Sentenciaron a un albañil a 14 años de cárcel por abuso
El juez de audiencia, Carlos Besi, condenó este lunes a un albañil de 41 años a la pena de 14 años de prisión, como autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual por sometimiento gravemente ultrajante por su duración y las circunstancias de su realización, y abuso sexual con acceso carnal, todo ello agravado por resultar un grave daño en la salud mental de la víctima, por la calidad de guardador y por haber sido cometido contra una menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente con el mismo, como delito continuado.
Tras el juicio oral, Besi dio por demostrado, en base a las pruebas y testimonios incorporados al legajo, que “sin poder precisar fecha, y en reiteradas oportunidades”, el imputado abusó de una menor desde los 6 hasta los 9 años, “mediante tocamientos en sus partes íntimas (…), masturbándose frente a ella y obligándola a hacérselo (…); como también, el domingo o lunes inmediatamente anterior a la denuncia, haberla accedido carnalmente”.
Todos esos hechos ocurrieron en el interior de la vivienda que el grupo familiar compartía, más precisamente en la habitación del acusado, en momentos en que su pareja –tía de la víctima y sus primos no estaban y él estaba sola con la niña, a quien amenazaba “con agredirla físicamente si no hacía lo que le ordenaba”.
Durante los alegatos, el fiscal Walter Martos había solicitado una pena de 15 años de prisión, calificando lo sucedido como constitutivo de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante teniendo en cuenta su duración, las circunstancias concretas de realización y abuso sexual por haber mediado acceso carnal por cualquier vía todo agravado por ser el albañil el encargado de la educación y la guarda de la niña, por haber sido cometido contra una menor de 18 años aprovechado la situación de convivencia preexistente, y por haber resultado un grave daño a la salud mental de ella.
Al fundar ese pedido de sanción, el fiscal tuvo en cuenta como atenuante la falta de antecedentes del acusado, pero consideró varios agravantes: la edad de la niña, las circunstancias de tiempo, modo y lugar, las graves consecuencias sociales y familiares –al ser separada de su grupo familiar se vio muy afectada anímicamente–, y las graves e irreparables secuelas, ya que aún se encuentra en tratamiento psicológico. Además pidió que se le mantuviera la prisión preventiva hasta que el fallo quede firme.
El defensor Omar Gebruers, en cambio, alegó por la absolución del acusado, pidiendo su inmediata libertad. Además requirió la nulidad absoluta de una prueba central, la declaración de la víctima en Cámara Gesell, por actividad procesal defectuosa.
Artículos relacionados