Saludable reacción
Una corruptela en el campo de la salud pública -el llamado "plus médico"- movió a buena parte de la población de General Pico a efectuar denuncias ante los organismos pertinentes. Fueron tantas y tan frecuentes que llevaron a la ONG Defensa del Consumidor a confeccionar un listado de los consultorios donde se percibe ese pago indebido y entregárselo a la AFIP, que procedió a la clausura de cuatro de esos locales.
La noticia es destacable por varios motivos. En principio se advierte que parte de la comunidad médica persiste en esa actitud reprobable para con sus pacientes, amparándose en la relación de dependencia que hay respecto a los médicos. También cabe preguntarse cómo es que las respectivas obras sociales (la expresión "plus" indica un sobreprecio sobre algo previo, seguramente un bono solidario) no habían advertido el carácter masivo y frecuente de la transgresión y, si lo habían notado, qué medidas tomaron al respecto, por más que la realidad muestra que no sirvieron. Finalmente llama la atención la actitud de Defensa del Consumidor, capaz de plantarse con la firmeza que da la razón frente a un tema que, se recordará, en otras ocasiones llegó a provocar las iras de la corporación médica, la que -honor al mérito- hasta el momento no ha efectuado defensa alguna de los integrantes en falta.
En verdad la anomalía debió ser numéricamente importante como para movilizar a la AFIP y llevarla a investigar y labrar actas de "clausura preventiva" a quienes se encontraban en falta; tampoco se descartaron medidas más drásticas si las amerita la investigación.En nuestra sociedad existen mecanismos habilitados para canalizar los reclamos de quienes no se sienten recompensados satisfactoriamente por su trabajo. Por eso la sociedad rechaza -y lo ocurrido en General Pico lo demuestra-el ejercicio de la coacción pasando por encima del derecho de los demás.
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