El Incaa dejó de financiar películas, pero sigue recaudando
“Homo Argentum”, la película de los directores Mariano Cohn y Gastón Duprat, es un éxito de taquilla en todo el país y en su primera semana tuvo más de 689 mil espectadores; algo destacable en un año donde la recaudación de los cines venía en caída. No obstante, desde sectores políticos afines al Gobierno nacional se fogoneó una discusión a partir de esta película sobre el financiamiento del cine, proponiendo que las producciones se realicen con fondos privados mientras se realiza un fuerte ajuste en el Incaa.
El empresario y propietario del cine “Milenium”, Walter Geringer, destacó el éxito de la película: "Acá se está viendo todos los días, hay dos funciones diarias. El fin de semana hubo funciones llenas, y es aplaudida al final", dijo en diálogo con Radio Noticias (FM 99.5).
“A mí la película me pareció buena, lo que tiene es que está vendida como si fuera el gen argentino pero en realidad es lo peor del gen argentino; sus 16 cortos muestran toda esa mugre abajo de la alfombra. En todo caso es una película que puede llegar a servir de autocrítica, de cómo nosotros tenemos algunos de estos personajes nefastos encima, y cómo nos movemos socialmente”, agregó, en respuesta a una serie de críticas negativas que recibió el filme.
“Los directores son muy buenos, han hecho películas como ‘Competencia Oficial’ que hace una sátira al mundo del cine, o ‘Ciudadano Ilustre’ que habla de cómo en los pequeños pueblos se habla de la cultura cuando en realidad las cosas pasan por otro lado. Esta película por ahí se mezcló con la discusión sobre el cine independiente y la intervención del Incaa, y ha ensuciado un poco el producto”. También consideró “bastante desacertadas” las recientes declaraciones de Francella sobre el cine “popular” contra el que “da la espalda al público, con películas que no ve nadie”.
Incaa y cine independiente.
Para Geringer, “la polémica que se genera alrededor no es con la película en sí, sino con todo lo que se dice alrededor de la película, que tiene que ver con la producción independiente y que no hay dinero del Incaa puesto acá. Desde las esferas políticas salieron a decir que se puede hacer cine sin necesidad del Incaa. El tema es que el Incaa está intervenido, pero no está derogada la ley de cine”.
En ese sentido, dijo que “la gente cree, por ejemplo, que el dinero de estos miles de espectadores queda en los cines o en la productora, pero el Incaa lo sigue recaudando. No produce, pero sigue recaudando. Es decir, hay mucho dinero que recaudan de los cines con el que no se hacen películas. Entonces uno escucha al vocero presidencial decir ‘vamos a dejar de financiar películas que sean fracasos comerciales’, como si Francella no hubiera tenido fracasos comerciales”.
Sobre la recaudación que el Incaa sigue percibiendo, detalló que “el año pasado fueron 35 millones de personas a los cines en todo el país, y la entrada promedio fue de 5.496 pesos. De eso, el Incaa recaudó un 10%. Entonces, ¿qué se hace con ese dinero? No tenemos idea, pero el dinero entra”.
“Mucho cine argentino se hace en coproducción con otros países para lograr la financiación. Y hoy está metida la cuestión política de fondo, que propone que se pueden hacer producciones independientes. El tema es que hay fondos que estaban destinados a eso por la ley de cine. Nadie dice que no hay que acomodar las cosas. Intervenir no significa destruir. Intervenir significa, por ejemplo, acomodar las cosas que están mal”, concluyó.
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