Prohíben las bolsas plásticas
Guillermo Di Liscia, miembro orador de la oposición, argumentó que, actualmente, gran parte de los comercios de la ciudad utilizan bolsas biodegradables, cuyo uso reduce la contaminación. Aseguró que reemplazarlas por bolsas de papel sería peor, por el daño ambiental que causa la elaboración de ese material. Además abogó por reducir el uso de las "bolsitas" a través de campañas para convencer a la población de usar "la bolsa de los mandados".
También advirtió que la redacción de la propuesta resultaba ambigua, al punto que se tornaría inaplicable. Rodríguez lo acusó al opositor de no realizar las observaciones en comisión y pidió la votación. Tras la compulsa, la ordenanza fue sancionada por mayoría.
Una polémica similar se suscitó después con otra iniciativa, esta vez de Mariela Cabreros (PJ), para establecer la obligatoriedad de la limpieza y desinfección anual de los tanques, cisternas y cañerías de agua potable de los edificios de propiedad horizontal, la cual tampoco fue acompañada por el Frepam por motivos formales.
Otra vez la Virgen.
Antes, al comenzar la sesión, los ediles sí tuvieron unanimidad para repudiar las expresiones del sacerdote Jorge Luis Hidalgo, quien expresó un elogio al dictador Jorge Rafael Videla, compartiendo en su perfil de la red social Facebook, una foto del genocida con la leyenda "No fueron 30 mil. Ni fueron inocentes".
Di Liscia celebró el rápido consenso logrado en el cuerpo para repudiar al cura y recordó que personas como ese párroco, todos los domingos, predicaban sobre la vida cobrando un sueldo del Estado.
Cuando el debate parecía cerrado, la fregenista Cecilia Roigé pidió la palabra. La edila lanzó un cuestionamiento contra los funcionarios públicos que permitían que la Iglesia siga teniendo injerencia en el Estado. Su mensaje apuntó al propio presidente del CD, Rafael Baraybar (ausente en la sesión), a quien acusó de haber pedido permiso al obispo Mario Poli para cambiar de sitio una virgen que se encuentra en una oficina del Concejo.
Se trata de la imagen religiosa que se vio envuelta en una polémica durante la gestión del Frepam, cuando Di Liscia, entonces titular del CD, decidió quitarla de la vista al público, causando el enojo de la grey católica local. Tras el revuelo causado por aquella medida, la virgen fue colocada en una oficina. De allí quiere sacarla Baraybar, para restituirla al lugar donde estaba antes, un descanso en las escalinatas de ingreso. Según la denuncia de Roigé, el funcionario escribió la resolución, pero antes la puso en estudio del Obispado, donde el trámite estaría en análisis.
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