La mutación social. Casi como un virus
I – La inminente llegada a La Pampa de las primeras 2.300 dosis de la vacuna Sputnik trajo la necesaria cuota de alivio luego de meses de espera en la incertidumbre de una pandemia que obligó a las autoridades a tomar serias medidas. Este diario reveló que los primeros en vacunarse serán los médicos y enfermeros que están en la primera línea de combate contra la pandemia. Serán 500 médicos y 1.100 enfermeros a quienes, de esta forma, se protege de su constante exposición al virus. Uno de los mayores temores que la pandemia produjo en toda la humanidad fue el efecto que el contagio en el personal de Salud podría provocar en la atención de la emergencia. Afortunadamente, aunque en nuestra provincia hubo contagios y esquemas de emergencia para reemplazar médicos y enfermeros, las medidas que se tomaron de ampliación del recurso humano para enfrentar el impacto de la enfermedad, demostraron su eficacia.
II – El alivio de la vacuna llegó a La Pampa junto con lo que, se estima, es «el» pico de contagios con varias jornadas por encima de los trescientos nuevos casos diarios. Luego de un primer pico de casos en octubre (antes se habían registrado dos ascensos en la curva de contagios pero pudieron ser controlados rápidamente con medidas de restricción) el que llega ahora supera todo lo conocido y despierta los peores temores en la autoridades sanitarias. La paradoja de esta situación que pone a prueba las medidas de prevención y control de la enfermedad es que, como la misma enfermedad, en una parte de la sociedad parece darse una mutación de comportamiento que la hace inmune a las advertencias y medidas de restricción de la circulación. Luego de diez meses en que las restricciones parecieron ser una barrera eficaz a la evolución de los contagios, una parte del cuerpo social parece comportarse, sugestivamente, como el propio virus.
III – De acuerdo a la información sanitaria local, que incluye cifras y la dinámica de expansión de este nuevo pico, podría decirse que ha madurado y se produjo en una parte de la sociedad, una «mutación» de comportamiento que imita al virus. Contra toda lógica del principio de preservación de la especie y poniendo en riesgo a los integrantes de su propio clan, hay individuos, la mayoría jóvenes pero no necesariamente todos jóvenes, que militan la desobediencia a las recomendaciones y favorecen la diseminación de la enfermedad descuidando toda medida profiláctica. Esta militancia está documentada en los sitios que promovían la apertura de la provincia y que, ahora, con las consecuencias evidentes de lo que esa apertura ha provocado, guardan un sugestivo silencio. Es esta porción de la población refractaria al cuidado, la que hace zozobrar todos los esfuerzos de la gran mayoría que, conciente que sin cuidados la enfermedad se diseminará, obedece todas las restricciones en aras de darle tiempo a las vacunas a que comiencen su tarea inmunizadora.
IV – Finalmente, y luego de meses de demora, la justicia pampeana archivó la causa iniciada por la llamada «cena judicial». El pago de una importante suma y el reconocimiento de su (i)rresponsabilidad no atenúa, sin embargo, el otro impacto que esa reunión ilegal tuvo en la sociedad, menos visible pero mucho más inquietante. Es que, al tratarse de altos funcionarios del Poder Judicial, su presencia en esa cena contra todas las medidas que entonces se tomaron para frenar la pandemia, la lectura de esa conducta reforzó la dañina idea que ve a los togados como una casta privilegiada por encima del principio de igualdad que nuestra sociedad tiene como pacto social desde 1789.
V – Las dudas que en el movimiento cooperativo tuvo la sanción de la nueva ley de Energía tuvieron ocasión de suavizarse con la noticia que, en la semana, dio cuenta de la asociación de Pampetrol con la Coospu de 25 de Mayo para potenciar el proyecto de generación solar que la entidad puso en marcha. Esa planta de generación solar, lo reveló este diario, es el primer ensayo de ese tipo después de la pionera experiencia de la Cosega de General Acha de la mano del recordado Roberto «Vasco» Zamora. La generación de la Coospu ya hace varios meses que está inyectando una modesta cuota de potencia a las redes. La importancia radica en que se está evaluando el potencial de irradiación de esa zona pampeana y, a su vez, disipando las nubes sobre si las cooperativas pampeanas van a poder o no generar energía eléctrica en el marco de la nueva ley y su declarado objetivo del autoabastecimiento eléctrico.
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