Domingo 03 de agosto 2025

Dos formas de tocar fondo

Redacción 03/08/2025 - 00.13.hs

En la psicología, "tocar fondo" hace referencia a un punto de quiebre o de crisis donde se alcanza un nivel extremo de sufrimiento y desesperanza. Es un momento caracterizado por una profunda toma de conciencia acerca de una situación destructiva y también sobre una necesidad de cambio. De este modo, "tocar fondo" se puede transformar en una situación capaz de marcar el momento de iniciar un proceso de cambio.

 

La referencia viene a cuento porque en esta semana nuestra bendita tierra nos dio dos formas distintas de “tocar fondo”, una muy mala y otra muy buena.

 

Tocamos fondo en forma negativa con un nuevo salvataje del FMI, tras otra disparada del dólar y otro salto inflacionario encubierto. Mientras tanto, todos los índices siguen arrojando datos poco alentadores, con empleos en baja, salarios planchados, jubilaciones congeladas y consumo en baja. Lo único que sube es el dólar, que parece no encontrar techo, muy cercano al valor arbitrario de una banda de flotación puesta por un gobierno que habla de libre mercado desde la teoría y aplica el intervencionismo en la práctica cotidiana.

 

Pero también tocamos fondo de manera positiva. El hecho auspicioso estuvo a cargo de los científicos del Conicet. Los investigadores le respondieron al presidente de la mejor manera, con hechos. Y hasta se permitieron ganarle en su propio terreno, el del streaming y las redes sociales, donde le infringieron una de esas derrotas más le duelen.

 

El presidente y su ministro calificado como “el Messi de las finanzas” tuvieron que salir una vez más a tratar de explicar lo inexplicable, tras un nuevo cimbronazo económico. Es que no pueden frenar al dólar, contradiciendo la predicción libertaria de una cotización que se iba a caer “como un piano” a un valor de 600 ó 700 pesos, pero resulta que está duplicando ese número. De todos modos, el FMI sigue tirando salvavidas de plomo, porque está claro que el objetivo del poder económico global es endeudar a nuestro país para después quedarse con todas nuestras empresas y todas nuestras riquezas.

 

La lección de la ciencia.

 

Frente a este panorama, la buena noticia de la semana vino del lado de la ciencia. Mientras la gestión mileísta desfinancia al sector en forma salvaje, investigadores del Conicet, junto a otras instituciones nacionales e internacionales, iniciaron una histórica expedición hacia el fondo del Mar Argentino. Y tuvieron la novedosa iniciativa de transmitir el trabajo en vivo por streaming. Para sorpresa de propios y extraños, la alta calidad de las imágenes permitió batir récords de audiencia. La lógica consecuencia fue la puesta en valor de la importancia del desarrollo científico nacional.

 

El programa liderado por la fundación Schmidt Ocean Institute e investigadores del Conicet puso en marcha una campaña de exploración en el Cañón de Mar del Plata, a 300 kilómetros de la costa. Utilizaron por primera vez un vehículo operado remotamente que logró capturar imágenes en alta definición desde profundidades de hasta 3.900 metros.

 

El streaming de la expedición fue sumando a cientos de miles de espectadores, a tal punto que la transmisión se transformó en la más vista durante la medianoche del miércoles pasado. Ese inesperado éxito en las redes llegó a disputar el rating de streaming a los principales canales, hasta ganarle a la “entrevista” de Milei.

 

Al presidente y a su equipo económico no les quedó otra alternativa que organizar una nueva gira mediática para justificar otra crisis económica. Pero a la hora en que comenzó la “entrevista”, el Conicet lo triplicó en expectativa y audiencia. “Más vale especie nueva por conocer que mal bicho conocido con verso reiterativo”, parece haber sido la lógica de los espectadores.

 

Resistencia y esperanza.

 

En conclusión, unos para bien y otros para mal, todos tocamos fondo durante esta semana. De ahora en más solo queda rebotar, tomar impulso y empezar a subir.

 

Sería bueno que el presidente tomara nota y se diera cuenta que aún con todo el recorte y el ataque desplegado, un organismo del Estado como el Conicet demostró que se puede resistir y mostrar toda la valía de nuestros investigadores.

 

A veces tocar fondo es bueno. Ahora falta subir “como gas de buzo”, tal como alguna vez prometió –y hasta ahora no cumplió- nuestro presidente. Tal vez la dura realidad lo hace recapacitar y decide modificar el rumbo. O habrá que hacérselo cambiar con más movilizaciones y unos cuantos votos en contra.

 

DANIEL ESPOSITO

 

'
'