Diversión “después de hora”
Desde antes de que se hagan las 19 horas, ya hay varios grupitos de niños y niñas esperando a que abran las puertas de la escuela del barrio Reconversión, en Santa Rosa. Es que esa es una de las escuelas en las que se implementa el programa “Después de Hora” que además de múltiples actividades recreativas, artísticas y deportivas, ofrece un espacio de contención y de crecimiento.
El programa “Después de Hora” es un programa coordinado en conjunto por los ministerios de Educación, Salud, Seguridad, Desarrollo Social y Derechos Humanos, y Gobierno y Asuntos Municipales de la provincia. Está destinado a niñas, niños y adolescentes de 6 a 18 años, y funciona durante todo el año, generando actividades en establecimientos educativos al final de la jornada escolar.
En diciembre, tuvo su cierre de año con actividades y exposiciones en el Centro Cultural Medasur. Pero desde mediados de enero, se retomaron las actividades, y la etapa de verano del programa funciona de lunes a viernes de 19 a 21 horas. En Santa Rosa se implementa en los barrios Reconversión, Santa María de Las Pampas, Plan 3000 (Zona Norte) y Butaló.
Rol social.
“Después de Hora La Pampa” busca que estudiantes y familias de cada barrio sigan vinculados con las escuelas a partir de las distintas propuestas que se sostienen durante el año. La interrelación de los equipos de trabajo permite un acompañamiento no solo en el desarrollo de la actividad cultural y deportiva, sino también en la vida diaria de los niños, niñas y adolescentes, vinculándolos con profesionales que favorecen al desarrollo de los mismos.
“Muchos de los chicos que se suman a estos talleres después siguen haciendo esas actividades y ya pasan a otras instancias más profesionales, de competición. Acá en el Reconversión hemos visto chicos que empezaron a competir en arquería, powerlifting, freestyle”, comentaron desde la coordinación del programa.
Remarcaron, además, la importancia de ofrecer un espacio como “Después de Hora”, especialmente en la situación social y económica actual. “Además de los talleres, que los chicos vienen y se divierten, también reciben una merienda, que en este contexto no es poco”. Y destacan que “este espacio está sostenido íntegramente por el Gobierno provincial. A pesar de la situación nacional y los recortes en el financiamiento, se valora mucho que desde Provincia se sigan sosteniendo espacios como este, que contienen a tantos chicos”.
Talleristas.
Solo en la escuela del barrio Reconversión, más de 150 chicos y chicas de todas las edades asisten a los talleres del “Después de Hora”. En ese colegio, como en los otros donde se desarrolla el programa, hay ofertas para todos los gustos: fútbol, hockey, powerlifting, voley, batucada, muralismo y freestyle son solo algunas de las opciones.“Este va a ser el segundo año que estoy en el grupo, y la verdad es que los chicos responden espectacular. Es un deporte más individual, con una disciplina más estricta, pero a ellos les encanta, les parece divertido”, contó Marcela, la profesora a cargo del taller de Arquería. Agregó que “hay varios chicos que pasaron de arrancar acá a un nivel un poco más profesional. Javier Aguirre, que es instructor de arquería, dio el taller acá y hoy está trabajando con un grupo más avanzado”.
El taller de freestyle es otro de los que más llama la atención. Tomás “Musa” y Ezequiel “Snow” ya son figuras reconocidas en el ambiente del rap y el freestyle local, y desde hace unos cuatro años participan en el programa. “Al principio era una propuesta muy nueva, porque no se enseñaba freestyle en la provincia más que en estos talleres. Se hicieron algunos eventos acá en el barrio, lo que hizo que traiga muchos interesados. Después algunos se van, otros siguen, muchos vienen de otras clases a chusmear y ver qué hacemos porque se entretienen; pero ya tenemos grupos bastante armados de chicos que se quieren dedicar más seriamente y que ya han competido en eventos importantes”, contó Tomás.
Además de un espacio de recreación, los talleristas buscan brindar contención. “La importancia de los talleres también es que se sientan cómodos y acompañados”, contaron Melisa y Martina, trabajadoras de la Subsecretaría de Salud Social y Comunitaria y dos de las tres responsables del taller de Arte. “En el taller tenemos un rango etario muy variado: el más chiquito tiene 6 y la más grande 16 años. Así que les proponemos varias actividades, para que todos se sientan incluidos. Además articulamos con otras cuestiones: por ejemplo, a través del arte tocamos las temáticas de derechos y salud. La idea es poder abrir ese espacio de charla, que si en algún momento tienen algún problema que se sientan cómodos de venir a charlarlo con nosotros y que reciban esa contención”.
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