Domingo 21 de abril 2024

No puede haber festejo con derechos vulnerados

Redacción 24/08/2022 - 08.00.hs

El Día de las Infancias constituye una buena oportunidad para reflexionar sobre la situación de la niñez en nuestro país. No hay mejor regalo para nuestros niños, niñas y adolescentes, que el respeto a sus derechos más elementales.

 

IRINA SANTESTEBAN

 

En un país productor de alimentos como Argentina, más de un millón de menores de 18 años se saltean una comida diaria, según el informe que dio a conocer UNICEF Argentina hace algunos días.

 

La encuesta muestra que uno de cada tres hogares no puede cubrir sus gastos corrientes y la mitad no alcanza a solventar los gastos escolares. El recorte en los ingresos familiares afecta directa y principalmente a las infancias, por ejemplo, en materia de salud, el estudio da cuenta que uno de cada cuatro hogares dejó de ir al médico o al odontólogo y un 20% suspendió la compra de medicamentos.

 

El incesante aumento de precios de los alimentos es lo que hace que un 36% de los hogares con niños y niñas, se prive de comprar algún alimento por no tener dinero. Y ese porcentaje se eleva al 50% en el caso de familias que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar, que son numerosas, con jefatura femenina o endeudadas.

 

La mitad de las mujeres sostén de hogar, expresaron que no reciben cuota alimentaria; y un 63% que solo reciben esporádicamente esa mantención, obligación a cargo del progenitor que no convive con sus hijos o hijas.

 

Trabajo infantil.

 

El informe de Unicef revela también que cada vez hay más adolescentes que deben salir a trabajar para ayudar al sostenimiento del hogar. Uno de cada 4 adolescentes realiza actividades orientadas al mercado laboral y un 10% adicional busca trabajo.

 

Esta situación tiene directa relación con el futuro de estos jóvenes, pues provoca un déficit en su educación, cuando no su expulsión de la escuela. Sin formación o capacitación, es una condena segura al trabajo precarizado, de baja remuneración.

 

Cuidados.

 

El 50% de las mujeres entrevistadas, de más de 18 años, manifestó sentir una sobrecarga por las tareas de cuidado. En cuanto a las infancias, hay un 13% de chicos y chicas que están obligados a quedarse solos en sus casas y un 10% permanecen a cargo, generalmente, de una hermana menor de 18 años.

 

Ello constituye no solo una sobrecarga para la que no están preparados, sino que se generan situaciones de riesgo para niños y niñas a su cuidado, con mayor probabilidad de accidentes domésticos o desatención de problemáticas de salud.

 

Infancias pobres.

 

La pobreza afecta con mayor incidencia a las mujeres - "feminización de la pobreza"-, y a las infancias: según Unicef un 48% de las personas menores de 18 años son pobres, diez puntos por encima de la población en general. Son 6,3 millones de niñas y niños a quienes se les vulnera el ejercicio efectivo de sus derechos, pues no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas, como las cuatro comidas diarias. De ese porcentaje, un 12,6% vive en la indigencia.

 

La pobreza en la infancia tiene consecuencias perjudiciales para su formación física y mental, pues en su adultez perpetuarán el círculo, con trabajos precarios e ingresos insuficientes. La erradicación de la pobreza por parte de los Estados es un objetivo de Naciones Unidas que, con honrosas excepciones como China socialista, no se está cumpliendo a nivel global y menos ahora con crisis económicas y guerras. Ello debería ser de atención preferencial por parte de los gobiernos, con inversiones genuinas en el fortalecimiento de ingresos de las familias vulnerables, así como en educación y salud.

 

Recortes.

 

Si en la Argentina tenemos estas cifras de pobreza, es porque no se adoptan las medidas necesarias para revertirla. Por ejemplo, los anuncios del ministerio de Economía, conocidos ayer, tendrán una directa incidencia en el aumento de la pobreza infantil.

 

Los recortes dispuestos en materia educativa por el ministro Sergio Massa, afectarán a miles de adolescentes, ya que el programa Conectar Igualdad, que otorgaba netbooks gratis a estudiantes del ciclo secundario sufrirá un ajuste de 50.000 millones de pesos.

 

Niñez indígena.

 

En las comunidades originarias, la situación de la infancia es mucho más grave.

 

En su carta de renuncia, la ex titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) Magdalena Odarda, le pidió al ministro de Justicia que se dé trámite al proyecto de Reparación Histórica para la Niñez Indígena, presentado por el diputado Daniel Arroyo, para afrontar el flagelo de las muertes de niñas, niños y adolescentes a causa de las condiciones de extrema pobreza en el Chaco salteño y que se vienen arrastrando desde hace siglos.

 

En Salta, donde antes de la pandemia, en los primeros meses de 2020, se conocieron varias muertes de niños wichís por desnutrición, hay una medida ordenada por la Corte Suprema de esa provincia, para mejorar el acceso a la salud para niños y niñas indígenas. Esa cautelar fue solicitada por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) en enero, pero hasta ahora ha sido desoída por el gobernador Gustavo Sáenz. Es que en los primeros tres meses del año fallecieron 44 bebés, niños y niñas de comunidades originarias, a los que se sumaron cinco más en el segundo trimestre y otros cuatro en julio.

 

En CABA también.

 

Recientemente, una niña de 11 años que concurría a la Escuela Nº 11 de Barracas, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el distrito más rico del país, murió por causas derivadas de la desnutrición.

 

No se trata ya de un problema lejano, de regiones muy pobres o comunidades altamente vulnerables. El hambre está afectando a la mitad de nuestra niñez, y es obligación del Estado atender con urgencia esa situación.

 

No será con recortes a los presupuestos de Educación y Salud, ni con salarios mínimos insuficientes, ni con auditorías a quienes perciben planes sociales con montos paupérrimos, como se solucionará un problema que debería avergorzarnos como país.

 

El hambre de nuestra infancia no espera, es ahora. Es un crimen.

 

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