Martes 19 de agosto 2025

Una tormenta perfecta

Redacción 19/08/2025 - 00.17.hs

Curioso cierre de candidaturas para la Casa Rosada. El gobierno debió alternar escenarios contrapuestos casi cotidianamente en un momento complejo para la retórica mileísta: la confección de las listas de candidatos a diputados y senadores nacionales con reuniones urgentes en la Casa Rosada para contener la crisis del fentanilo contaminado, que ya se cobró 87 muertes. El acto de lanzamiento de la campaña bonaerense en La Plata con la tensión entre “Toto” Caputo y los bancos que tiene final abierto, la amenaza opositora de ratificar el aumento de las jubilaciones y el financiamiento a las personas con discapacidad este jueves, con las revelaciones en la causa $Libra, cada vez más cerca del presidente y su hermana Karina.

 

Y para colmo, la inflación, otra vez a la suba, el dólar que sigue contenido a fuerza de un virtual “corralón” bancario, y la caída estrepitosa y sostenida del consumo.

 

Y el lema de campaña “Kirchnerismo nunca más” como única consigna de un gobierno que no puede exhibir otra cosa que agitar la grieta antiperonista para fidelizar a sus votantes duros, que todavía constituyen una base sólida, aunque no lo parezca, y ayudan –junto con la dispersión opositora y la memoria de la ultima gestión panperonista– a que en las encuestas La Libertad Avanza siga teniendo números expectantes en lugar de una derrota electoral indubitable en septiembre y octubre.

 

Esta no deja de ser una elección de medio término de características particulares: plebiscita, a menos de dos años de iniciada, una gestión temeraria para los sectores populares en términos salariales, pero también para los más frágiles de la sociedad: los jubilados, las personas con discapacidad, las infancias, como ninguna que se recuerde desde el regreso de la democracia.

 

Y aunque cueste creer que en la provincia de Buenos Aires –territorio donde Milei no pudo imponerse en 2023– se hable de “paridad” vale la pena recordar que hay antecedentes de contextos electorales hostiles para el oficialismo de turno que, sin embargo, no se tradujeron en derrotas.

 

El caso más cercano es el de Mauricio Macri. Las elecciones legislativas de 2017 se realizaron un 22 de octubre, y el 1 de agosto ya se conocía la desaparición de Santiago Maldonado en el contexto de la violenta represión de una protesta mapuche, a cargo de Patricia Bullrich, hoy también ministra de Seguridad y ahora candidata a senadora por la Capital, pero en la lista libertaria. Más atrás, en abril de 2016, el magnate fundador del PRO comenzaba a ser investigado por la justicia en la causa Panamá Papers, que reveló su participación en el directorio de la firma Fleg Tranding Ltd., asentada en las islas Bahamas, mencionada en las filtraciones.

 

El momento le exige más esfuerzo a la oposición que al oficialismo, hoy atravesado por una tormenta perfecta en la que confluyen puras noticias negativas para las fuerzas celestiales.

 

La etapa que viene es decisiva aún cuando LLA logre fortalecer su presencia parlamentaria y con eso le alcance para mostrarse triunfante en octubre. Volviendo a Macri, ahora absorbido/ derrotado por la ola violeta, fue luego de aquel triunfo de 2017 cuando comenzó la cuenta regresiva de la gestión PRO. Milei llega exhausto a esta elección, lo reconocen los propios funcionarios que hablan de octubre como el punto de inflexión de la supuesta “estabilidad” cambiaria e inflacionaria. Sólo un error o la miopía opositora podrían reanimar a un presidente cuyo último recurso fue insultar al electorado reivindicando una película mediocre. (Por Julia Izumi, en tiempoar.com.ar)

 

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