Miércoles 23 de julio 2025

«Sembró el regreso de la política»

Redaccion 28/10/2020 - 22.16.hs

El subdirector de Radio Nacional, Gustavo Campana, además de ser comunicador, también tiene renombre como archivista y escritor. «Néstor Kirchner: No les tengo miedo» es el título del libro que presentó el martes 27, en coincidencia con el décimo aniversario del fallecimiento del expresidente.
En diálogo con el programa La Campana (Radio Noticias), comentó que a esta obra la escribió desde el punto de vista periodístico. «Fue básicamente la etapa de Néstor entre 2003 y 2010, un momento que cobra importancia política de norte a sur y de este a oeste de la República Argentina, y también a nivel latinoamericano. Es fundamental, no solamente lo que hizo, no solamente cumplir con él mismo, sino en qué contexto», explicó.
«Néstor sigue siendo futuro. Sembró el regreso de la política, una forma de poder enfrentar al poder real y enfrentando al poder real, gobernar, porque no hay otra forma que restarle privilegios a un sector para poder ensanchar los derechos del otro. Por lo tanto, lo que dejó es una matriz, un formato, y esencialmente un núcleo duro que no abandona el kirchnerismo», reflexionó más adelante.
Además, remarcó que durante los años 2016 y 2017 hubo muchos intentos por borrar la memoria del exmandatario. «Quisieron derribar todos los bustos, las estatuas, cambiar los nombres de Néstor Carlos Kirchner a cualquier cosa que hubiera sido utilizada de esa manera. En realidad, triunfa su memoria y su legado porque está en el corazón de gran parte del pueblo argentino, eso es imposible borrarlo por decreto o intentar borrar la historia tapándola con un dedo. Así que Néstor es su ausencia física y su enorme presencia política», destacó.
– ¿Cuál es la esencia que llevó a que los jóvenes volvieran a militar con ganas en política?
– Néstor significa que la política es de carne y hueso, y es posible. Que la pelea con el poder real se puede dar, y encima, le gana bastantes partidos y cada tanto das una vuelta olímpica. Cuando Néstor demuestra que es posible, termina de enamorar, es la democracia real. La democracia en la Argentina en ese momento deja de ser formal, y en algunos pasajes formal y entreguista de los patrimonios del Estado, de los sueños de soberanía, de las leyes laborales.
Pero a Kirchner lo precede un tiempo, incluso en democracia, donde la política termina en un «que se vayan todos». Hay un montón de señales que nos dan una mano para documentar esto que estoy diciendo. Vayamos a todas las coloraturas que se vivieron del ’83 al 2003, son 20 años que por distintos motivos vamos del desencuentro a la traición, y entonces son pocas cosas las que te terminan por enamorar, el sistema queda vivo, pelea cierto grado de solidez simbólica que ya no hay forma de volver atrás y Néstor viene a meter contenido. Vos hablabas de ese momento en el que se vayan todos, gran parte de la sociedad argentina le pegaba a los mucamos del poder real, que era el sector político que le había puesto cartelito de liquidación a nuestro país, allá por diciembre de 2001. Pero no podía visibilizar a su verdadero enemigo, a quien lo hambreaba, a quien lo dejaba sin laburo, quien tomaba deuda externa para hipotecar a tres o cuatro generaciones de argentinos, y el poder real se escondía detrás de sus mucamos. Néstor les puso nombre y apellido, los bautizó, los mostró, los enfrentó, y ahí está básicamente el gran tesoro que deja. Hay que dar esa pelea sin importar el resultado, mucho menos sin importar la estatura del enemigo que todos los días es un centímetro más alto, y ahí está la gran victoria del pueblo argentino. Si uno va, por ejemplo, a Néstor en 2005, y ya ensanchó su espalda, ya no es más el hombre del 22% de los votos, y en 2005 hay una reestructuración de la deuda de un 70%, anuncia el pago al Fondo y le dice no al Alca. Es demasiado grande, es enorme, absolutamente enorme.
– También es enorme el momento en que él fue a la oficina del FMI en Argentina y les dijo «ustedes ya no tienen nada que hacer acá» .
– Bueno, ahí se desembaraza de las políticas de ajuste permanentes, entonces hay un cambio de paradigma que es enorme, y no toma deuda en 12 años, es muy fuerte lo que significa Néstor en el hecho de corroborar en la acción lo que durante tantos años soñó y prometió. En ese sentido, a él no le entra una bala entre la promesa y la acción de gobierno, y con todo eso estamos hablando 10 años después como si fuera a futuro.

 

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