo retacean a Sancor, la láctea que está en graves dificultades financieras, con cuatro plantas que no producen y ponen en riesgo 4.000 empleos, de los cuales 500 se estarían por perder en el corto plazo. Tuvieron una entrevista con Mauricio Macri y pidieron un préstamo por 4.000 millones de pesos, que fue negado con dos argumentos. Uno, que en 2016 le habían prestado 250 millones de pesos, monto que no alcanzó. El otro sonó a castigo, pues se les reprochó que hubieran cerrado un acuerdo salarial con sus trabajadores, representados en Atilra, con un aumento del 40 por ciento. La cooperativa habría sido un pésimo ejemplo en 2016, por conceder una paritaria similar a la inflación, y había que castigarla.

 

Lo que importa es el modelo.
No tendría nada de malo si este fuera un país justo, socialmente hablando, y hay empresas que apuntan su inversión y productos al agro, para aumentar la producción de alimentos y exportaciones. Y en ese marco se ensamblan el Estado, Inta, Senasa y bancos oficiales, con intereses privados, para un desarrollo tecnológico de primera línea, aún cuando en otros rubros industriales, la ciencia y técnica no hubiera avanzado tanto. El campo sería una locomotora que tiraría hacia adelante al conjunto. Pero no es el caso.
Los anuncios de Expoagro 2017 son de tractores, cosechadoras, pulverizadoras, tolvas, etc, de última generación, con adelantos técnicos impresionantes para que se coseche más acá que allá, se fumigue una maleza antes que la vea el ojo del productor, con la dosis química justa, etc. Y para que los drones les muestren a propietarios y contratistas todo lo que ocurre en sus campos y cosechas, que tendrán que ser muchos avioncitos. Es que este año según el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, que inauguró la muestra el 7 de marzo, la cosecha total será de 130 millones de toneladas.
No se trata de oponerse a esos avances con una letanía del atraso y de añorar el siglo XX o aún otros anteriores, como pueden plantearlo algunos ecologistas tontos opuestos a todo progreso porque supondría un daño a la pachamama.
No. El cuestionamiento que hace este cronista se base en dos criterios, opuestos por el vértice a los que sustenta Expoagro. Uno, es el modelo de país en el que se inscribe, el viejo y semicolonial proyecto agroexportador dependiente, sin un desarrollo equilibrado e independiente. Macri lo bautizó el año pasado como el supermercado del mundo. Una góndola abastecida con productos del campo, muchos de los cuales faltan en la mesa de los argentinos, como el pan, la leche y la carne, además de la fruta y verduras. Incluso la fábula presidencial miente sobre la propiedad del supermercado, pues Argentina será apenas un proveedor; el dueño serán otros pulpos financieros y comerciales del Primer Mundo.
La otra objeción es los beneficiados por esta política: los grupos monopólicos. Algunos ya se mencionaron. Se añaden otros, como Techint-Ternium, cuyo vicepresidente Luis Betnaza, dijo que el año pasado su empresa tuvo pedidos por 70 u 80.000 toneladas de chapa para el complejo agropecuario y ahora serán 140.000 toneladas.
Los fabricantes de maquinaria agrícola suponen que en 2017 van a vender un 20 por ciento promedio más de "fierros" que el año pasado, cuando crecieron 27 por ciento. Fue cuando gozaron de la quita de retenciones para la exportación de todos los granos, excepto la soja, que bajó un 5 pero hoy sigue tributando 30 por ciento. La nueva estrella es el maíz, que tiene cero retención, aunque la soja sigue siendo número uno en la producción, con 55 millones de toneladas frente a 37 del maíz y 3.5 de girasol.

 

Los que sufren.
Mucha gente sufre en el campo argentino y no estará en las tribunas del Tecnódromo donde 500 personas podrán apreciar -mediante el vuelo de drones- las habilidades técnicas de la maquinaria cero kilómetro. Los pobres están entre los 40.000 productores yerbateros de Misiones y Corrientes que siguen penando para cobrar entre 3 y 5 pesos el kilo de hoja verde de yerba, que en el súper se vende a 50 o 60 pesos el kilo.
Para esos argentinos hay solamente promesas, lo mismo que para los inundados de Chaco, Corrientes, Neuquén, La Rioja y Córdoba.
El aumento de la cosecha para 2017 implicaría que el país produzca alimentos para 450 millones de personas. De ese universo no participan unos cuantos millones de argentinos. Entre el 32,2 por ciento de pobres y el 6,3 de indigentes admitidos por el Indec, hay muchos que pasan hambre. Y en ese sentido la cosecha récord es pura pornografía o una burla a esas necesidades básicas insatisfechas.

 

Los que ríen.
El 1 de marzo los popes de la Mesa de Enlace Rural -nombre que cayó en desuso- estuvieron ovacionando a Macri desde los palcos del Congreso.
Carlos Iannizzotto (Coninagro), Dardo Chiesa (CRA), Omar Príncipe (Federación Agraria) y Luis Etchevehere (Sociedad Rural) también comieron en la cena de Expoagro, el 6 de marzo y aplaudieron a Buryaile en el corte de cintas al día siguiente. Volverán a mimar a Macri el 10 de marzo, cuando ponga el broche de oro al evento. Son los que disfrutan de "Robots que detectan malezas, venta de toros con ecografía y otras novedades de Expoagro" (título de Silvia Naishtat en Clarín).
Esa cúpula sojera, terrateniente y ligada a la exportación no le hacía asco a la explotación del trabajo esclavo y al desalojo de comunidades originarias, como se imputó a los Buryaile (ex CRA) en Formosa y a Etchevehere (SRA) en Entre Ríos. Es la gente que hizo posible que la Toyota Hilux fuera el auto más vendido en 2016 y que tendrá también muchas ventas en Expoagro.
La risa de estos propietarios y fuertes arrendatarios de campos (Grobocopatel está entre estos últimos, que no tienen mayormente tierras propias pero arrienda 150.000 hectáreas en Argentina y Brasil) se hará más sonora durante estos 4 días de Expoagro. Los bancos compiten para ver cuál le dará más facilidades y mejores créditos. Juan Curutchet, titular del Bapro, declaró a Héctor Huergo, de Clarín Rural, que dispone de 40.000 millones de pesos para ofrecer. Textual: "salimos con algo muy novedoso: línea de 36 meses con tasa de interés 0% para la maquinaria agrícola que fabrica CAFMA (Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola). Y si van a 60 meses, la tasa será del 1%. También hay una línea especial en pesos para la maquinaria bonaerense, en pesos, al 11% anual, tasa fija, a 3 años. Esto estará disponible para todas las operaciones que se anoten en Expoagro". ¡Cero interés en dólares!
Javier González Fraga, del Nación, ofreció para maquinaria agrícola créditos hasta cinco años y con una bonificación de tres puntos para los tres primeros años a cargo del banco. Además, 2,5 puntos de bonificación a cargo de los fabricantes, con lo cual la tasa es 11,5%. Como el Ministerio de Agroindustria bonificará 1% hasta operaciones de 1.000.000 de pesos, la tasa final es 10,5 por ciento.
¡Cómo no van a aplaudir los sojeros hasta que les duelan las manos! Encima, no todos ellos pagaron los 150 pesos de entrada, y tuvieron descuentos y bonificaciones para usuarios de tarjeta Visa. Se llevan la chancha, los veinte chanchitos y la máquina de hacer chorizos, y le tiran algo más que un choripán al Momo Venegas, de Uatre.

 

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