Un mundo anestesiado
El pueblo palestino es masacrado por el ejército sionista, asesinando niñas y niños, también a sus artistas, médicos, periodistas, académicos... Esas voces silenciadas se erigen sobre las ruinas de Gaza y nos hablan, nos cuentan, nos interpelan frente a la barbarie.
Sergio De Matteo *
Vengo con una lista que me hice. Lo que dicen los israelíes es que antes del 7 de octubre había paz, que no había guerra. Israel no había hecho nada, que estaban en su casa tomando mate y comiendo faláfel, y que de repente por algún motivo el 7 de octubre hubo una explosión de violencia. El 2023 fue el año más sangriento para Palestina en 25 años, tanto en Gaza como en Cisjordania. Dejenme darles un recuento: el 22 de febrero mataron a 11 palestinos en Nablus -esto fue después de que hubo una cantidad de asesinatos independientes, muchos de ellos chicos y adolescentes, de 11 a 16 años-; el 26 de febrero un muerto en Hawara; en marzo hubo muertos en Jenin, de 6 a 9 muertos; en abril, hubo 2 muertos en Nablus; el 14 de abril hubo 14 muertos en Nur Shams, Tulkarem; en mayo, el 9 y el 14 hubo, de hecho, 323 bombardeos con 33 muertos; en julio, del 3 al 5, en Jenin, hubo 12, 18 muertos, 100 heridos y 500 familias desplazadas; el 6 de julio, en la escuela de la UNRWA, 16 refugiados muertos; un 8 de julio, en otra escuela de la UNRWA, otros heridos, todos en Gaza; el 1 de agosto, en Ma’ale Adumim, un muerto; el 4 de agosto, escuela de Hamama, Nuseirat, 17 muertos; el 15 de agosto, Jericó, 2 muertos; el 1 de septiembre, Áqaba, un muerto; el 5 de septiembre, Nur Shams, 2 muertos; el 9 de septiembre, en Al-Mawais, Gaza, 19 muertos y 60 heridos; el 10 de septiembre, escuela de Al-Jouni, 18 muertos; 5 de octubre, dos días antes, hubo múltiples muertos en Tulkarem, entre 5 y 10. ¿Alguien puede decir que esto empezó el 7 de octubre?”.
Me parecía oportuno y relevante iniciar este artículo, que pone en evidencia al genocidio e infanticidio en la Franja de Gaza, con estas palabras, con esta enumeración (no caótica, sino sangrienta) realizada desde Berlín, por Martin Gak, Doctor en filosofía, experto en ética, que realizara en el programa Una Vida Tranquila, dirigido por Rosario Lufrano y Facundo Herrera, que se transmite por el canal de streaming Norita y Radio Perfil. Recomiendo que visiten el Instagram de Martín Gak, no sólo por el conocimiento en su especialización, sino también por la temática judía, por lo que sucede en Palestina y, específicamente, en Gaza; pero además por la sensibilidad, la expresión de dolor, el llanto… sí, las lágrimas. En una época que se encuentra anestesiada por la sobreinformación, las noticias falsas, los discursos de odio, las granjas de trolls, por el individualismo exacerbado o el “salvase quién pueda”, donde “el hombre es un lobo para el hombre”, tal cual lo predijera Thomas Hobbes en su Leviatán de 1651. Entonces, hallar a un hombre compungido, sufriente, exponiendo sin pudor esa herida debido al exterminio de niñas y niños en Gaza, nos humaniza, nos devuelve (nos dona, incluso), algo de esperanza, a pesar de la trágica situación desatada ahora entre Israel e Irán.
Hablé de enumeración, lo que me recuerda aquella otra enumeración de Jorge Luis Borges que llamó la atención de otro filósofo, Michel Foucault, y dio base al libro Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas (1966).
