Martes 15 de julio 2025

Ha llegado el momento de la despedida

Redacción 22/12/2024 - 00.24.hs

No debe ser fácil dejar un lugar en el que se ha construido buena parte de la vida. Aunque en otro sitio pueda estar esperando la felicidad del encuentro con afectos que tienen que ver con la familia.

 

MARIO VEGA

 

Esta provincia, tan escasa en habitantes –somos un poco más de 360 mil-, se ha visto fortalecida en distintos aspectos por el aporte de personas que llegaron aquí por distintas razones y se quedaron para siempre. Así nos encontramos con una cantidad de gente de otras provincias, sobre todo de las limítrofes aunque no faltan los que arribaron desde lugares más lejanos.

 

Y vemos bonaerenses, mendocinos, cordobeses, santiagueños, salteños... y también porteños. Se diría que vinieron de todos lados, y hoy están tan arraigados como los que nacimos en esta tierra, atraídos por la oportunidad que brinda la Universidad Nacional de La Pampa, sobre todo; pero también por cuestiones de trabajo, o por el deporte.

 

La Universidad, un atractivo.

 

Hay muchas personas de Trenque Lauquen. Las inundaciones que afectaron a una vasta zona de la provincia de Buenos Aires, determinaron que no pocos emigraran y eligieran Santa Rosa, u otras localidades pampeanas. Y como quedó dicho están los que vinieron a estudiar y formaron su familia y ya no regresaron a su pueblo natal.

 

Algunos, futbolistas, vinieron a jugar en clubes locales y resolvieron seguir aquí.

 

En lo que respecta a Oscar Cerinignana (67) hay un poco de distintas cosas… el estudio –se recibió de Contador Público Nacional en la UNLPam--, el fútbol –fue destacadísimo jugador de All Boys--, y además la cuestión afectiva porque conoció a su esposa y formó una hermosa familia.

 

La emoción de recordar.

 

Cuando de vez en cuando echamos una mirada a lo que dejamos atrás no podemos impedir que nos atropellen como un malón los recuerdos… Y acuden a la mente vivencias de la infancia, lo compartido en familia con padres y hermanos, con amigos de siempre… Y entonces es posible que un par de lágrimas empiecen a correr por las mejillas. Porque al fin y al cabo el hombre esta hecho también de sentimientos y emociones. ¿O no es así?.

 

Oscar Cerinignana es de esas personas que se hizo un vecino más. Querido y respetado en los ámbitos en que le tocó moverse. Se define como un “laburante voluntarioso”, pero la verdad es que es mucho más que eso Osky, que así lo llamaban cuando chiquillo y lo continuan haciendo ahora mismo.

 

La familia.

 

Nacido en Trenque Lauquen, es el menor de tres hermanos. Sus padres fueron Salvador Cerinignana y Nilda Ciccacci… “Papá fundó una fabrica de mosaicos en los años ‘60; una empresita familiar que llegó a tener 10 empleados. Mi hermano Hugo falleció; y luego le sigue Alberto, que es abogado y hoy vive en La Plata… y de los dos tengo varios sobrinos”, completa.

 

“Con Alberto jugamos juntos en Ferro de Trenque Lauquen y en la selección de la Liga. Compartíamos la defensa como marcadores centrales: no somos muy altos, pero teníamos buena capacidad de salto y velocidad para llegar a los cruces… diría que éramos 70% de potencia física y 30% la parte técnica”, evalúa.

 

Deportistas en la familia.

 

Llevan nada menos que 44 años desde que se conocieron con Alejandra, y 39 de casados. Y sí, es una familia de deportistas: su esposa es hermana de Dario Diéguez, ex General Belgrano-; Pami, la cuñada de Oscar está casada con Néstor Floris: “Son los padres de Roberto, que es mi ahijado y jugador profesional en varios equipos (Vélez, San Martín de San Juan, Instituto de Córdoba, etc.)”.

