PRODUCCIÓN: La avena, segunda en el país
Juan José Reyes *
Si bien se perdieron 237.340 hectáreas sembradas, La Pampa con su producción de avena pasó por encima a la mayor productora -Buenos Aires-, con rendimientos de 2.137 kilos por hectárea.
La producción provincial alcanzó una participación del 31,75% en el total de la avena producida en el país, que trepó este año a casi medio millón de toneladas. Las zonas de mayor producción y rendimiento se ubicaron en los ejidos de Colonia Barón, San Martín, Guatraché, Miguel Riglos, Trenel, Ataliva Roca, Quehué, Colonia Santa María y Anguil.
En la presente campaña (2007/08), finalizada entre febrero y marzo, las provincias que mayor producción alcanzaron fueron Buenos Aires con 283.990 toneladas, La Pampa con 155.350, Córdoba con 32.130 y Entre Ríos con 8.010 toneladas. El total del país alcanzó 489.190 toneladas, para una superficie sembrada de 230.950 hectáreas y un rinde promedio de 2.118 kg. por hectárea.
Cultivo de excelencia.
Entre los cultivos forrajeros con mejores posibilidades para adecuarse a los cambios climáticos se encuentran los cereales de invierno, siendo la avena y el centeno (La Pampa es la mayor productora del país) las especies de mayor importancia, teniendo en cuenta las variedades y la difusión que éstas presentan.
Según el INTA, el cultivo de avena ha experimentado una continua declinación, pero la producción si bien manifestó una tendencia similar, resultó de menor magnitud dado que aumentó el consumo humano producto de un cambio en los hábitos de alimentación, relacionado con la incorporación a las dietas de más fibras y menos calorías.
En La Pampa, en la década de los ‘ 80, se alcanzaron valores de áreas sembradas y cosechadas muy importantes, comportamiento que obedeció a que la avena es un cultivo fácil de producir y de almacenar, pero sobre todo por el hecho de que los productores la consideran una excelente alternativa con múltiples usos.
Para los productores ganaderos el principal destino es la utilización como verdeo invernal. La gente de campo prefiere las avenas sobre el resto de los verdeos invernales ya que cuentan con cultivares más tolerantes a heladas y enfermedades, además de poder sembrarlas más anticipadamente a fines de verano, y más tardíamente a fines de invierno. En este último caso, con posibilidades de cosecha granífera para consumo animal, o destinándose a la elaboración de heno en rollos y fardos.
Según la fecha en que se efectúe la siembra se puede catalogar como siembras tempranas, siembras intermedias y siembras tardías. Cada productor lo hará de acuerdo a la necesidad de forraje que le fija el sistema productivo adoptado. Aquí la avena se siembra desde principios de febrero hasta fines de marzo.
En la presente campaña en La Pampa se sembraron 310.040 hectáreas y por efectos de la sequía sólo alcanzaron a cosecharse 72.700 hectáreas, pero igualmente se obtuvo el rinde más alto del país (el promedio fue de 2.118 kilogramos por hectárea).
En granos también.
El segundo destino de la avena es la producción de granos. Parte de los mismos son conservados en los establecimientos agropecuarios para su posterior uso como simiente. Para el INTA, “si se considera una densidad de siembra de 100 kg/ha, y se parte del supuesto de que toda la semilla fiscalizada por el INASE se comercializa en la campaña, se llega al siguiente resultado: como promedio para el período comprendido entre las campañas agrícolas 1995/96-2007/08, sólo el 3,8% de la superficie implantada con avena habría sido sembrada con semilla fiscalizada”. Naturalmente, un dato muy preocupante, porque el valor tecnológico de una semilla está en la información genética que porta, la cual permite obtener un cultivo con mayores posibilidades de conseguir rendimientos crecientes y diversas resistencias.
El resto de la semilla recolectada es utilizada como forraje para consumo animal. Se estima que el volumen de granos destinados a tal fin supera holgadamente los tonelajes reservados por el productor para ser utilizados como simiente.
Otra práctica muy común en La Pampa es la compra o canje de semilla y/o grano entre los propios productores. También se la utiliza con destino a la industrialización para consumo humano. De su molienda se obtiene avena arrollada, harina y salvado de avena.
La Ex Unión Soviética encabeza el ranking de producción de avena a nivel mundial, aportando el 40% de las coberturas y el 28% de la producción. Le siguen en orden de importancia Canadá, Estados Unidos, Australia y China. Argentina continua manteniendo un lugar de privilegio en la producción. El mercado mundial de exportación está en manos de Canadá, país que concentra casi el 50% de los volúmenes exportados.
* Economista.
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