Cuando ser un insoportable puede convertirse en virtud
“La insoportable levedad del ser” es una novela del escritor checo Milan Kundera, publicada en 1984. Ambientada en Praga durante 1968, trata sobre un hombre y sus dudas existenciales en torno a su vida y sus conflictos. El autor sostiene que el ser humano suele vivir de impulsos, que pocas veces se actúa de forma premeditada y que toda nuestra esencia vive en el alma y se manifiesta en el cuerpo.
“Si el eterno retorno, como la idea de Nietzsche, es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad”, considera Kundera en su obra.
El célebre escritor murió el 11 de julio de 2023, a la edad de 94 años, en París. Se había nacionalizado francés en 1987, ya convertido en uno de los pensadores europeos más importantes y queridos por los lectores, por novelas convertidas en clásicos instantáneos, como la referida “La insoportable levedad del ser”, considerada como “una obra fundamental para entender una parte de la historia de Europa tras la Segunda Guerra Mundial, sobre todo de Europa del Este, y su impacto en la gente y generaciones posteriores ante la propia existencia del individuo frente a sí mismo, frente a los demás y al sistema”.
“Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada. Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad”, dice Kundera en una de las frases más recordadas de su reconocida novela.
Entre la levedad y el peso.
La mención a Kundera y su obra más emblemática viene a cuento porque quiso el destino que el hecho político más importante que se registró en la provincia durante esta semana remitiera a ese pensamiento, cuando el ministro y candidato Sergio Massa, durante uno de los actos compartidos con el gobernador Sergio Ziliotto, hizo referencia a una “infidencia” que habilita a la asociación libre de ideas del columnista dentro de estos pensamientos aislados.
Massa visitó la provincia como lanzamiento de campaña de su gira federal para el balotaje del domingo 19 de noviembre y, con una agenda mixta entre la gestión y las actividades proselitistas, firmó con Ziliotto una serie de convenios, entre ellos uno que establece el pago a la provincia de 21.500 millones de pesos, tras el fallo de la Corte Suprema que estableció la devolución de fondos coparticipables. Esos aportes se destinarán a la construcción de viviendas y una parte ($ 2.531 millones) irá en efectivo a cada una de las localidades porque son de asignación directa a municipios y comisiones de fomento por la Ley de Coparticipación.
Massa celebró la medida y destacó el hecho de ver a "intendentes de distinto color político atrás de un logro de la provincia para ponerle fin a un reclamo justo", y allí destacó, al hacer una "infidencia", que “con Sergio tenemos una gran relación, una amistad, pero a la hora de defender los intereses y la plata de La Pampa es insoportable, porque pelea hasta el último centavo, porque cuidar la plata y los intereses de cada uno de ustedes es lo más importante”. Y sostuvo al respecto que "cuando cuidamos la plata de nuestros ciudadanos, estamos cuidando lo de todos, que es más importante que cuidar lo de cada uno individualmente".
Lógicamente, como habitantes de esta provincia no queda otra cosa más que compartir y agradecer esa condición de “insoportable” que debe tener un gobernante a la hora de defender los intereses económicos de los ciudadanos. Y en este punto también hay que tener en cuenta algo más que dijo el gobernador: estos fondos, reclamados ante la gestión de Macri como presidente, nunca fueron reconocidos, por lo que hubo que esperar hasta este momento para que fueran reintegrados.
Así fue como entonces el ministro y candidato convirtió la condición de “insoportable” en virtud, y pero en este caso la vinculó con el peso, contraponiéndola curiosamente a la “levedad” inmortalizada por la obra de Kundera. Es que la Real Academia Española define al concepto de insoportable como “muy incómodo, molesto y enfadoso”, mientras que para el término “levedad”, la RAE establece la definición de “inconstancia de ánimo y ligereza de las cosas”.
Massa hizo esa referencia precisamente a pocas semanas de una elección que nos puede enfrentar a algo insoportable de verdad: la idea del retorno al poder de una derecha agazapada detrás de un cúmulo de ideas delirantes que tiene por objetivo “dinamitar todo” en nuestro querido país. Ante este panorama, no quedará otra alternativa que demostrar que las fuerzas patrióticas son las que verdaderamente y sin ninguna levedad pueden tornarse insoportables para estos malignos, para defender el peso y también el poder popular en las urnas.
DANIEL ESPOSITO
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