Jueves 24 de julio 2025

Un protagonismo no previsto de la policía

Redacción 13/04/2011 - 04.37.hs

Señor Director:
La presunción teórica de que la instalación del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires iba generar dificultades, se cumplen. La más reciente manifestación se refiere al desempeño de las respectivas fuerzas policiales.
No entraré en el detalle del actual conflicto (retiro de guardias de la Federal en edificios públicos de la Ciudad). Me interesan algunos hechos que se han estado produciendo y anomalías que han tomado estado público. Tampoco interesa por ahora el caso de la Metropolitana, que a tanto tiempo de puesta en marcha la autonomía de la Ciudad no da respuesta a requerimientos elementales. Sí interesa qué hace el ministerio nacional de Seguridad con su policía. Por un lado, muestra interés por disponer de todo su personal para cubrir las tareas de calle, que son las iniciales y elementales de una policía. Ya rescató a cientos de agentes que estaban en quehaceres administrativos relacionados con la documentación y anticipó que cesaría en los adicionales que corresponden a la Metropolitana según la norma vigente. En particular, importa el propósito de cambiar la relación con la comunidad. Según lo que ha sido divulgado y puesto en marcha, se trata de volver a las fuentes: la inmediatez y el contacto regular y pautado con cada vecindario y la participación de las organizaciones vecinales en un nivel de consultas y de elaboración de estrategias contra el delito. Asimismo, el ministerio a cargo de Nilda Garré ha elaborado y compartido los protocolos por los que la Federal debe reglar su proceder ante protestas en la vía pública y otros incidentes de este tipo. Tales protocolos y estrategias han sido comunicados a las provincias y parecen tener buena recepción. La idea vertebral de estas acciones no es otra que restituir a la policía en su función de seguridad, para dejar atrás una larga etapa de militarización y de manejo autonómico. La estrategia básica es la adoptada por el gobierno sobre uso de medios pacíficos de disuasión ante la protesta.
Hay algo más que hizo público la ministra. Según sus declaraciones, la Federal se ha llegado a mostrar dividida en sectores que se disputan el predominio sobre determinadas zonas o determinados negocios del antiguo distrito federal y que cuando dicen, los federales, que una comisaría "recauda bien" quieren decir que extorsiona bien a los comerciantes (dinero por protección), a los inmigrantes sin papeles, a los vendedores ambulantes para no molestarlos y a los cocineros de la droga para hacer la vista gorda. No se dirá que estas manifestaciones revelan una insospechada realidad, pero nunca hasta ahora se la había expuesto a semejante nivel y con tanta claridad. Sospechar que lo mismo pasa en otras ciudades de las provincias puede resultar aventurado y hasta injusto, pero creo que es lícito inferir que puede pasar allí donde la policía no se halle bajo una autoridad que impida que se desarrollen formas de autogobierno, a partir de las cuales (según la experiencia de la Bonaerense y ahora la Federal) se genere y administre un sistema de corrupción como el que se da por existente. Por lo demás, quienes han conocido estos entretelones de la historia de los pueblos, divulgados en particular por la literatura costumbrista, saben que siempre hubo formas de corrupción de mayor o menor extensión y profundidad hasta en las comunidades más pequeñas y aún en las zonas rurales. Este fenómeno no es exclusivo de la Argentina como lo sabe cualquiera que busque enterarse de la problemática policial en el resto del mundo (desarrollado y no desarrollado), pues en muchas parte la misma policía se halla bajo vigilancia por una organización propia, aunque diferenciada, que se encarga de prevenir desviaciones, ponerles término si se manifiestan y dar intervención a la justicia cuando corresponde. Es propio de todo poder, grande o chico, la tendencia expandirse.
Atentamente:
JOTAVE

 


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