El gobierno sigue cerrado
El Senado de Estados Unidos rechazó una propuesta de ley de financiación que hubiera permitido reabrir la administración federal, marcando la tercera semana consecutiva de cierre del gobierno. Con 50 votos a favor y 43 en contra, la medida volvió a quedar lejos de alcanzar el mínimo de 60 apoyos requeridos para aprobar la normativa.
Los republicanos no lograron reunir esa cifra pese al apoyo de la senadora demócrata por Nevada Catherine Cortez Masto y el independiente por Maine Angus King. Esta vez faltó el demócrata John Fetterman, de Pensilvania, quien no participó en la votación, mientras que Rand Paul, senador republicano por Kentucky, volvió a votar en contra.
Chuck Schumer, el líder demócrata, defendió la postura de su bancada, que “ha insistido en la inclusión de una prórroga de los subsidios de la Ley de Atención Médica Asequible (ACA), que expiran a fin de año, como condición necesaria para la aprobación de la reapertura del gobierno”.
Y cuestionó a los republicanos por su actitud durante la crisis: “nuestro país enfrenta una catástrofe sanitaria y los republicanos pasarán esta semana de vacaciones o celebrando mítines en la Casa Blanca. Los empleados del gobierno deben trabajar sin cobrar, pero los republicanos de la Cámara cobran sin trabajar”, lamentó.
John Thune, líder de la mayoría republicana en el Senado, responsabilizó a los demócratas por la situación: “los demócratas son los únicos responsables del abismo de los créditos fiscales de ObamaCare, pero intentan culpar de este desastre a los republicanos al mismo tiempo que les piden ser rescatadosd”. Según Thune, la oposición intentó convertir los problemas de ObamaCare y los subsidios que expiran en “una crisis de los republicanos”.
Cierre histórico.
Con este estancamiento, el cierre del gobierno entra en su tercera semana y se convierte en el segundo más largo de la historia de Estados Unidos, detrás de los 35 días registrados entre 2018 y 2019 durante la solicitud de fondos para el muro fronterizo por Donald Trump. Se espera que el Senado vuelva a votar hoy sobre el proyecto de ley de financiación provisional, mientras los negociadores de ambas bancadas trabajan para alcanzar un acuerdo y destrabar la crisis que mantiene a miles de empleados federales sin sueldo.
Salón de baile.
Mientras tanto, ayer comenzaron las tareas de demolición en el Ala Este de la Casa Blanca, con el objetivo de construir un salón de baile solicitado por el presidente estadounidense, Donald Trump. “Me complace anunciar que se ha iniciado la construcción para edificar el nuevo, grande y hermoso Salón de Baile de la Casa Blanca”, anunció Trump en su plataforma Truth Social.
“Durante más de 150 años, todos los presidentes han soñado con tener un salón de baile en la Casa Blanca para recibir a la gente en grandes fiestas, visitas de Estado, etc. Me honra ser el primer presidente en poner en marcha finalmente este proyecto tan necesario”, añadió Trump. El costo de la obra está estimado en unos 250 millones de dólares y el mandatario aclaró que la inversión será financiada por empresas privadas.
El anuncio provocó fuertes cuestionamiento desde el Partido Demócrata y el gobernador de California, Gavin Newsom, lamentó que, en lugar de reabrir el gobierno, el presidente se dedique a “derribar la Casa Blanca”.
(Ambito y NA)
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