Lunes 22 de abril 2024

El juicio que revivió el horror

Redaccion Avances 08/01/2023 - 16.00.hs

La sentencia sobre la autoría y responsabilidad penal del crimen de Lucio Dupuy se conocerá el 2 de febrero del año próximo al mediodía, según había informado el STJ.

 

Un total de 18 audiencias se realizaron en el juicio oral por el homicidio de Lucio Abel Dupuy, el niño de cinco años que murió el 26 de noviembre del año pasado en Santa Rosa. Durante los alegatos finales, realizados el 21 de diciembre yque se extendieron durante casi seis horas, el Ministerio Público Fiscal acusó a Magdalena Espósito Valenti, la madre del pequeño, y su pareja Abigail Páez, por homicidio calificado y abuso sexual gravemente ultrajante.

 

Sin embargo, no pidió penas porque previamente habrá un juicio de cesura. En su alegato de cierre, la fiscala Verónica Ferrero -que estuvo acompañada por el fiscal general Máximo Paulucci y por su par Mónica Rivero- dio por probado que aquel día las acusadas “agredieron físicamente, en forma conjunta”, a Lucio entre las 17.30 y las 19.40 ocasionándole múltiples lesiones; y agregó que esas lesiones le provocaron la muerte luego de un período de agonía.

 

Ferrero, basándose en la autopsia, habló de un maltrato físico continuo -aludió a lesiones de vieja data- y consideró que también quedaron acreditados los abusos sexuales en reiteradas ocasiones.

 

Por ello, acusó a Espósito Valenti de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización con acceso carnal vía anal con un objeto (constitutivo de un acto análogo al acceso carnal); agravado por haber sido cometido por la ascendiente (progenitora), con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía.

 

A Páez le imputó abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización y con acceso carnal vía anal con un objeto (constitutivo de un acto análogo al acceso carnal); agravado por haber sido cometido por la guardadora, con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía.

 

 

Perpetua.

 

Teniendo en cuenta esas calificaciones legales, si el Tribunal de Audiencia diera por cierta la versión de los hechos del M.P.F., a las acusadas les correspondería una pena de prisión perpetua. Por esa razón, Ferrero solicitó que se deje sin efecto la audiencia de imposición de pena (juicio de cesura) y directamente se dicte la sentencia.

 

El apoderado de la querella particular, José Mario Aguerrido -que representa al padre de Lucio, Christian Dupuy-, adhirió a esas calificaciones legales y agregó la agravante de odio de género para el homicidio. Sostuvo que esa fue la motivación para matar a Lucio y que ello quedó probado a partir del nivel de “violencia continua” que existió hacia el niño.

 

 

“Me perdonó”.

 

Al concedérseles la palabras final, Páez dijo que “No vine acá a mentir, sino a dar mi versión y a decir la verdad de los hechos; y aunque no juré, lo juro ahora por todas mis creencias que lo que dije es la verdad”.

 

“Todo lo que puedan decir de mi es horrible, por eso le pido perdón a las personas se hayan sentido tocadas por el tema y por toda esta situación, y que lo lloran y lo extrañan como me pasa a mí y a su mamá -acotó-. Y también quiero pedirles disculpas a mi familia y a mi mamá porque le fallé, porque ella no me enseñó estas cosas. No sé realmente lo que pasó, tengo muchas lagunas en la cabeza, y si no conté detalles es porque estoy muy traumada. Sé que él (por Lucio) me perdonó. Ojalá yo me pueda perdonar”.

 

Espósito Valenti asumió sus culpas por los incumplimientos como madre, aunque subrayó que “se me critica a mí, pero no al progenitor -porque padre le queda grande-. A él se lo justifica cuando la responsabilidad era de los dos. Sin embargo, en todo momento se desentendió de la criatura. Y tampoco es verdad que Lucio no tenía contactos familiares. Tenía contactos con el progenitor, sus abuelos, mi familia y la de Abigail. Si ellos no quedaron conformes con esos contactos será porque no se esmeraron en tenerlos más”.

 

 

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