Pioneros en calidad

"Médano Azul" se dedica a la extracción y distribución de agua natural y a la elaboración de sodas. Desde hace 30 años llegan a distintos lugares tanto de la provincia como en localidades bonaerenses.

 

La embarcación recorría la zona del lago Maracaibo, en Venezuela, y Carlos observó que entre el cargamento había unos bidones de vidrio de gran tamaño repletos con agua apta para consumo humano. Pensó que era algo totalmente novedoso aunque seguramente en ese momento no imaginó que esa idea podía transformarse en un emprendimiento líder en el rubro en Santa Rosa y alrededores. Porque Médano Azul lleva diariamente agua a la mesa familiar pero también a oficinas, colegios, comercios y otros lugares en donde eligen calidad y responsabilidad a la hora de consumir ese recurso básico.

 

"En Venezuela yo trabaja en el área del petróleo y vi esos bidones de vidrio que eran pesadísimos. Con Eduardo nos conocíamos de la facultad, trabajábamos juntos y de ahí surgió la idea de armar una planta de agua, por eso fuimos los primeros en poner en marcha el negocio de agua en bidones", resume Carlos Martínez (62), que junto a su socio Eduardo Matta (60) cumplirán en este 2023 tres décadas al frente de la firma de la calle Guatraché 2955, en el barrio Inti Hué de Santa Rosa (los teléfonos de contacto son el 2954-435750 y el WhatsApp es 2954-536820).

 

Martínez es oriundo de Eduardo Castex y Matta de la ciudad bonaerense de Pellegrini. Se conocieron en la Universidad Nacional de La Pampa, donde ambos se recibieron como licenciados en Geología, y esa profesión los llevó a trabajar en el área petrolera. Hasta que cambiaron el rumbo y pasaron del "oro negro" al agua más pura que surge de una zona de médanos que, cuando ellos se instalaron, estaba completamente desierta de construcciones.

 

"Hablamos con profesionales de toda la provincia, nos asesoramos y nos dijeron que acá era el mejor lugar, así que buscamos un terreno, lo compramos e hicimos la perforación. Pero no sabíamos la profundidad y esta zona era desierto total, el 'Far West', no había nada. Pero un dato fundamental es que la arena de médano es el mejor filtrador para el agua. Y fuimos pioneros porque compramos los primeros envases y comenzamos a comercializar el agua en bidones cuando eso acá no se hacía bajo dicha modalidad", resaltó Carlos.

 

"Arrancamos y la verdad que todo lo relacionado a lo comercial nos costó muchísimo, somos dos geólogos, una profesión completamente alejada a lo que es venta y comercialización, pero de a poco fuimos aprendiendo, aunque aún hoy todavía nos cuesta", sonríe Eduardo y da muestras claras de lo que significa un espíritu emprendedor.

 

Elaboración propia.

 

"Médano Azul" se dedica a la extracción, fraccionamiento y distribución de agua natural. A través de sus distintos camiones distribuyen bidones de 20 litros (los más demandados) y de 12 litros además de los dispensers con frío/calor y sifones con soda de 1.250 cm³. Más allá de Santa Rosa y Toay llegan a Uriburu, General Pico, Winifreda, Eduardo Castex, Trenel y a las bonaerenses Salliqueló, Tres Lomas, Quenumá, Villa Maza.

 

"Cuando nosotros arrancamos, en el '93, se consumía agua envasada pero traída de otras provincias. Comenzamos con la extracción de agua del subsuelo, la filtramos y es tratada mediante ósmosis inversa y ozonización, eso nos dio un plus y hoy tenemos un reparto con vehículos y empleados propios y así evitamos hacerlo de manera tercerizada", detalló Eduardo.

 

La minipyme reparte entre 600 y 700 bidones diarios en sus recorridos totales. Son decenas de casas de familia por cada día aunque depende la época se suman escuelas, colegios, oficinas públicas y privadas, empresas y comercios.

 

"La soda es más un servicio que le brindamos al cliente, a los que la demandan, porque en realidad es muy costoso, pero seguimos con esa modalidad. A lo largo de estos años hemos pasado por distintas situaciones pero siempre pudimos pelearla, con el Banco Pampa por ejemplo siempre tenemos línea abierta porque nos han dado diferentes créditos, sobre todo en lo que es mantenimiento y compra de vehículos que es lo que más gastos genera", destacaron los socios.

 

Demanda.

 

El crecimiento de la ciudad y las nuevas tendencias respecto a una vida saludable generan que el agua que producen en Médano Azul mantenga una gran demanda. "Hoy ya es algo muy común, muy extendido esto de que la gente tenga los bidones en sus casas, y ni hablar de las oficinas o lugares de trabajo. Hubo una época que Santa Rosa tenía muchos problemas con el agua potable, con el arsénico, y la tendencia de los bidones se fue expandiendo, lo mismo que ahora en lo que respecta al cuidado de la salud, por eso la demanda siempre está y es algo que ya está establecido socialmente", apuntó Eduardo.

 

"En 30 años pasamos de todo, lo más difícil fue la etapa del 2001, incluso llegamos a participar del trueque, que fue algo de esa época que se instaló porque la situación estaba imposible. Con la pandemia no nos fue tan mal porque éramos esenciales y el reparto se hacía igual, aunque fue raro porque no andaba nadie en la calle y había gente que no quería recibir el pedido o cosas así", añade Carlos.

 

-¿Y cómo ven el futuro de Médano Azul?

 

-La verdad es que estamos con muchas ganas de seguir, yo no me veo jubilado o estando afuera. Esto es una pyme con todas sus instalaciones, con su funcionamiento y está con todas las condiciones para hacer un trabajo hacia adelante.

 

La respuesta casi al unísono de los socios no deja dudas de sus intenciones. El teléfono suena con los pedidos y ellos atienden cada llamado para que nadie se quede sin su bidón. O sin su sifón.

 

"No somos detractores del agua potable, para nada, pero hubo un cambio en las costumbres y tener el agua en envase se ha instalado definitivamente. Nosotros lo que hacemos es garantizar la calidad y la mejor atención y la demanda de la gente hace que te mantengas bien atento siempre, por lo tanto es positivo también porque nos obliga a no relajarnos".

 

Tres décadas de especialización y trabajo. De dedicación. De extraer lo mejor para llevarlo a la mesa diaria. De eso se trata Médano Azul, una idea que surgió en la lejana Maracaibo y que del negro del petróleo se transformó en el líquido más cristalino gracias al esfuerzo de dos geólogos que se transformaron en emprendedores. Pioneros y con identidad bien pampeana.