Donde la risa de Foucault, ante la taxonomía de Borges en “El idioma analítico de John Wilkins”, surge de la extrañeza y el desorden que provoca en el sistema de clasificación occidental (su lógica binaria). Es más, la enumeración del escritor argentino, que el pensador francés encuentra hilarante, no se refiere a lo cómico de la lista en sí, sino a la “extrañeza, al exótico encanto de otro sistema de pensamiento”. Qué quiero decir con esto, a que el pasaje es un ejemplo de cómo el lenguaje y las clasificaciones pueden ser alterados para cuestionar las estructuras de poder y conocimiento. En resumen, la risa de Foucault no es una reacción a un chiste, sino una respuesta a la ruptura del orden establecido.
El chiste, la ironía, la parodia, el carnaval, sirven para desmontar o deconstruir la hegemonía del poder; pero no sólo la broma puede modificar la percepción de las subjetividades, también lo hace el dolor, la compasión, la caridad, porque son manifestaciones que nos religan a la otredad, volviéndonos mucho más humanos, ante tanta destrucción, mentira y cinismo.
Genocidio/Infanticidio.
Varios periodistas, escritores, poetas, filósofos, políticos han signado al 7-O (7 de octubre de 2023) como el inicio de un limpieza étnica que tiene como víctimas, en este siglo XXI, al pueblo palestino (antes lo había escrito Illan Pappé: La limpieza étnica de palestina, 2006), además, por la virulencia de los bombardeos y la saña de los francotiradores del ejército sinonista de Israel, podríamos decir que se está cometiendo no sólo un genocidio sino también un infanticidio.
La historia es larga y nos lleva a la Nakba, que significa “catástrofe” o “desastre” en árabe, utilizado para designar al éxodo palestino, y el término se utiliza para describir tanto los acontecimientos de 1948 como la actual ocupación de los palestinos en sus territorios expoliados (Cisjordania y la Franja de Gaza), así como su persecución y desplazamiento en su propia tierra y en los campos de refugiados a lo largo y ancho de la región.
De acuerdo a los datos duros de la realidad, de lo que acontece diariamente en el territorio ocupado de Palestina y, específicamente, en la Franja de Gaza, según recuento del diario de derecha The Economist, a mediados de junio era de 109.000 muertos, sin contar los que permanecen enterrados debajo de los escombros, los que fallecen por heridas de armas, de hambre o de sed, que llevaría ese número a más de 250 mil víctimas. Organizaciones humanitarias como Médicos Sin Fronteras, Human Rights Watch y Amnistía Internacional advirtieron sobre los indicios de genocidio y crímenes de guerra, porque ya es una masacre a cielo abierto y en tiempo real, sin intervención de los organismos internacionales (OEA, ONU) ni de las grandes potencias que no se encuentran alineadas con la OTAN, Estados Unidos o Israel.
Nasser Rabah.
Nace en Gaza en 1963. Poeta, novelista y licenciado en Ciencias Agrícolas, que reside en un campo de refugiado en Al-Maghazi. Ha publicado los libros de poemas A la carrera tras una gacela muerta (2003), Uno de nadie (2011), Caminantes con vestidos ligeros (2014), Agua sedienta de agua (2017), Elegía del petirrojo (2021) y La guerra que no termina (2024); y la novela Desde aproximadamente una hora (2018).
Su obra ha sido traducida al inglés, francés y también versionada por el poeta y músico David Wapner en la antología Un sexto dedo en cada mano (Ediciones Op. Cit., 2024), con ilustraciones de diferentes artistas. De reciente aparición es el libro Gaza: el poema hizo su parte, con introducción de Luz Gómez, traducción del árabe por Alberto Benjamín López Oliva (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2025).
