Jueves 16 de mayo 2024

Las enfermeras quieren jubilarse a los 55 años

Redaccion 01/09/2021 - 21.33.hs

Susana Pedernera es enfermera y docente. Tiene 47 años y trabaja en el Hospital Lucio Molas, puntualmente en la Terapia Intensiva para pacientes con coronavirus. Su hija, de 23 años, también se dedica a la actividad. Las dos son graduadas de la Universidad Nacional de La Pampa. A su actividad diaria en una profesión que la apasiona, ahora sumó la militancia por una causa que sus compañeros y compañeras comparten: lograr la jubilación anticipada.
«Yo soy una militante de la profesión de enfermera. Una militante en esto de buscar y generar reacciones. Necesitamos que nos vean. La pandemia fue un disparador, pero no hemos dejado de hacer esto. Lo que hacemos en la pandemia lo venimos haciendo desde siempre, obviamente agudizado por la pandemia», explica Susana, invitada en La Parte y el Todo, el programa de CPEtv que se emite los miércoles a las 22.
-¿Cómo surge el movimiento que reclama por la jubilación a los 55 años en la rama de enfermería?
-Surge de la intención de mostrarnos. Yo conozco mucha gente porque he tenido la posibilidad de trabajar en el interior, de acompañar, de dar cursos. Entonces se me ocurrió que teníamos que mostrarnos, quiénes somos, qué hacemos, dónde estamos, qué edad tenemos, cuántos años llevamos en salud pública… Entonces comencé a enviar mensajes a las compañeras pidiéndoles que me envíen una foto para hacer una presentación, para que sepan quiénes somos. Y el primer pedido que surgió fue el de la jubilación anticipada, de irnos antes de la actividad, porque no llegamos y, si llegamos, lo hacemos en condiciones que no son las mejores. Se nos junta todo: el ritmo de vida que tenemos, la cantidad de horas que pasamos en el trabajo, el pluriempleo… La mayoría trabajamos ocho horas en el sector público y luego complementamos con trabajo en el sector privado. La enfermería todavía es una profesión femenina. Yo soy de la primera camada de egresados de la UNLPam. Empezamos como 700 y nos recibimos 45. Eramos como 35 mujeres y 8 ó 9 varones.
-Hoy es una profesión que está mejor considerada.
-Hoy nuestra profesión nos permite gestionar, enseñar, trabajar con educación, explicar, investigar… A parte del rol de asistencia. Tenemos que desestigmatizar esa foto de la enfermera con la chata, con la jeringa o haciendo así (NdR: hace el gesto de pedir silencio con el dedo índice apoyado sobre su boca). Es un proceso largo, porque esta ha sido la visión histórica que tuvieron de nosotras.
-¿En qué provincias o en qué país las enfermeras se jubilan a los 55 años?
-Estuvimos mirando algunos antecedentes y tenemos muy nuevos en la provincia de Tierra del Fuego, donde el decreto se formó en plena pandemia, tanto para enfermeros como técnicos. Esto fue en el año 2020. En Tierra del Fuego se jubilan a los 55 años con 25 años de servicio. Yo tengo 47 y hace 22 años que estoy en Salud Pública pero durante seis años estuve precarizada, como artículo sexto. También están trabajando en el tema de la jubilación a los 55 años en la provincia de Río Negro.
-¿Y qué dicen los funcionarios cuando ustedes plantean esto?
-Por supuesto que no.
-Porque presupuestariamente esto tiene una incidencia en el sistema.
-Tenemos una Salud Pública en La Pampa tremenda. Puedo enojarme y decir un montón de cosas, pero esta Salud Pública se ha comportado de manera única. Me acuerdo de dos o tres cosas que dijo nuestro ministro (de Salud, Mario Kohan) en su momento. El nos dijo: «Podemos comprar de todo, pero no podemos comprar el recurso humano.» Muy ubicado el doctor Kohan, sabiendo que es una realidad. ¿Pero sabés lo que pasa? Que es una realidad histórica. Ahora la pandemia lo agudizó, lo mostró, pero es histórico que no hay profesionales de la salud. Me refiero a enfermeros pero también a médicos.
-Es decir que es necesaria una Facultad de Medicina en La Pampa.
-Por ejemplo. Obviamente que haría falta. Pero todo está cruzado por una decisión política. Nosotros buscamos con esto que nos escuchen, que nos vean, que sepan dónde estamos. Lo nuestro no es ir al choque. Pero queremos plantear esto en la agenda política y en la agenda de debate de la sociedad. Y lo logramos, porque ya es viral. La gente nos apoya, nos aplaude.

 

Ver la muerte de cerca.
La charla con Susana Pedernera no pudo eludir la situación excepcional que atraviesa el sistema de salud a partir de la pandemia de coronavirus. «A lo que hacemos habitualmente se sumaron más barbijos, mascarillas, el contacto permanente con la gente enferma, la tristeza… Yo me quedo con algo que decía Sergio, un compañero: nosotros estamos acostumbrados a estar con la gente, a que la gente se sane, en la mayoría de los casos, y que se vaya a su casa. Y acá nos tocó ver morir familias enteras», sostuvo.
La situación real de angustia tuvo alguna trascendencia a través de los medios de comunicación pero la vivencia en los centros de salud que atienden a los pacientes críticos es difícil de trasmitir para quienes no la vieron en primer plano. «No podíamos salir a mostrar eso. Teníamos que esperar al paciente que sabíamos que entraba, tomarlo de la mano, calmarlo y explicarle que lo íbamos a hacer dormir para que pudiera descansar y respirar bien. Y te digo que ahora, mientras hablo, se me está haciendo un nudo en la garganta, porque una no sabía si ese paciente se iba a despertar o no», explicó emocionada.
«Es tremendo y real a la vez. Nosotros vimos familias enteras morirse. Se internaba la mamá y en la otra cama estaba el hijo. Y fallecía el hijo y quedaba la madre y a los cinco o seis días nos llegaba otro hijo de esa mujer a la terapia», añadió.

 

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