Jueves 28 de marzo 2024

Un merecido homenaje

Redacción 08/11/2022 - 09.15.hs

El homenaje al recordado dirigente radical Antonio Pacheco Berhongaray reunió a las más destacadas figuras de la política pampeana en un acto que mostró el respeto que se supo ganar en vida. Las palabras que ofreció en la oportunidad su más tenaz adversario, el exgobernador Rubén Marín, podrían sintetizar buena parte de la extensa trayectoria que Berhongaray aquilató en su vida al servicio de la política como su compromiso con el estudio en profundidad de los más diversos temas, su trato respetuoso y hasta afable con correligionarios y contrincantes políticos o su participación activa en las más diversas empresas vinculadas al interés común de la sociedad pampeana.

 

La feliz iniciativa de su hijo, y también legislador, Martín Berhongaray de llevar a cabo la concreción de un museo que recuerde la extensa trayectoria de Pacheco, permitirá a los pampeanos más jóvenes tener un acercamiento a una personalidad que ocupó un papel central en la política pampeana, y también nacional, especialmente a partir de la recuperación del estado derecho luego de la ominosa dictadura que finalizó en 1983, pero también antes como abogado de perseguidos políticos o referente en la lucha por los ríos robados.

 

La memoria colectiva no se forja por generación espontánea, es una construcción social que requiere de un compromiso activo con los valores, los logros y las personas que una comunidad quiere recordar, enaltecer y proyectar hacia las nuevas generaciones. Ha habido un aprendizaje, no exento de dolor, en el camino. Pero hoy los pampeanos han logrado, de las más diversas maneras, rendir homenaje a los hombres y mujeres que en su paso por la vida contribuyeron a hacer de nuestra tierra un lugar más hospitalario, más digno de ser vivido. Y entre esas personas que merecen el reconocimiento de la sociedad está presente, en un lugar destacado, Pacheco Berhongaray.

 

Su trayectoria en la Unión Cívica Radical lo proyectó a cargos políticos de primer orden en virtud de su compromiso con la militancia, el trabajo y el estudio antes que por las sinuosas roscas internas tan frecuentes en las organizaciones partidarias. Por aquellas cualidades se ganó la confianza de Raúl Alfonsín en la era postdictadura, cuando los frecuentes alzamientos militares que se oponían al juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad sembraban zozobra en la sociedad argentina. Fiel a aquella amistad política que cultivó con el expresidente se lo vio, en la convención de Gualeguaychú de 2015, entre quienes se opusieron a la alianza electoral del radicalismo con la derecha macrista, opción que finalmente resultó derrotada.

 

La ardua lucha de los pampeanos por los ríos saqueados tuvo en Berhongaray a uno de sus más tempranos y destacados impulsores. Hace casi cincuenta años presidió la Comisión Popular de Defensa de los Ríos Interprovinciales Pampeanos (Copdrip), entidad pionera que cumplió un rol fundamental en la divulgación y concientización de la problemática hídrica.

 

Sería tedioso enumerar todos los logros que jalonaron su extensa carrera política, entre ellos la escritura de varios libros. El reconocimiento que acaba de prodigarle la dirigencia pampeana, sin distinción de colores partidarios, quizás sea una síntesis abarcadora de su dimensión como hombre de la política de nuestra provincia.

 

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