 

También sus tres hijos son, o han sido deportistas. “Natalia, Florencia y el menor Agustin jugaron voley en la escuela 221 y estuvieron en los Juegos de la Araucanía. El más chico fue Caldén de Plata, y en un momento fue a jugar voley en la Liga Nacional B de Italia, en Sicilia. Después de tres años volvió a finalizar su carrera de Comercio Internacional, y hoy trabaja en el Banco de La Pampa”, dice orgulloso. Y sigue: “Natalia es Product Manager en la Mercantil Andina; casada con Mauro Campasso de Castex tienen a nuestros nietos, Sofía y Ciro. Florencia estudió en Córdoba, es Nutricionista casada con Juan Cavanillas, neurocirujano… los dos ejercen en el Instituto Privado de Córdoba.

 

Novia belgranense.

 

Si bien Oscar jugó mayormente en Trenque Lauquen, y luego cuatro años en All Boys, tuvo también un breve paso por el tricolor de Villa Alonso. Fue bastante después de conocer a Alejandra. “Nos conocimos en el boliche New Star… charla va charla viene nos pusimos de novios. Pero la tenía que aguantar porque yo estaba en All Boys y ella era de Belgrano (allí jugó su hermano Darío)... Teníamos yo 20 y ella 17, pero en ese momento no imaginábamos que íbamos a hacer toda una vida juntos y armar la linda familia que tenemos”, agrega.

 

Libertad y fútbol.

 

Vuelve con nostalgia a sus épocas de adolescente en su Trenque Lauquen natal. “La ciudad de las avenidas… el lugar donde todo era pura libertad y fútbol… pasábamos horas jugando en la rambla que se convertía en nuestra cancha bajo los árboles…”, evoca.

 

Y agrega: “Y claro que era lindo… ¡la pucha! Cero preocupaciones, los amigos del barrio y esa pasión compartida con risas, gambetas y goles. Ahí jugábamos, soñábamos e hicimos amistades que aún perduran”.

 

Y vaya si es así: “Uno de los grandes amigos de siempre es Daniel Contartese (dueño de Center Deportes), con quien nos conocemos desde jardín, jugamos juntos y ganamos títulos con Ferro, desde quinta a primera división… Y también Nelson Bérengan (“Papelito”, luego arquero de All Boys), al que conocemos desde la primaria”. Y es Daniel el que interviene: “Poné que a ‘Papelito’ le ganábamos siempre, y que hasta le quitamos un campeonato sobre la ahora”, disfruta al recordarlo.

 

Estudio y trabajo.

 

Oscar se forjó en la cultura del trabajo, y tan es así que de adolescente “cursaba secundaria en la Escuela General Belgrano por las mañanas, y por las tardes trabajaba en la fábrica de mi padre: Tuve siempre una concurrencia ejemplar, sin aprovecharme de ser hijo… fui un trabajador más desde el primer día”.

 

Era pibe, y manejar su propio dinero lo ayudó: “Me enseñó a administrar mis recursos y a valorar cada logro. Pero aún con el trabajo nunca dejé de lado mi pasión por el fútbol. Tenía dedicación y disciplina y me hacía el tiempo para entrenar y seguor persiguiendo sueños”.

 

Destacado gimnasta.

 

Le gusta contar que en sus años de secundaria tuvo “en las clases de Educación Física asistencia casi perfecta: en cinco años solo falté dos veces. Teníamos de profe un gimnasta excepcional que viajaba desde Henderson, y era una fuente de inspiración. Cada cierre de año en las fiestas de Educación Física sobresalía en las rutinas de gimnasia con cajón y colchoneta. Hacíamos presentaciones impecables… por supuesto contribuyó a darme una base sólida que complementó mi rendimiento en el fútbol. La disciplina y el esfuerzo inculcados en esas clases marcaron una etapa clave en mi formación… MI hermano Alberto también dejó su huella como alumno y atleta en el mismo colegio”.

 

Siempre el fútbol…

 

“Y sí, mi deporte preferido fue el futbol. Me inicie en las inferiores de Ferro Carril Oeste, con grandes jugadores como Alfredo Badino, Omar Genarini, Ricardo Lemoglie que era un 9 espectacular”… Y realmente me sorprende, porque conozco a Ricardo como empleado jerarquizado de la Legislatura pero no lo tenía como jugador de fútbol.

 

“Debuté en primera a los 15 años, y a los 17 ya había sido convocado para la selección de Trenque Lauquen. Con Daniel Contartese jugábamos juntos enfrentando a jugadores destacados como Miguel Ángel ‘Pampa’ Gambier, de Huracán de Pellegrini; y a Nelson Berengan que estaba en Argentino…”.

