Desmienten que no se pueda beber alcohol con la Sputnik
Aunque la noticia comenzó a circular varios días en todo el mundo, en pocos lugares se consultó de manera más profunda sobre si realmente el hecho de aplicarse la vacuna rusa Sputnik V implica una abstinencia de alcohol de 42 días.
La noticia se difundió como el «dato desconocido» sobre la vacuna rusa. Diarios y portales alrededor del mundo replicaban de manera descontextualizada los dichos de la viceministra rusa, Tatiana Golíkova, sobre la necesidad de «reducir la ingesta de medicamentos y alcohol que podrían inhibir el sistema inmunológico dentro de los primeros 42 días», tras haberse aplicado la primera dosis. En este sentido, como la Sputnik V, desarrollada por el Centro Gamaleya, será la primera variante que inmunizará a los argentinos a partir de la última semana de diciembre, la noticia corrió con velocidad y se hizo viral en territorio doméstico.
Sin embargo, investigadores del Conicet plantearon que no existe evidencia científica suficiente para afirmar que la ingesta del alcohol pueda inhibir la eficacia de la droga para generar las defensas necesarias ante una futura infección por Covid-19.
Jorge Geffner, doctor en Bioquímica e Investigador Superior del Consejo, asegura que tomar alcohol no sería contraproducente.
«El principal problema es que las cosas se sacan de contexto. En el escenario ruso, el alcoholismo es un problema realmente muy grave y se comprenden mucho mejor los dichos de la viceministra. En Argentina, algunos medios lo dieron a interpretar de una forma errónea, como si hubiera que tener abstinencia alcohólica total durante 42 días», señala.
Después continúa con la explicación basada en evidencia: «La ingesta familiar, recreativa (por ejemplo, una copa de vino al mediodía y otra a la noche) no ocasiona absolutamente nada en la respuesta inmune del organismo, directamente no la modifica. Y, por lo tanto, no es contraproducente para la respuesta inmune inducida por la vacuna. Nadie tendrá que dejar de consumir nada».
Grieta.
Geffner amplió conceptos sobre el malentendido con el propósito de no infundir temores, sobre todo, cuando no tienen ningún asidero. «La funcionaria rusa se refirió, probablemente, al alcoholismo que no solo modifica la respuesta inmune frente a la Covid sino que también perjudica a muchos otros sistemas del organismo. El hígado es un órgano que sí participa de nuestros sistemas de defensa a partir de la producción de un conjunto de mediadores que resultan claves. Sin embargo, que el alcohol afecte a las personas con consumos problemáticos no equivale a decir que nadie podrá consumir durante un mes y medio», apunta el especialista.
«Además, si hubiera una alerta vinculada a la ingesta de alcohol y a la vacuna contra el coronavirus, la precaución no sería solo para la rusa sino para todas. Es decir, la advertencia, de existir, tendría que ser extrapolable a las demás. La grieta ideológica se mete por todos lados, es increíble, hay que alejar los temores infundados. Estoy esperando ansioso que lleguen todas las vacunas para poder inmunizarme. En general, tienen un nivel de eficacia muy alto», agrega Geffner.
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