Miércoles 24 de abril 2024

El caballo verde

Redaccion Avances 16/01/2022 - 15.00.hs
El artista pampeano Aldo Umazano cuenta con una gran trayectoria en el teatro de títeres.

Luego de leer un artículo publicado en este suplemento, Umazano busca entre sus archivos y encuentra una obra corta de títeres. Se llama “El caballo verde” y está ambientada en un boliche de campo.

 

 

Aldo Umazano *

 

 

El 28 de diciembre del 2021 salió en Caldenia una nota escrita por Walter Cazenave, sobre los boliches de campo en La Pampa. La nota es tan hermosa como simple. Ahí recordé que en esos boliches se habían expresado todas las disciplinas artísticas: la música, la danza, el teatro, la literatura, la plástica, menos los títeres. En lo que a mí respeta, sólo una vez pude mover un muñeco en un boliche. Fue en el pueblo de Vértiz. Recuerdo que esa especie de pulpería detenida en el tiempo estaba cerca de un cine. Hablo del año 2000/03.

 

Debía reparar una marioneta entre función y función. Y mientras el dueño nos cocinaba unos bifes con papas fritas que nos inundaba de humo y olor, me puse a trabajar.

 

El lugar era un boliche. Cuando terminé de reemplazar el hilo cortado, debía probar su funcionamiento. Tomé el comando y moví el muñeco de distintas maneras.

 

Pancho Dato, el mejor técnico que tuve, que proyectaba películas en el Cine Móvil y me llevaba como titiritero, miraba en su computadora portátil unas fotos. Con esa espontaneidad que lo caracteriza, puso Piel Morena, que era lo que cantaba el muñeco; la guitarra y la voz de   Horacio Guarany sonó en todo el boliche. Había un solo espectador; un paisano que cantó con el muñeco. Lamento no haber podido filmar ese momento. 

 

La nota de Walter también me hizo acordar que tenía una obra basada en un cuento popular, donde las escenas transcurrían en un boliche. Recurro a mi desordenado archivo, y la encuentro:

 

 

“El caballo verde”

 

(Tres paisanos juegan al truco gallo en un boliche. La mesa está en el medio del primer plano. Solo se ven sus manos, las cartas. Las cabezas deben moverse cuando hablan y girar cuando lo indique el texto. El paisano 3, del medio, mira hacia el público)

 

 

- Paisano 1: (orejea las cartas)

 

“En la punta de aquel cerro/ Tropecé con una piedra”;

 

- Paisano 2: “¿Y de hay?”

 

- Paisano 1: “Se me pialó la esperanza/ Y agarré…, para la miércoles” (Ríen todos) “¡Ni mentir se puede en este mundo!”

 

- Paisano 2: “Depende; a veces hay que mentir, para vivir”.

 

(Entra un paisano petiso)

 

- Petiso: “¿Se puede saber quién me pintó el caballo de verde?” (Nadie responde; cada jugador está en lo suyo)

 

- Petiso (pregunta de nuevo): “¿Quién me pintó el caballo de verde?”

 

 

(Las cabezas de los tres jugadores giran y se detienen mirándolo un momento. Después vuelven a sus lugares. Los cuerpos no se han movido; solo las cabezas. Retoman el juego)

 

 

- Paisano 3: “Encontré un viejo carpincho, donde relincha el peludo...”

 

- Todos: “¡Epa, epa!”

 

- Paisano 4: “¡Sosiegue que viene gente!”

 

- Paisano 3: “con una flor en la mano, y sin apuro”. (Risas)

 

- Paisano 2: “Yo no tengo nada”.

 

- Paisano 1: “Lo mismo digo. Pero veremos qué pasa con el truco”.

 

 

- Petiso: “¿Se han vuelto sordos?, ¿pregunté quién me pintó el caballo de verde?” (camina)

 

“Seguro que ese hijo de mala madre usa sombrero largo”. (Silencio) “Debe ser el que abastece al panadero de la esquina con cuernos, cuernitos y cuernotes”.

 

 

(El petiso se ha detenido en la otra punta de la mesa, de manera que las cabezas giran hacia el otro lado para mirarlo. Después vuelven a la posición normal)

 

(Silencio)

 

 

- Paisano 1: “¿Y de lo otro qué me dice?”

 

- Paisano 2: “Qué es muy lindo tener cartas”.

 

- Paisano 1: “¿Un cuatro le sirve?”

 

- Paisano 2: “Cuida’o que nos están mintiendo”.

 

           

- Petiso (fuerte): “¿Se lo ha llevado el viento a ese sucio, como papel de escusa’o?”

 

 

(Todos giran sus cabezas. Lo miran un momento, terminan de girar los 360 grados, y continúan jugando)

 

 

- Paisano 3: “¡Cómo dijo el gaucho Erbiti/ primo hermano de Fasulo/ para ganar este ‘truco’/ hace falta tener...”

 

- Paisano 2: “¿Qué hace falta?”

 

- Paisano 3: “Mucha suerte”

 

(Risas)

 

 

Petiso (fuerte): “¡La revoleada, yegua víbora que lo parió, al que me pinto el caballo de verde! Se necesita ser cobarde p’a esconderse”.

 

 

- Paisano 4 (que está frente al público comienza a pararse despacio hasta casi tocar el techo, y desde ahí lo mira y le dice): “Fui yo, ¿por qué?”.

 

- Petiso: “¡Decía nomás! Ya está seco, si quiere darle la segunda mano…” (Se va ligero)

 

 

(El paisano grande se sienta, y continúan jugando. Apagón)

 

 

* Escritor y titiritero

 

 

 

 

 

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