 

A los 15 años se le presentó “una gran oportunidad: una prueba en Gimnasia y Esgrima de La Plata. Pero la verdad, no estaba preparado para afrontar el desarraigo, a pesar que mi hermano ya estudiaba en esa ciudad. Tuve otra chance, pero no fui para no descuidar los estudios”.

 

Tiene claro que esa decisión le marcó el camino. “Me basé en la disciplina, el compromiso y la capacidad de reconocer cuándo es mejor enfocarse en las prioridades a largo plazo”, precisa.

 

Llegada a Santa Rosa.

 

Cuando podría suponerse que elegiría ser profe de Educación Física, Oscar supo en el último año de secundario que lo suyo eran los números. “Sí, descubrí mi vocación por las finanzas y las materias contables. En 1976 vine a Santa Rosa e ingresé a la Facultad de Ciencias Económicas… me alojaba en una pensión que me permitió fortalecer vínculos con amigos y compañeros de Trenque Lauquen. Y por suerte pude combinar mis estudios con el fútbol”.

 

Había jugado tres temporadas para Ferro de Trenque Lauquen, y en All Boys lo haría otros cuatro, todo mientras avanzaba en su carrera.

 

Contra Maradona.

 

Hizo bastante sacrificio al principio, porque entre 1976 y 1978, viajaba los fines de semana a su ciudad. “A veces después de las clases de los sábados en la Facu subía al Chevallier a las 13:00, llegaba a las 15:30 y, para las 16:00, ya estaba en la cancha. Mi madre sabía que había llegado porque se transmitían los partidos, mientras que mi padre me esperaba en la terminal para llevarme directamente a la cancha”.

 

Osky ha sido siempre estricto y organizado. “Mi rutina comenzaba a las 6:00 de la mañana, estudiaba hasta las 11:30, y luego entrenaba solo en el estadio municipal, pero tenía la desventaja de no contar con práctica formal de fútbol”.

 

Tuvo un enorme privilegio en Ferro. “Un fin de semana viajé para un amistoso contra Argentinos Juniors… Enfrente estaba Diego con nada más que 15 años… un gran gusto y un recuerdo que me quedó para siempre”, rememora.

 

Campeón con All Boys.

 

“Jugando un partido nocturno en Fortín, ‘El Callejero’ Erro me vio y me dijo si quería ir a All Boys… Con ‘El Sopa’ Kier me conectaron con Coco Maraschio. A partir de entonces y gracias a All Boys pude cubrir los gastos de la carrera y dejar de depender de mis padres”.

 

Como no podía ser de otra manera logró varios títulos con los auriazules; y también se dio el gusto de jugar el Regional con Atlético Macachín, convocado por Nelson Festa.

 

Su último año con la casaca auriazul fue 1982. “Volví a Ferro de Trenque Lauquen, ya recibido. Pero vinieron las grandes inundaciones y volví en 1986 a Santa Rosa... Por medio de ‘Chiquito’ De la Mano y Carlos Blanco, fanas de All Boys, empecé a trabajar en Organización Andreotti; mientras jugaba un año en Belgrano, con Néstor Comino, Caio Valcarcel, Darío Dieguez, El Indio Canhué… Pero a los 31 años dije fin”, concluye.

 

El contador.

 

Oscar Cerinignana ha tenido una amplísima y exitosa carrera profesional, difícil de resumir en estas pocas líneas. Recibido como Contador Público Nacional, empezó a ejercer en Trenque Lauquen en el Estudio Contable Horacio Pascual; luego vino a Organización Andreotti; y más tarde estuvo en el Estudio Contable de Walter Faccipieri y Analía Torres, donde trabajó con Ariel Rauschenberger; hasta que recibió una propuesta de Ernesto Franco para ir a Contaduría General de la Provincia. “Más tarde me convocaron del Consejo Profesional de Ciencias Económicas donde fui Gerente Técnico”, enumera.

 

Posteriormente ingresó a Salud Pública, donde está hasta ahora y es Director Asociado Administrativo y de Mantenimiento y Servicios Generales del Molas y el Favaloro. Pero será sólo por algunas semanas más, porque va a acceder a la jubilación.

 

Y a partir de eso algo cambiará radicalmente: “Está decidido… nos vamos a vivir a Córdoba”, reafirma.

