Subzona 14: otra grave imputación

En la tercera etapa del juicio contra los represores de la Subzona 14 volvieron a declarar como testigos y protagonistas algunas de las víctimas de aquellos tiempos ominosos en que el terrorismo de Estado generaba en todo el país detenciones arbitrarias, torturas, robos de bebés y desapariciones que epilogaron en muertes.

Sin embargo esta vez, en la audiencia judicial de la semana pasada, tuvo lugar una declaración que sobresalió por su tenor e importancia. Como se recordará en los inicios de 1975 tuvo lugar la implantación de un servicio de salud público provincial con características distintivas que hicieron enojar, y mucho, al Colegio Médico y a otras asociaciones profesionales vinculadas que rechazaron drásticamente esa iniciativa. Debe decirse también que a los pocos meses de comenzar a funcionar recibió duros reveses del propio gobierno constitucional antes del golpe de Estado de marzo de 1976.

La médica que declaró ahora afirmó con toda claridad que contaba con información fehaciente -y brindó sus referencias- "de que desde las autoridades del Colegio Médico salieron las listas de profesionales del Plan Provincial de Salud que fueron detenidos ilegalmente, torturados y obligados a exiliarse en algunos casos". Y todavía más: expresó que la institución "les exigía que se retractaran de una solicitada que habían firmado en defensa del plan de salud".

Semejantes declaraciones no son del todo novedosas pues hubo en el transcurso de este juicio, como en los anteriores, otros profesionales de la medicina que testimoniaron ante el tribunal con parecidas imputaciones, todas ellas destinadas a señalar a las autoridades de la institución médica como denunciantes de colegas que se desempeñaban en la salud pública y como instigadoras de represalias.

En los últimos tiempos se han venido sumando presentaciones de parecido calibre. Una de ellas consistió en un pedido al Colegio Médico para que le retire la matrícula a un profesional de la medicina recientemente condenado a 16 años de prisión por complicidad con los torturadores de la Subzona 14. La otra fue para que no distinguiera al mismo profesional como parte de un grupo que arribaba a 25 y 50 años de ejercicio de la profesión. Pero no solo eso, otra de las presentaciones consistió en una petición para que la entidad realice un acto de reconocimiento y reparación destinado a los médicos que sufrieron persecución por causa de las denuncias presentadas contra ellos. Muchos de ellos fueron despedidos de sus trabajos, otros fueron encarcelados y también hubo quienes debieron salir presurosamente del país para preservar sus vidas.

Como se dijo, las denuncias fueron muchas y formuladas por diversos actores, varios de ellos médicos. Es evidente que la entidad que nuclea a los profesionales de la salud tiene ahora la oportunidad de decir lo suyo. Es una institución muy conocida que, entre tantos antecedentes positivos de su accionar público, guarda también un tramo de su pasado que no la enaltece. Y es claro que empecinarse en la negación no es la mejor alternativa.

FOTO: ILUSTRATIVA.