“Ahora que terminó la guerra,/ el cuerpo que perdí,/ mi cabeza, mis dedos, mis brazos,/ vuelve a estar disponible,/ como si acabara de regresar a su lugar.// Ahora que terminó la guerra,/ miro al cielo,/ y extraño los pájaros y nubes./ Nada de aviones.// Ahora que terminó la guerra,/ la escoba barre polvo, trozos de vidrio,/ tornillos de puertas rotas./ Barre las piedras derrumbadas de las paredes,/ fragmentos de tazas de té doradas,/ el marco de fotos familiares./ Juguetes para niños, platos playos,/ lo acumulo todo aquí en mi corazón.// Ahora que terminó la guerra,/ mi madre viene a disculparse,/ dice: ya no hay lugar para recibirles./ El cementerio se llenó, por fin.// Ahora que terminó la guerra,/ pongo mis manos sobre mi cabeza y corro,/ no hay sol ni lluvia, no hay prisa./ Me acostumbré a proteger mi cabeza.// Ahora que terminó la guerra,/ me hago de mucho, mucho pan,/ un pan para cada amigo./ Y voy al cementerio.// Ahora que terminó la guerra,/ pienso en dormir./ Mis amigos viajeros/ regresan todos/ para pasar la noche juntos./ En soledad, bebo té.// Ahora que terminó la guerra,/ apago el teléfono y duermo./ Otra guerra comienza en pesadillas”. (Trad.: David Wapner)
Uno de sus últimos poemas escritos es “Como morimos”: “Cuántos murieron, ya no importa, cuántos hemos muerto, no hay memoria para contar. La guerra es un cielo feo, música de fondo para un holocausto repetido. Cuántos murieron, ya no importa, las manos quemadas no saben contar”. (Trad.: Alberto Benjamín López Oliva)
Uzmán Husáin.
Poeta gazatí. Escribió el 21 de octubre de 2023 en una suerte de diario de la guerra: “La guerra estaba sentada./ Se puso en pie, tímida los primeros días,/ escondiendo el rostro y la respiración./ El primer muerto tendrá nombre y número/ y quizá el redoble de tambores recuerde el color/ de sus zapatos./ Será afortunado, se le tendrá por mártir./ Los demás pasaremos como números en disputa/ sin nombre ni historia./ La guerra se puso en pie como una maldición,/ no estaba dormida como afirmaba”. (Trad.: Luz Gómez)
Hiba Abu Nada.
Nacida en La Meca en 1991 y asesinada en Jan Junis, Franja de Gaza, el 20 de octubre de 2023. Poeta, novelista, bioquímica, nutricionista y activista. Había obtenido el segundo lugar en el Premio Sharjah a la Creatividad Árabe por su novela El oxígeno no es para los muertos. Publicó un poema el 8 de octubre de 2023 en la red virtual X, doce días antes de que un misil la matara en su casa junto a su familia: “La noche de la ciudad es oscura, salvo por el brillo/ de los misiles./ Silenciosa, salvo por el sonido de los bombardeos./ Aterradora, salvo por el sosiego de las oraciones./ Negra, salvo por la luz de los mártires./ Buenas noches, Gaza”.
En el sitio digital Emma Gunst, que es un reservorio poético de mujeres de todo el mundo, editado y curado por la periodista Miriam Tessore, se publica un último texto del 19 de octubre (recuperado del diario almayadeen.net y de contrapunto.com.sv), un día antes de ser asesinada por el ejército sionista: “Si morimos, sepan que estamos satisfechos y firmes,/ y digan al mundo, en nuestro nombre,/ que somos personas justas, del lado de la verdad”. (Trad.: Luz Gómez)
Refaat Alareer.
Escritor, ensayista, docente y activista nacido en Gaza en 1979. Enseñó literatura y escritura creativa en la Universidad Islámica de Gaza y fue uno de los fundadores de la organización We Are Not Numbers, que unía a autores experimentados con escritores jóvenes en Gaza. Fue asesinado el 6 de diciembre de 2023. Tenía 44 años. Su hermano Salah con su hijo Mohammed y su hermana Asmaa con tres de sus hijos (Alaa, Yahia y Mohammed) perdieron la vida en el mismo ataque aéreo.
