Viernes 27 de junio 2025

Protestas por el casamiento de Jeff Bezos en Venecia

Redaccion Avances 26/06/2025 - 21.37.hs

El empresario estadounidense Jeff Bezos y su pareja, la presentadora de noticias Lauren Sánchez, comenzaron este jueves su festejo de casamiento, de tres días, en Venecia. Universitarios, ambientalistas y defensores de la vivienda protestan contra una boda ostentosa que muestra crudamente la desigualdad global.

 

Decenas de manifestantes reclamaron este jueves por la mañana en la plaza San Marcos contra el lujoso casamiento de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Venecia. A modo de protesta ficcionalizaron un casamiento de dos personas enmascaradas que tenían encadenadas a cuatro personas tiradas en el suelo con los carteles "gobierno", "los medios de comunicación", "la economía" y "Justicia".

 

Además, como es típico de estas protestas, hubo carteles de todo tipo que denunciaban la situación. Mientras que uno criticaba que hay "guerra en la Tierra y negocios en el espacio", otro señalaba que "el 2% posee el 45% de la riqueza mundial" y un tercero lamentaba la "sequía para todos".

 

Además se destacó una ingeniosa pancarta de carácter ambientalista que rezaba "el planeta arde, pero no se preocupen, acá tienen la lista de los 27 vestidos de Lauren Sánchez". En otra, reaccionando contra el creciente belicismo global y a las masacres de Israel contra Palestina, se leía que "con el dinero de esta boda podríamos reconstruir Gaza".

 

Sin embargo, el más potente y explícito de los carteles en contra del empresario estadounidense fundador de Amazon fue uno colocado este miércoles por los mismos manifestantes venecianos, por Greenpeace y por el grupo británico "We Hate Elon"(Musk) que reflexionaba "si pueden alquilar Venecia para su boda pueden pagar más impuestos".

 

Los manifestantes del colectivo "No hay espacio para Bezos" ("No space for Bezos" en inglés) son ambientalistas, estudiantes universitarios y defensores de la vivienda que solo pudieron ser desconcentrados una vez que algunos soldados del ejército italiano se aproximaron al lugar de la protesta para unirse a los policías que intentaban finalizar con las críticas.

 

 

La boda de la ostentación

 

Jeff Bezos y la presentadora de noticias Lauren Sánchez llegaron este miércoles a Venecia, donde planifican casarse. La boda, según trascendió, durar 3 días y cuesta 55,6 millones de dólares (apróximadamente 48 millones de euros), lo que motivó la protesta de los venecianos por entenderla como una fiesta ostentosa y ofensiva al dejar en evidencia crudamente la desigualdad global.

 

La celebración comenzó este jueves, cuando Bezos y Sánchez serán agasajados por una serenata de Matteo Bocelli, el hijo de Andrea Bocelli. Mañana será el día del intercambio de alianzas y votos en la isla de San Giorgio Maggiore y el sábado se espera el festejo con un baile para sus invitados.

 

El mismo miércoles de su llegada comenzaron las fuertes protestas contra la fiesta que está modificando la vida en la ciudad, cuando algunos activistas tiraron al Gran Canal una carroza que transportaba un maniquí del empresario y que tenía dólares falsos en sus manos.

 

En diálogo con la prensa local algunos de los manifestantes dijeron que la protesta no es contra el casamiento "sino contra la riqueza descontrolada, el control de los medios y la creciente privatización de los espacios públicos".

 

De todas formas, en estos días los activistas italianos demostraron que están en contra de que su ciudad se vuelva un "parque temático para millonarios" y afirmaron que no son suficientes los gestos empresariales de filantropía para con espacios ambientales, sobre todo por la huella de carbono de Bezos por los diversos viajes, tanto propios como los de quienes asistirán a su casamiento. Y recordaron especialmente lo que llamaron "la payasada de Kate Perry en el espacio", un vuelo espacial de diez minutos que pretendió ser entendido como un homenaje a las mujeres y terminó haciendo que llovieran las críticas sobre Bezos, su novia y la cantante, en particular. Los reproches se centraron en el costo económico y ambiental de un "acto superfluo", que solo sirvió para la sobreactuación y las manifestaciones de estupidez.

 

Para el sábado, cuando finalizará la boda, se esperaban más actividades en clave de reclamo, como una posible obstrucción de los canales con diferentes barcos para imposibilitar que lleguen los invitados a la fiesta, entre los que se encuentran personalidades como Leonardo Di Caprio, Elton John, Mick Jagger, la familia Kardashian y otros más de 200 invitados entre los que se encuentran más figuras de Hollywood. Para recibir a los invitados fueron reservados dinco de los hoteles más lujosos de Venecia.

 

Sin embargo, no se realizará esa acción de bloqueo de canales gracias al mismo triunfo de las manifestaciones. Es que, debido a los reclamos que se vienen sosteniendo, Bezos y Sánchez se vieron obligados a modificar el lugar de su casamiento, que ahora tendrá lugar el sábado cerca del Arsenale, una base naval fortificada, lejos del centro de Venecia pero sin una dirección conocida por motivos de seguridad.

 

La idea de victoria alrededor de esta decisión también toma en cuenta que las protestas sirvieron para reclamar contra las autoridades de la ciudad italiana por la priorización de un turismo de lujo y depredatorio por sobre las necesidades de los habitantes.

 

 

¿Venecia o Narnia?

 

A contramano de sus propios ciudadanos, el alcalde de Venecia, Luigi Brunaro, aseguró que la fiesta de Jeff Bezos y de su pareja era un "honor" para la ciudad que gobierna y negó que causara algún problema, ya fuera en el ámbito habitacional o en el ambiental.

 

En el mismo sentido se pronunció Corila, una asociación de investigación ambiental de Venecia, que señaló que el dueño de Amazon sostiene su trabajo gracias a una "donación importante" mediante su Fondo para la Tierra. De todas formas, se negaron a comunicar cuál es la cifra que dona el empresario estadounidense pero argumentaron que la donación se inició en abril, antes de que comenzaran las protestas.

 

La gran mayoría de las asociaciones y activistas ambientales y sociales reaccionaron a ese intento de descargo desechándolo como un mero lavado de cara y un descargo de conciencia que no modificaba el fondo de la cuestión: lo gravoso de este orden de cosas para Venecia y el resto del mundo. Y la impunidad y la desvergüenza con que los súper ricos ostentan su estilo de vida. (Página/12)

 

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