El último duelo

Ridley Scott trae una producción ambientada en la Francia medieval del siglo XIV. Una violación y tres miradas sobre el hecho: la de la mujer, la de su pareja y la del presunto violador. En el medio, un duelo a muerte. 

Tomás Villarreal D’Atri *

La nota del día de hoy es un análisis y recomendación de El último duelo (The Last Duel, 2021), película dirigida por Ridley Scott y escrita por Ben Affleck, Matt Damon y Nicole Holofcener. Fue la segunda producción de Scott, junto a La Casa Gucci, en estrenarse el año pasado, con la diferencia que The Last Duel pasó desapercibida en nuestro país, quizá por problemas de distribución a causa de la pandemia. Recién en este último tiempo está siendo más comentada por críticos y creadores de contenido, además que fue subida hace poco a la plataforma Star+.
El último duelo es un drama histórico ambientado en la Francia medieval del siglo XIV, basado en el libro The Last Duel: A True Story of Trial by Combat in Medieval France del escritor Eric Jager. El reparto principal está compuesto por Matt Damon, Adam Driver, Jodie Comer y Ben Affleck. La historia gira en torno a un juicio por combate entre el caballero Jean de Carrouges y su ex amigo, el escudero Jacques Le Gris. El juicio se sanciona a causa de que Marguerite de Carrouges le confiesa a su marido, Jean, que fue agredida y violada en su propia casa mientras él no estaba por Jacques Le Gris. Para defender su honor, Jean de Carrouges hace lo posible por denunciar este episodio. Como el conde de su distrito Pierre d’Alençon lo ignora, porque Le Gris era su más cercano escudero y amigo, Jean decide exponer el caso directamente al rey de Francia, Carlos VI. El rey decide autorizar un duelo a muerte entre los dos hombres y quien triunfe será el portador de la verdad, en el caso de que pierda Jean, significaría que Marguerite mentía y sería quemada viva. La película está narrada en tres episodios, cada episodio es la perspectiva de cada uno de los protagonistas –Jean, Jacques y Marguerite–, quienes contarán su versión de los sucesos ocurridos hasta el día del juicio.

Tres visiones.   
El guión de este film está basado, como mencionamos anteriormente, en un libro de Eric Jager, crítico literario y especialista en literatura medieval. Los sucesos que narran son hechos verídicos que el escritor investigó en distintos registros y documentos históricos. Concretamente, se trata del último juicio por duelo registrado legalmente en Francia, esto era una práctica habitual en el período medieval, se suponía que el duelo definiría la voluntad de Dios, por lo tanto el ganador sería el justo portador de la verdad. Los duelos a muerte siguieron existiendo en los años y siglos posteriores, pero ya no serían regulados por la autoridad gubernamental, sino que se harían por vías informales. 
Más allá de estos datos históricos particulares, lo que me pareció realmente interesante e innovador en la película fue la vuelta que le encontraron los guionistas para contarnos este relato. Me refiero al hecho de narrar el mismo episodio desde tres puntos de vista totalmente diferentes, creo que refleja muy bien lo que buscan las corrientes de la nueva historia cultural y la historia de las mentalidades, donde, entre otras cosas, se hace énfasis en la subjetividad de los individuos y en los imaginarios que rondaban en la sociedad en un período determinado. Hubiera sido el camino más fácil el de contar el episodio de forma literal según las fuentes, donde sacaríamos la conclusión de que el escudero Le Gris violó a la esposa de Jean simplemente porque era algo común en esa época, y por lo tanto empatizaríamos directamente con ella y su marido. Pero al ver la perspectiva de Le Gris, entendemos que el escudero vive en una sociedad totalmente patriarcal y machista, en donde él y su entorno consumían libros que trataban sobre el amor cortés y cómo debía comportarse un caballero. Entre estas prácticas caballerescas, la película muestra que en las fiestas privadas era común un ritual en donde el hombre debía perseguir a alguna dama, agarrarla, tirarla a la cama y abusarla sexualmente, aunque se resistiera. Esta práctica es un ejemplo de la naturalidad con que los hombres podían cometer violaciones en aquella época. Por lo tanto, entendemos que, en el juicio, Le Gris defendió hasta el final su postura de inocencia, expresando que Marguerite lo había provocado y le había dado su consentimiento. Por otro lado, tenemos la perspectiva de Jean de Carrouges, quien más que apoyar a su esposa termina dudando de ella, y su denuncia responde a una cuestión de honor y de ataque a su propiedad. 
Por último, la más rica e interesante es la visión de la propia Marguerite, que a través de su relato nos pone en la piel de los horrores que significaba ser mujer en esos tiempos, dándole al film una perspectiva de género que nos sirve para entender por qué la sociedad es como es hoy en día, y que si bien cambió mucho desde entonces, sigue siendo sumamente patriarcal. Marguerite, pese a que lo más lógico y conveniente para ella y su entorno hubiese sido ocultar lo sucedido, decide romper con la norma social y exponer la verdad.  
El último duelo, en mi opinión, es una de las mejores y más interesantes producciones de Ridley Scott, un director legendario que con sus 84 años no para de sorprendernos con su enorme lista de extraordinarias películas que componen su filmografía, sin quitar crédito a los guionistas que llevaron a cabo una innovadora adaptación del libro en cuestión, y las destacadas actuaciones del elenco que compone el film.

* Colaborador. Profesor de Historia - UNLPam