Miércoles 21 de mayo 2025

Barbaridad geopolítica

Redacción 21/05/2025 - 08.32.hs

El egocentrismo del presidente Milei ha llegado a tal punto que, justificándolo, bien pudiera utilizar aquella expresión atribuida a un rey francés: ”Después de mí, el diluvio”. Es que la presunción de un país dividido, arruinado y dominado por intereses extra-nacionales se agranda al ver esa suerte de “palos de ciego” que son las últimas aperturas económicas y que han generado una completa paralización en la provincia de Tierra del Fuego, con una huelga general por tiempo indeterminado. La medida fue tomada por la Unión Obrera Metalúrgica de Tierra del Fuego ante la decisión del gobierno nacional de eliminar aranceles a la importación de celulares y rebajas en otros productos de la misma rama electrónica, que son una esencial fuente de trabajo en la provincia.

 

El gobierno había anunciado una reducción gradual de aranceles a la importación de teléfonos celulares. La decisión tendría vigencia hasta su eliminación total, afirmando –como otras veces— que esas importaciones provocarían una baja de los precios que beneficiaría a todos los potenciales consumidores.

 

Con semejante medida el gobierno nacional demuestra su indiferencia tanto por el aspecto social en general como laboral en particular, y también político ya que abandona una de las prioridades esenciales al sur patagónico: el poblamiento. ¿Qué puede justificar que el Poder Ejecutivo condene al desempleo –la pobreza— a los más de seis mil trabajadores que la política industrial de varios gobiernos sucesivos había logrado instalar en la isla, capital también de Antártida e Islas del Atlántico Sur?¿Cómo se inserta esta barbaridad geopolítica en la idea vigente –hasta ahora al menos— de afianzar la soberanía? El sindicato también hace notar con razón “el derecho soberano a continuar habitando esta provincia".

 

Además, hay que sumar el agravio y la burla que corrió por cuenta del nefasto ministro Sturzenegger, al decir que Tierra del Fuego debería abandonar sus ambiciones industriales y "convertirse en un parque de diversiones de nivel mundial". No hay que olvidar que detrás de esta trágica fantochada está el propio Milei con sus ya insoportables medidas en pro de una economía ultraliberal que promete brillantes resultados en un futuro muy lejano y, además, improbable. Así, el propio Presidente obedece dócilmente una de las directivas del Fondo Monetario Internacional a cambio de financiarle la deuda adquirida durante el macrismo.

 

Ante semejante barbaridad, el pueblo argentino, sacudido por la noticia que empalma con otras de orientación similar, parecería no tener otra opción dentro de lo administrativo y legal que el flaco consuelo que puede darle el reclamo de algunos de sus gobernantes y legisladores, siempre avenidos a la entrega de intereses de la Nación y principios morales a cambio de permanencias en sus cargos o refinanciaciones a los presupuestos de sus provincias.

 

El régimen sigue indiferente las movilizaciones populares, tal como lo demuestra una actualidad de represión y jubilados apaleados cobardemente, al tiempo que ignora olímpicamente la existencia de tres poderes en la forma de gobierno. De paso, abona con su sordo egocentrismo la emulación de aquel soberano francés que, es bueno recordarlo, vio sumergida su forma de gobierno en el diluvio que avizoraba.

 

'
'