Jueves 02 de mayo 2024

Epoca de brama

Redaccion Avances 25/06/2023 - 09.00.hs

Entre el mes de marzo y abril ocurrió en La Pampa un fenómeno natural único, conocido como “Brama”, el momento de reproducción del ciervo colorado, introducido en la provincia hace 118 años por Pedro Olegario Luro.

 

Daiana Caliva Gómez *

 

En 1905, Pedro Olegario Luro introdujo desde Europa los primeros ejemplares de ciervo colorado con fines de caza: cinco hembras y dos machos. Además de jabalí y ejemplares de faisán, en lo que en aquel entonces fue “San Huberto”, el primer coto de caza del país.

 

Desde finales de la década del 90’, el lugar se considera una Reserva Provincial Pampeana y Patrimonio Natural, Histórico y Cultural, donde se conserva el ciervo colorado, así como el resto de la fauna y flora del ecosistema.

 

El avistaje de ciervos se puede apreciar durante los meses de marzo y abril, a través de excursiones y en compañía de guías que narran sobre la historia del lugar y acerca de las particularidades de la época de brama.

 

“La primera visita guiada fue en el año 96 y se realizan ininterrumpidamente hasta el día de hoy, exceptuando la época de pandemia. Al principio eran pocas personas y con el tiempo fue incrementando, concurren personas de todas partes del mundo así como también de la provincia. Este año alrededor de 1.000 personas asistieron a las visitas guiadas”, cuenta Jorge Briguez, uno de los guías.

 

La brama hace referencia al sonido que emiten los ciervos machos en la temporada de reproducción de la especie. A través del sonido indican a las hembras de su presencia. Durante este período también competirán con otros ciervos para ser elegidos por las hembras, constituirse como machos alfa y conformar un harén.

 

Esto es así ya que durante esos meses se produce el momento de ovulación, por lo que los ciervos irán en búsqueda de las hembras, que permanecen juntas en la zona de pastizal, sitio en el que se alimentan.

 

En diálogo con los guías, consultamos acerca de las particularidades de la época de brama de este año, donde destacaron al atípico calor en el mes de marzo, que hizo que los ciervos permanezcan refugiados de las altas temperaturas adentro del monte:

 

“Esta brama fue muy atípica, ya que el clima está muy cambiado. En otros años, en los primeros días de marzo ya han habido heladas y este año todavía hace calor. Eso hace que no se hayan podido ver muchas peleas como ha ocurrido otros años, han armado los harenes sin que haya tanta pelea. O al menos no las hemos podido ver”, explicó Pochi Abbona, la guía.

 

Características morfológicas.

 

Las ciervas por su parte, pesan entre 80 y 90 kg, mientras que los ciervos alcanzan los 200kg y suelen andar solos en el monte. Ellos, a diferencia de las hembras, poseen astas que renuevan año tras año: “Entre fines de agosto y septiembre sucede el ‘volteo’, donde las astas se caen para volver a crecer, puede suceder que crezca una punta más o que quede la misma cantidad que el ciervo tenía antes de este suceso”, explicó Jorge.

 

Y agregó: “Cuando la ornamenta comienza a formarse nuevamente sale la felpa, lo que los americanos llamaban ‘velvet’, significa terciopelo y a través del contacto con el oxígeno y el paso del tiempo eso comienza a endurecerse. Además, crecen un 1cm por día, hasta llegar a enero o febrero con las astas ya constituidas. Luego las afilan.. ”

 

Además, señaló que las puntas de las astas no hacen referencia a la edad del ejemplar, como suele confundirse a través del sentido común: “Los ciervos llegar a vivir naturalmente 15 años, y se encuentran ejemplares de 17 o más puntas”.

 

Luego del momento de reproducción, las hembras gestarán por nueve meses a los cervatillos, mientras que ellos se unirán a otros machos hasta el próximo momento de apareamiento.

 

La excursión.

 

Alrededor de cuarenta personas realizaron la excursión de la cual participé, allí familias, grupos de amigues, niños y niñas formaron parte de la experiencia.

 

En primer lugar, las personas fueron agasajadas con una merienda en el Restaurant y luego recibieron una charla informativa por parte de los guías en el hall de entrada.

 

Al iniciar la excursión hacia el mirador se pudo percibir la emoción de las personas y esas ganas de “ver algo”, en un paisaje dinámico y en movimiento como lo son los entornos naturales, en donde intervienen además factores climáticos, culturales y sociales.

 

Al caer el atardecer el cielo se tiñó de colores anaranjados. Los caldenes y la vegetación amarilla compuesta principalmente por pasto puna, cola de zorro, paja vizcachera y yerba de la oveja, también se destacaron en la tarde de otoño.

 

Al comienzo del recorrido, se pudo divisar un conjunto de ciervos y ciervas, a pocos metros de distancia. El uso de largavistas permitió apreciar las miradas, los colores de sus cuerpos, la forma de sus astas y hasta a los pequeños cervatillos.

 

María Belén Figueroa Martín, santarroseña de 27 años que realizó por primera vez el paseo de brama junto a su mamá y amigos dijo: “estaba expectante por el trabajo de los guías y los espacios. Me gustó como relacionaron el ambiente con el tiempo de los animales, al ser un grupo grande a veces cuesta manejarlo”. También fue la primera visita que realizó Iñaki Arrieta: “Surgió como una idea entre amigos. El paseo me gustó, me hubiera gustado pasar una noche acá, escuchando la brama”.

 

Durante el recorrido también aparecieron zorros y lechuzas, animales característicos de la reserva. Mientras que, al llegar al Punto Panorámico Ermita, reinó el silencio, condimento fundamental para no ahuyentar a los animales, poder escuchar el bramido y detenerse en la observación de la llanura pampeana. Así, ciervos que corrían de un lado hacia a otro y muchas ciervas se divisaron en el monte. Mientras que la luna llena iluminó el final del recorrido.

 

“Es impresionante como podes vincularte con la naturaleza, a tan pocos minutos de la ciudad. Es una experiencia que las personas no se deberían perder porque no sólo conectas con la flora y la fauna del lugar, sino que conectas con la población de acá, esto está bueno, mimetizarse con las raíces de uno y conectarse con las personas que se criaron en estos espacios”, agregó María Belén.

 

También conversamos con los guías respecto a las particularidades de la Reserva: “La reserva es para disfrutarla, no venir sólo a comer un asado y estar con música, sino sentir el lugar, la naturaleza, disfrutar de la brama quienes no lo hayan hecho y poder acercarse en un próximo año a participar de esta actividad que no se ve siempre y no se ve en todos lados,ya que esta es la única reserva en la provincia en la que se conserva el ciervo colorado ”, dijo Pochi.

 

Mientras que Jorge agregó: “Lo que tiene esta excursión es ir detrás de ellos para verlos, sacar fotos y que la gente se vaya con una experiencia que es sensitiva en cuanto a verla, sentirla, escucharla. Nosotros podemos explicar, pero lo más rico es cuando vienen a vivirlo por su cuenta, se lo recomiendo a todos que si alguna vez en su vida pueden hacerlo este es el lugar indicado.

 

Además, en el parque hay más de 200 especies de aves y también hay flora, tenemos el caldén, el único ecosistema en el mundo. Es importante venir a disfrutar de cosas que no nos damos cuenta que tenemos, lo digo como santarroseño y como pampeano.”

 

Así, todos los sentidos se despliegan en esta experiencia de avistaje tan única que involucra a la comunidad y al conjunto de la biodiversidad del monte pampeano.

 

* Licenciada en Sociología

 

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