Ex alumno viajó de España para el centenario de su escuela

(Santa Teresa) - Volver al terruño, abrazarse a ex compañeros de escuela, recordar momentos, vivencias y emocionarse hasta las lágrimas. Todo eso vivió en un día Armando Raab, que viajó desde España para acompañar la celebración de los 100 años de la Escuela 135 de Santa Teresa, de la cual fue alumno.

 

Hacía nueve años que no venía. LA ARENA lo encontró entre la multitud y dialogó con él. "Me crié aquí, enfrente de la escuela, esa era mi casa, yo empecé en la escuela con poquitos meses, porque la maestra vivía al lado de la escuela y venía a mi casa y le pedía a mi madre si le podía dar el bebé, que lo llevaba para la escuela y yo estaba desde chiquitito en la escuela. Todo el primario lo hice acá".

 

Raab recordó que el secundario lo fue a estudiar a un colegio de curas a La Plata. "No me gustó estudiar y se me dio más por trabajar, así que me volví. Mi padre se dedicaba a la construcción, así que trabaje con él un tiempo y luego ya me fui a vivir a Santa Rosa, ahí trabajé en la cooperativa eléctrica (CPE) unos 22 años. Yo fabriqué durante 20 años el dulce de leche en Santa Rosa y cuando se cerró la planta láctea de la cooperativa, me quedé trabajando dentro de la central de la cooperativa".

 

Continuando con el derrotero, Raab expresó que "un determinado día vino una persona que quería invertir en algo así y me invito a que si me interesaba participar de esa sociedad, en principio no estaba muy convencido, mi familia me dio el empujón que mirara un poquito más allá, miraba mas por mis hijos que iban a tener más futuro y arrancamos en el 2001 hacia España. Fue en octubre o noviembre, poco después explotó todo. Me fui solo y a los tres meses vine a buscar a mi familia, me los lleve a todos".

 

Hoy, Raab está pensionado por problemas de salud, pero en España se sigue con la fábrica de dulce de leche. "Sí, estamos fabricando, el que se quedó con la fabricación es mi hijo menor, también estamos fabricando quesos, se envasa leche fresca". En esa línea manifestó que al principio no se conocía el dulce de leche, pero a medida que se empezó a conocer fue muy bien".

 

Vivencias.

 

Volviendo a las vivencias de sus años en la escuela, el hombre dijo que en esa época "la pasé muy bien, no era un alumno repitente, no era un alumno ejemplar o sea en los estudios, pero más o menos, de la mitad del pelotón, no repetí nunca, tenía un grupo hermoso de compañeros con los cuales por las redes sociales estoy conectados con todos, así que algunos vinieron hoy, otros no pudieron".

 

Sobre si es cierto que era el más bochinchero, dijo: "Eso es lo que dicen, yo digo que no, ellos dicen que sí, no sé. Siempre fui muy de estar haciendo cosas y ahora soy igual, ahora mismo estoy jubilado y como tengo que mantener mi cabeza ocupada, en mi casa tengo un garaje grande y entonces me monte como un taller mecánico y me hago las cosas y estoy todo el día haciendo cositas, no hay que quedarse quieto, hay que estar siempre en movimiento, si no el cuerpo se acomoda a no hacer nada y nos ponemos viejo más rápido".

 

"La escuela y el pueblo cambio muchísimo. Era distinto, ahora tenemos todo asfaltado, luces de led, se ha construido muchísimo, pero lo más importante de todo, es que falta mano de obra y eso no se ve en ninguna parte de Argentina", concluyó.