Lunes 22 de abril 2024

Señales que muestran preocupante panorama

Redacción 25/06/2022 - 00.15.hs

Las noticias van y vienen. Su trascendencia, generalmente, es evaluada por dos condiciones: el lugar y el momento en el que son dadas a conocer, por una parte, y su emisor, por la otra.

 

En estos días de informaciones caóticas, inquietantes e intencionadas, entre todo ese maremagnum informativo, un par de esas noticias llaman a prestarles mucha, muchísima atención.

 

La cuestión es que esas preocupantes declaraciones han corrido por cuenta de los que acaso sean dos de los hombres mejor informados del mundo: el Papa Francisco y el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

 

Y lo curioso, o no tanto, es que ambos coinciden acerca de sus apreciaciones: hay señales que llevan a considerar una alta probabilidad de una tercera guerra mundial. Sí, así, tal cual suena.

 

La coincidente afirmación resulta mucho más inquietante aún porque, en definitiva, proviene de dos rumbos de pensamiento que precisamente no suelen concordar. Ambos tienen un enorme peso en el planeta, tanto en el ámbito político como en el espiritual.

 

De allí es fácil deducir que no se trata en ninguno de los dos casos de meras informaciones echadas a rodar, sino de formas meditadas de pensamiento, que responden a evaluaciones profundas y, seguramente, también colectivas.

 

Esas terribles posibilidades vinculadas con la cuestión bélica no son nuevas. Ya desde meses atrás, figuras de alta calificación intelectual en el planeta habían hablado de un rumbo peligroso en este tipo de inquietantes aconteceres, pero nunca con la contundencia con que lo han hecho estos protagonistas.

 

Cierto que ambos han tenido algunos pocos errores en cuestiones de trascendencia mundial, pero hay que tener en cuenta que hay un margen político que también tiene el botón rojo que puede desatar lo que sería el fin del mundo.

 

Aquí se entretejen el afán de Occidente por mantener su prioridad en el mundo, la decisión de Rusia por no dejar avasallar sus fronteras (evidenciada por la actual guerra en Ucrania) y, no hay que olvidarlo, el vertiginoso ascenso de China. Detrás, claro, están los miles de millones de personas que desaparecerían con el fuego atómico, porque con semejantes protagonistas sería utópico pensar en una guerra de las llamadas "convencionales". Para quienes se atienen de la lectura bíblica: Armagedón, ni más ni menos.

 

Todos los seres humanos, pública o reservadamente, hacen votos para que la locura no avance. Pero también tenemos presente la respuesta de Einstein, cuando se le preguntó cómo pensaba que se libraría una posible tercera guerra mundial. "Con palos y piedras", fue la respuesta.

 

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