Miércoles 09 de julio 2025

Matadero dio el gran golpe ante All Boys

Redacción 31/07/2023 - 09.55.hs

Deportivo Matadero consiguió ayer el triunfo más resonante de su corta historia. Se impuso por 1 a 0 como local ante el gigante All Boys, en el primer enfrentamiento entre ambos en la Liga Cultural de fútbol, y le cortó al Auriazul una racha de doce victorias consecutivas.

 

Iñaki Benvenuto, a los 10 minutos de la segunda parte, marcó el único gol del encuentro, que el Torito pondrá en un cuadro a la misma altura del que recuerda aquella serie que el año pasado le ganó a Sportivo Luan Toro para lograr el ascenso a la Primera División culturalista.

 

El partido, correspondiente a la decimotercera y última fecha del Torneo Apertura de la Zona Norte, se disputó en la cancha del Predio de Atlético Santa Rosa, donde All Boys jugó con uno menos desde los 7 del complemento por la expulsión de Gonzalo Turri.

 

El cierre encontró a la visita -ya ganadora del Apertura- protestando airadamente contra el árbitro Sergio Vargas, especialmente porque no sancionó un penal por mano de Nicolás Baronio a los 21 del segundo tiempo, y al local festejando con su gente por una victoria inolvidable, que le permitió salir de los últimos lugares y ganar confianza de cara a un Clausura en el que buscará sumar para mantener la categoría.

 

Aguante.

 

Deportivo Matadero jugó un partidazo. Consciente de sus virtudes y limitaciones, el equipo dirigido por Alfredo Sauro fue inteligente para aprovechar las ventajas que le da su cancha, incomodando a All Boys de principio a fin y aguantando con estoicismo el lógico y previsible empuje del mejor equipo del torneo.

 

Las figuras del arquero Roberto Machado y el central Juan Fernández Cornejo sobresalieron dentro de un gran trabajo en general del Torito, que se entregó por completo para soportar los embates del Auriazul, tuvo picardía para fastidiar al rival, viveza para capitalizar sus momentos creando peligro y oportunismo para convertir el gol que le terminó dando la victoria.

 

All Boys nunca encontró su juego. Dominó casi siempre y generó muchas chances, pero generalmente de manera forzada. Jugó apurado, sin el control habitual (extrañó mucho a Gastón Palma) y en reiteradas oportunidades tuvo definiciones defectuosas producto de piques inesperados, que con el correr de los minutos fueron sumando grados a su nivel de fastidio.

 

La impotencia de la visita, que buscaba un inédito decimotercer triunfo consecutivo en la Liga Cultural, terminó de consumarse promediando el complemento, cuando ya con uno menos se vio privada del empate por un despeje en la línea de Baronio con la mano que no vio el árbitro Vargas.

 

¿Lo podría haber igualado All Boys? Sí, y por situaciones hasta debería haberlo ganado. Pero Matadero lo aguantó, con armas leales, y si se tiene en cuenta la disparidad de planteles, poderío, presente e historia, se quedó con un triunfo merecidísimo.

 

Gol y polémicas.

 

All Boys generó varias situaciones en la primera parte vía Hernán Altolaguirre y Jerónimo Gutiérrez, con centros cruzados y definiciones de ambos -generalmente incómodas- que terminaron controladas por Machado. También se lució el arquero ante un lindo tiro libre de Tomás Arzer y ante un remate de Brian Ramírez.

 

Del otro lado, Matadero llegó con Franco González (muy bien aguantando la pelota en todo el juego), quien se encontró con una buena respuesta de Lautaro Guaraglia, y con el "fantasista" Angel Kowalkzuk (tiró lujos toda la tarde), quien le ganó a Arzer y a Lucas Vasallo entrando al área y perdió contra el arquero.

 

Para el inicio del complemento las posturas no cambiaron, con la visita llevando la iniciativa aún sin controlar del todo el juego. Pero a los 7 minutos comenzó a cambiar la historia con la expulsión de Turri por una falta sobre Emanuel Fernández: el árbitro le mostró la amarilla al mediocampista alboyense, pero al constatar las marcas sobre la humanidad del local, la cambió por la roja.

 

Tres minutos después llegó el gol que, por su valor, quedará en la historia del Deportivo Matadero: Vassallo rechazó un centro con un cabezazo defectuoso, la pelota quedó picando en el borde del área y allí apareció Iñaki Benvenuto para sacar una volea que se clavó contra un palo.

 

A partir de la ventaja local, todo fue de la visita, excepto por un doble sombrero en el área de Kowalczuk en una contra, que le sacaron cuando definía para el 2-0.

 

All Boys empujó, generalmente con pelotas largas (en ese contexto fue extraña la temprana salida de Altolaguirre), puso en aprietos a Matadero y tuvo la más clara a los 21 con un cabezazo en el área que fue rechazado sobre la línea por Baronio con la mano. El árbitro Vargas -tapado- no vio el penal, su asistente tampoco y todo quedó en las airadas protestas de los alboyenses.

 

Los visitantes insistieron hasta el final, en algunos casos chocando contra la siempre estoica defensa local y en otras contra la figura de Machado, que en las más claras se lució con tapadas ante cabezazos de Eric Rodas y Federico Ihitsague. La última fue de Vassallo, pero esta vez el cabezazo en soledad del "Bombero" (salvador del equipo en tantos partidos clave) se fue por arriba.

 

El pitazo final de Vargas (adicionó cinco minutos y luego dos más, pero lo terminó a los 49) desató el festejo histórico del Deportivo Matadero, que en su primera experiencia en la máxima división culturalista se dio el gusto de ganarle al máximo campeón de todos los tiempos, cortándole una racha de doce victorias consecutivas.

 

"Una alegría para toda la vida".

 

Iñaki Benvenuto fue el autor del histórico gol que le dio a Deportivo Matadero la victoria ante All Boys. Integrante de una familia siempre identificada con el barrio y con el fútbol, "Iña" terminó el partido emocionado.

 

"No veníamos bien, pero las ganas siempre estuvieron y nos hacía falta una alegría. Y esta es una alegría para toda la vida", destacó Iñaki, quien ayer compartió cancha con su hermano Wendy (ambos hijos del Roberto "Zurdo" Benvenuto), con su primo Bautista (hijo de Javier, ayudante de campo del equipo) y con su tío y padrino "Cuca" (Ernesto), hermano de Javier y Roberto.

 

"No termino de asimilar la importancia del triunfo todavía. Imaginate que yo soy del barrio, me crié ahí y conseguir esto es una emoción muy grande", agregó el joven de 25 años con los ojos llenos de lágrimas.

 

Y sobre la preparación y el rendimiento en este encuentro ante un gigante como All Boys, señaló: "La mayoría de los chicos que somos del barrio sentimos mucho más los partidos más complicados; nos gusta jugarlos por lo que significan para nosotros y para el barrio. Sentíamos que este era uno de los partidos más importante de nuestra historia, y nos teníamos más fe que nunca".

 

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