“Si tengo que morir/ tú tienes que vivir/ para contar mi historia/ para vender mis cosas/ y comprar un trozo de tela/ y unas cuerdas/ (hazla blanca y con una larga cola)/ y así un niño, en algún lugar de Gaza,/ cuando sus ojos miren al cielo/buscando a su padre que se fue en una llamarada -/ sin despedirse de nadie/ siquiera de su carne/ siquiera de sí mismo -/verá la cometa, mi cometa hecha por ti, volando/ alto alto/ y pensará por un momento que viene un ángel/ trayéndole amor./Si tengo que morir/ deja que ella traiga esperanza/ deja que cuente la historia”. (Trad.: Luz Gómez)
Noor Hindi.
Es una poeta, ensayista y reportera palestino-estadounidense; reside en Detroit. Su primer poemario se titula Querido Dios.
Queridos Huesos. Querido Amarillo (2022), actualmente está preparando, junto a George Abraham, una antología de poesía palestina.
“A la mierda su conferencia sobre técnica, a mi gente la están matando”: “Los colonizadores escriben de flores./ Yo les hablo de niños que tiran piedra a tanques israelíes./ momentos antes de convertirse en margaritas./ Quiero ser como esos poetas que se preocupan por la luna./ Los palestinos no ven la luna desde las celdas y las prisiones./ Es tan hermosa, la luna./ Son tan hermosas las flores./ Cuando estoy triste recojo flores para mi padre muerto./ Miro Al Jazeera todo el día./Ojalá Jessica dejara de enviarme mensajes diciendo ‘Feliz Ramadán’./ Sé que soy estadounidense porque cuando entro en una habitación algo muere./ Las metáforas sobre la muerte son para poetas que creen que a los fantasmas les importa el ruido./ Cuando muera, prometo perseguirte para siempre./ Un día escribiré sobre las flores como si fueran nuestras”. (Trad.: Juan Toledo).
Fatma Hassona.
Fotoperiodista nacida en 1999 en Gaza. Al día siguiente de que se anunciase la proyección del documental Pon tu alma en tus manos y camina, dirigido por Sepidh Farsi, en el ACID del Festival de Cannes, fue asesinada junto con diez miembros de su familia en un ataque aéreo israelí el pasado 16 de abril de 2025. Con la muerte de Hassona, ya son 212 los periodistas fallecidos desde el inicio de la guerra en octubre de 2023.
Hadman Ballal.
El cineasta palestino y codirector del documental No Other Land, que obtuvo un Oscar este año, sufrió una agresión brutal por parte de colonos israelíes por el premio recibido, además de ser detenido y secuestrado por soldados israelíes de la ambulancia en que era asistido.
Parnia Abassi.
Nace en Teherán en 2001 y muere, junto a toda su familia, en los recientes bombardeos de Israel a Irán. Poeta y profesora de inglés. Su obra se publicó en Vazn-e Donya (El peso del mundo), una prestigiosa revista literaria iraní.
“La estrella extinguida”: “Lloré por ambos/ por ti/ y por mí/ soplas/ a las estrellas mis lágrimas/ en tu mundo/ la libertad de la luz/ en el mío/ la persecución de las sombras/ tú y yo llegaremos al fin/ en algún lugar/ el poema más hermoso del/mundo/ se detiene/ empiezas/ en algún lugar/ a plañir el murmullo de la vida/ pero terminaré/ ardo/ seré esa estrella/extinguida/ en tu cielo/ como humo”. (Trad.: Verónica Jiménez)
Todo se quema.
Nos enseña la historia que el texto “Du må ikke sove” / “No debes dormir”, del poeta y periodista noruego Arnulf Øverland, publicado el 1936, fue predictivo porque habla del peligro ante Hitler y también anuncia que “Europa se quema”.
Hoy podríamos decir que, lamentablemente, “Medio Oriente se quema”, pero también pensar, por la vía negativa, debido a que hay armas nucleares de por medio, que todo el mundo podría quemarse.
* Colaborador
Artículos relacionados