Martes 23 de abril 2024

Una trama con dos trampas

Redacción 03/11/2022 - 08.03.hs

Más allá de las críticas, valederas por cierto, que se le pueden hacer al gobierno neoliberal macrista, hay un aspecto político que resulta innegable y, curiosamente, pasa desapercibido a menudo: su previsibilidad, su precaución, su inteligencia en definitiva para el caso que -como ocurrió- dejara de ser gobierno. Ha sido -es- tan densa, tan trabada la trama político-jurídica que dejó el macrismo que generó dos trampas en las que cayó el gobierno, y esto más allá de su indefinición y falta de reacción en diversos aspectos del acontecer, económico fundamentalmente.

 

La primera de esas previsiones neoliberales fue haber dejado en los niveles intermedios del gobierno, y aun en los bajos, cantidad de infiltrados que abierta o disimuladamente traban los rumbos del gobierno en determinados temas, de la economía especialmente; también en lo que hace a aspectos que bien se podrían considerar como negociados. El tema de la navegabilidad y los puertos del río Paraná es uno de ellos, la falta de respuesta efectiva a los recurrentes y perjudiciales incendios en las islas de ese río podría ser otro.

 

La segunda previsión es más importante, si se quiere. Hace a uno de los tres poderes y es tan densa, tan cerrada la trama judicial, tan poblada de cámaras y jueces amigos del macrismo que con manifestaciones más o menos desembozadas (desvergonzadas, podría decirse de algunas) traba constantemente el accionar del gobierno que, por cierto, no peca de audaz y sí más bien de temeroso. Ese accionar ha llevado que varias de las promesas preelectorales no se hayan cumplido, estén estancadas, duerman el sueño de los (in)justos o directamente, hayan pasado al olvido.

 

Con una Corte Suprema incompleta, que se vio obligada a dar marcha atrás en aquel vergonzoso "dos por uno", que retrasa a ojos vistas temas importantes para el país, que bregó desvergonzadamente para no perder los inconcebibles privilegios de los que goza, que trata en un bajo nivel el intento de asesinato de la vicepresidenta de la República, se evidencia que sus acciones conforman un poder muy sólido al que el Ejecutivo -a riesgo de ser acusado de no respetar la división de poderes-, le es muy difícil enfrentar.

 

Para más, en estos días ha quedado en evidencia lo que presumían los observadores neutrales y el periodismo no obsecuente: la jueza que entiende en el atentado contra Cristina -cuyos orígenes y méritos parecen tener raíces en el macrismo- deja pasar indicios y pistas que llevarían la investigación a indagar en niveles muy superiores, de la clase político-oligárquica del país. Negativas al secuestro de teléfonos de implicados -para no violar la intimidad, dice-; falta del personal necesario a las tareas, que la Suprema Corte ignora, identificación y trascendencia del nombre de un "testigo reservado" (que al trascender su nombre y condición se ve ahora expuesto a presiones y amenazas), insólitas demoras en recabar declaraciones a personas que presuntamente podían aportar a la investigación datos fundamentales o importantes al menos...

 

Lo señalado -y mucho más- hace a lo que se expresaba en un principio: el macrismo (en realidad quienes están detrás y lo superan en una condición política) dejó tras de sí una densa red jurídica que, ante cualquier error o amenaza que se cierna sobre sus miembros más destacados, obra con rapidez y efectividad, acompañada por una prensa falaz y adepta desde siempre.

 

En este año, cuando se cumple un siglo y medio de la aparición del libro, queda evidenciada la sextina del Martín Fierro que afirma: "La ley es tela de araña,/ y en mi ignorancia lo explico,/no la tema el hombre rico,/ no la tema el que mande,/pues la rompe el bicho grande /y sólo enrieda a los chicos".

 

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