 

Lo que viene.

 

Y cuenta Oscar: “Mi proyecto está claro: ya presenté la renuncia condicionada en Salud Pública. Y lo que viene es disfrutar de la familia muchísimo más… mi esposa me ha tenido que bancar porque cuando no era por el futbol que tenía que acostarme temprano; eran los tiempos de estudio; y hasta ahora el compromiso con el trabajo. “Pero llegó el final… nos iremos a vivir a Córdoba, donde está la mayor parte de la familia, nuestras hijas y los nietos. Aunque Agustín seguirá en Santa Rosa”, aclara.

 

No obstante quedarán aquí muchos afectos, tantas amistades que supo granjearse por su capacidad profesional, por haber sido excelente deportista, pero sobre todo por ser buena gente. Ese título que no se otorga en ninguna universidad, sino que está vinculado a una manera de conducirse en el ámbito en el que uno se desenvuelve… Tiene que ver con una conducta, porque como canta Eladia Blázquez, no es lo mismo que vivir honrar la vida..

 

Volverás cada tanto Osky, porque en esta tierra construiste buena parte de tu historia, pero igual te vamos a echar de menos… Que tengas toda la suerte en lo que viene. Bien merecido lo tenés…

 

Una frase del profe.

 

"Un cansancio mental se descansa con un cansancio físico". La definición se la trasladó el profesor Omar Lastiri a Osky. “Cuando me dijo eso estaba al borde de abandonar el fútbol, agotado entre los entrenamientos y el estudio. Y ahí decidí seguir adelante, motivado por él y por Edilio Zabala (DT). Siempre fui cuidadoso con mi estado físico, y mi perseverancia me llevó a no faltar a ningún entrenamiento”, rememora.

 

Fueron Zabala y Lastiri quienes le diseñaron un plan, que Oscar cumplía con César Lossino, compañero de estudios y buen jugador de All Boys. “Ellos me dieron el empujón que me faltaba para el fútbol y a la vez terminar mi carrera”, reconoce.

 

Oscar Cerinignana es un hombre de buen carácter, y se sabe además que es un bailarín que “se desata” en la pista, donde mezcla sus aires de acróbata con el danzarín. Se ríe cuando se lo dicen, pero lo cierto es que es una persona “muy sociable. Tengo buen humor, y no me cuesta hacer amistades”, completa.

 

“Le pagué la carrera”.

 

Como jugador de fútbol tuvo la satisfacción de integrar grandes equipos de All Boys, con destacados jugadores. “Tengo cientos para mencionar… y me voy a olvidar de muchos, pero estuve con el Gato Villalba, Julio Pérez, Marcelo Urtiaga, Carlitos Aymú, Yoyi Pagohuapé, ‘Chule’ Cufré, ‘El Chueco’ Ramírez… con ‘El Chueco’ llegamos el mismo día al club, él con un representante y yo con un libro bajo el brazo que acababa de retirar de la biblioteca. ¡Un contraste que aún hoy me hace reír!”.

 

Y recuerda “con cariño a Ricardo Bertolé y Horacio Zalabardo. Con Horacio la vida nos volvió a reunir como directores del Hospital Molas y René Favaloro”.

 

Cuenta divertido que Marcelo Urtiaga lo gastaba siempre: “Claro, era el goleador… y me enrrostraba: ‘¡A usted le pagué la carrera!’. Y un poco de verdad tenía porque nos hizo ganar muchos partidos”, completa.

 

Una vida en tres imágenes.

 

Reencuentro.

 

Oscar junto a un amigo de toda la vida: Daniel Contartese. Compartieron mucho en Ferro de Trenque Lauquen, donde celebraron varios campeonatos. Luego se reencontraron en esta ciudad.

 

En familia.

 

Una familia feliz. Oscar tiene decidido que se radicará en Córdoba, donde viven dos de sus hijas y sus nietos. El varón seguirá en Santa Rosa, por lo menos algún tiempo más.

 

En All Boys.

 

Uno de los All Boys que integró: Cufré, “Callejero” Erro, C.Aymú,O.Cerinignana, A.Acosta, H.Zalabardo, Parrala Díaz. Abajo: A.Loyola, C. Losino,

 

Pipí Guzmán y J. C.Sánchez.

 

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