Miércoles 27 de marzo 2024

Blaquier murió impune gracias al Poder Judicial

Redacción 22/03/2023 - 08.14.hs

El dueño del ingenio Ledesma, procesado por complicidad en crímenes de lesa humanidad en Jujuy, murió a los 95 años sin haber llegado a juicio. Un caso emblemático de falta de Justicia y presión del establishment.

 

IRINA SANTESTEBAN

 

Dentro de dos días se cumplen 47 años del golpe de Estado que dio inicio a la dictadura militar-cívica más sangrienta de nuestra historia. Si bien fueron los militares quienes derrocaron a la presidenta Isabel Perón, en cuyo gobierno ya había comenzado el accionar de bandas paramilitares, hubo una evidente complicidad de empresarios, políticos, jerarquía de la Iglesia Católica, medios de comunicación, Poder Judicial, etc., que constituyeron la pata civil de ese período nefasto, con el saldo de 30.000 personas desaparecidas y 400 bebés apropiados (hoy adultos privados de su identidad).

 

Ledesma mata.

 

Dentro de los empresarios que colaboraron con los genocidas y se enriquecieron con el plan económico de José Alfredo Martínez de Hoz (otro que murió en la impunidad), Carlos Pedro Blaquier es uno de los más notorios. Dueño del ingenio Ledesma, por su matrimonio con Nelly Arrieta, hija del anterior propietario, Blaquier fue acusado y procesado por la participación de la empresa en “La Noche del Apagón”, en julio de 1976. Aprovechando un corte intencional de luz en la zona de Libertador San Martín y Calilegua, el ejército secuestró a unas 400 personas, entre obreros y pobladores, que fueron víctimas de torturas y luego prisioneros, 30 de ellas continúan desaparecidas. En ese operativo, las fuerzas represivas contaron con vehículos e instalaciones brindadas por el ingenio.

 

El procesamiento de Blaquier en 2012, fue confirmado por la Cámara Federal de Jujuy al año siguiente. Dos años después, en un fallo inédito, la Cámara Federal de Casación Penal revocó ese procesamiento y el expediente fue a la Corte Suprema, donde estuvo “cajoneado” durante seis años. Recién en julio de 2021 los supremos Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Elena Highton rechazaron el fallo de Casación y así se abrió la posibilidad de llevar adelante el juicio contra el empresario.

 

En otra maniobra dilatoria, sus abogados defensores alegaron incapacidad para afrontar el proceso, y el Tribunal Oral de Jujuy hizo lugar a ese planteo. Las querellas apelaron y la Cámara de Casación ordenó nuevos estudios médicos, que no llegaron a realizarse porque Blaquier, a los 95 años, se murió de causas naturales, sin haberse sentado nunca en el banquillo de los acusados, por su responsabilidad en los citados crímenes.

 

Como si fuera poco, el empresario estuvo implicado en la causa de la Escuela de Yoga de Buenos Aires, una secta VIP cuyo negocio era la explotación y esclavitud sexual de mujeres, de la cual Blaquier, según testigos de la causa, era un “asiduo visitante”.

 

Noche del apagón.

 

Para los familiares de las víctimas de la “Noche del Apagón”, la impunidad de Blaquier fue siempre una herida abierta. Entre ellos, la familia del médico Luis Aredez, quien se atrevió a exigirle a la empresa mejores condiciones sanitarias para sus trabajadores. Por ese motivo fue despedido, pero Aredez, de origen radical, siguió trabajando con el sindicato de obreros azucareros y en 1973 fue elegido intendente de Libertador San Martín. Desde ese lugar hizo lo que nadie había hecho hasta entonces: reclamarle al ingenio que pagara impuestos al municipio.

 

Hasta ese momento, la familia Blaquier-Arrieta se comportaba como la dueña de un feudo, situación muy bien relatada en la película “Diablo, Familia y Propiedad” del cineasta rosarino Fernando Krichmar. Aquella afrenta no sería olvidada: Aredez fue detenido al producirse el golpe de Estado y luego desaparecido. Su esposa, Olga Márquez de Aredez marchó durante años alrededor de la plaza del pueblo, como Madre de Plaza de Mayo, pero en Libertador San Martín; su historia fue llevada al cine en la película “Sol de Noche”. Ella, que había visto el logo de Ledesma en la camioneta que se llevó a su esposo la madrugada del golpe de Estado, murió sin poder ver a Blaquier juzgado y condenado.

 

Resistencia obrera.

 

El ingenio tiene una larga y rica historia de resistencia obrera. Jorge Weisz, estudiante de ingeniería de la UBA, militante de Vanguardia Comunista, fue a Jujuy a organizar a los obreros de Ledesma. Entró a trabajar en la empresa como electricista y ya con el sindicato, le hicieron en 1973 la primera huelga al ingenio desde 1949. Fue despedido y es otro de los desaparecidos de Jujuy, junto a los abogados del sindicato Carlos Patrignani y Pablo Bernard.

 

La exigencia de juicio y castigo para Blaquier movilizó a amplios sectores en Jujuy durante muchos años, entre las organizaciones que lo impulsaban estuvo la Agrupación Tupac Amaru, dirigida por Milagro Sala. Hoy, en la Jujuy gobernada por Gerardo Morales, de Juntos por el Cambio, Blaquier muere en la más absoluta impunidad, mientras Milagro se encuentra presa desde hace más de siete años, en causas armadas y procesos irregulares.

 

Condolencias.

 

La flor y nata de la oligarquía argentina despidió a Blaquier mediante centenares de avisos fúnebres de La Nación y Clarín: apellidos “ilustres” y grandes empresarios enviaron sus condolencias a la familia.

 

El ex presidente Mauricio Macri, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, el diputado Ricardo López Murphy, son algunos de los políticos que participaron la muerte de Blaquier “con profundo dolor”.

 

Y empresarios como Paolo Rocca (Techint), Hugo Sigman (Grupo Insud), Luis Pagani (Arcor), Alberto, Pablo y Alejandro Roemmers, Alejandro Bulgheroni, Adrián Werthein, Juan Carlos Bagó, Daniel Funes de Rioja (Presidente de la UIA y COPAL), Cristiano Rattazzi (Fiat), también despidieron con obituarios al dueño de Ledesma. No podía faltar el ex ministro de Economía Domingo Cavallo y entidades como la Unión Industrial Argentina, la Sociedad Rural, el Centro Azucarero, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Universidad de San Andrés (que dirigió durante años el hoy ministro de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz), el Jockey Club, la COPAL (Coordinadora Industrial de Productos Alimenticios).

 

Mientras el poder económico y su pata política despedían a uno de los suyos, que tenía las manos manchadas de sangre, millones de argentinos sufren la inflación y alza de precios del azúcar Ledesma.

 

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