Martes 23 de abril 2024

Motivos para el orgullo

Redacción 24/07/2022 - 11.30.hs

Tal vez los pampeanos nos estemos malacostumbrando, pero todas las semanas nos llueven elogios (a falta de buenas precipitaciones). En los últimos días, primero fue el podio obtenido por el Banco de La Pampa y horas después una funcionaria nacional del área de salud llegó para anunciar inversiones y de paso destacar la red de atención desplegada con reconocida eficiencia en nuestro territorio.

 

Ya no nos asombra tanto, por lo repetido del elogio, pero debiéramos prestar más atención a estas cuestiones, porque a poco de cruzar las fronteras de nuestra provincia nos damos cuenta de una cruda realidad que nos circunda, muy distinta de la que compartimos cotidianamente por estos lares.

 

A nivel salud, si bien no hay ejemplos tan extremos como el del turista argentino que falleció en el exterior por falta de atención, mientras le reclamaban un fuerte depósito de dinero, no es tan fácil encontrar la hospitalidad -nunca mejor utilizado el término- que se ve por estas tierras. Este columnista puede dar fe por un caso cercano en el tiempo, con un familiar directo llegado de una provincia limítrofe y con una urgencia médica. Fue registrado inmediatamente como "extraprovincial" en el sistema público de salud y atendido rápidamente, sin ningún tipo de discriminación, como uno más de los nuestros, como debería ser en todos lados, sin más preguntas ni reclamo dinerario alguno. De más está decir que el hombre mayor se retiró con la sorpresa de observar un lugar ordenado, limpio y con una organización que nunca vio en su provincia de origen, sumado a la calidez de la atención de todo el personal de salud, desde la mesa de entradas hasta el correspondiente especialista del establecimiento asistencial.

 

Y resulta que tiempo después, cuando el hombre decide pedir su cambio de radicación para seguir siendo atendido en nuestra provincia, activando un convenio de reciprocidad entre obras sociales, le mandan una carta aceptando su decisión, pero con la leyenda de "Carta de presentación para afiliados en extraña jurisdicción". ¿Cómo se puede considerar "extraña jurisdicción" a una provincia vecina? ¿Qué queda para los que ponen que se mudaron a las Islas Feroe?

 

Por toda esta realidad a nivel salud, no resulta extraño que venga una funcionaria nacional a elogiar lo que se palpa a diario: una red asistencial que funciona muy bien desde hace tiempo y que cada vez lo hace mejor.

 

Un banco en el podio.

 

El otro elogio destacado en la semana fue para el Banco de La Pampa. Es que la revista Fortuna premió al BLP con el segundo lugar en el ranking de las mejores entidades financieras de Argentina. El galardón se otorga a lo más destacado de la actividad empresarial en sus distintos rubros y surgen de una evaluación de los balances presentados por las compañías al último cierre de ejercicio, que incluye factores que hacen al rendimiento, como pasivos sobre resultado operativo, resultado operativo sobre el patrimonio neto, liquidez, patrimonio neto sobre activos, cartera irregular sobre financiaciones, rendimiento anual del patrimonio, entre otras variables.

 

Más allá de los términos técnicos, la valoración destaca "una correcta administración de los recursos financieros, con una cartera de financiaciones sana y con una posición sólida para la asunción de compromisos futuros".

 

Y más allá de todas estas cuestiones, hay otras para el orgullo del pampeano. El apoyo a empresas y clientes antes, durante y después de la pandemia. Y una red de sucursales y cajeros automáticos que es envidia para el resto del país por su cobertura geográfica.

 

La comparación es simple: en cualquier otra provincia se observan largas colas para poder extraer dinero, algo que no ocurre ni en la más pequeña de las localidades pampeanas. Por algo el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, quiere tener una administración bancaria como la del BLP en su provincia.

 

Además de la salud y el banco, La Pampa tiene movimiento cooperativo y cultural, un pujante sector de pequeñas y medianas empresas, la mejor carne, excelentes productos en la industria láctea y tantas cosas más que hacen a la calidad de vida.

 

Falta la recuperación de un río robado y que ayuden un poco la economía nacional y el contexto internacional. Con eso, no tendríamos tanto que envidiarle a Suiza, siempre puesta como ejemplo de mejor lugar en el mundo. Faltarían unas buenas fábricas de relojes y de chocolates, más algún un tenista del nivel de Roger Federer, pero ya sería mucho pedir.

 

Nos conformamos con lo que tenemos, que no es poco y que es para sacar pecho ante cualquiera. Porque somos pampeanos y sobran los motivos para estar orgullosos de serlo.

 

DANIEL ESPOSITO

 

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