Lunes 07 de julio 2025

En la provincia aún hay 14 cabarets en diez localidades

Redacción 12/07/2010 - 03.03.hs

La mayoría están ubicados en el sur de la provincia y en General Pico hay tres. Desde 2009, cuando se comenzó a prohibir su funcionamiento en varias localidades, las wiskherías eran más del doble de las actuales, según indicó la policía.
En la provincia de La Pampa quedan todavía 14 cabarets o wiskherías, según informaron fuentes de la Policía provincial, que todavía funcionan con esa denominación. Las localidades donde aún persisten estos locales son General Pico, allí hay tres; Macachín, hay dos; General Acha, 25 de Mayo, Ingeniero Luiggi, Toay, Telén, Bernasconi, General San Martín y Guatraché.
Con la avanzada política en el último año para prohibir el funcionamiento de cabarets o cualquier otro tipo de local similar en donde se ejerza la prostitución, estos locales están en retroceso, aunque todavía persisten sobre todo en el sur de la provincia. Así lo indicaron las autoridades policiales consultadas que explicaron que "hace un año estos locales eran casi el doble de los que son hoy". La mayoría de los locales que se cerraron en los últimos tiempos fueron producto de las ordenanzas contra este tipo de locales; la condena social luego de denuncias de facilitamiento de la prostitución, como ocurrió en Lonquimay; o por la detención de sus propietarios por trata de personas, como sucedió en 25 de Mayo o Telén.

 

Avanzada.
Las ordenanzas para prohibir cabarets o wisquerías, o cualquier otra denominación en donde trabajen alternadoras, bailarinas o coperas que facilitan y lucran con la prostitución o la trata con fines de explotación sexual son nuevas en la provincia. En 2009, una avanzada contra las whiskerías y las denuncias de trata de personas en varios lugares de la provincia desenmascararon una situación conocida socialmente, pero tomada como un hecho natural.
En la madrugada del 7 de febrero de ese año ocurrió el hecho en Santa Rosa que fue el puntapié para que se comenzara a dar en la provincia una discusión profunda sobre la actividad de los cabarets, que reveló una trama de falta de controles y complicidades que hasta ese momento era tangible pero no de manera tan pública, por intención o por omisión. En ese operativo, una orden surgida de un juzgado federal de la provincia de Formosa permitió allanar el local Privado Vip, una whiskería ubicada sobre la avenida Circunvalación, por una denuncia de supuesta trata de personas.
La presentación judicial la había hecho una joven de esa provincia que dijo había escapado del lugar. Fueron detenidos la propietaria del local nocturno y tres personas más. Aunque semanas después todos fueron liberados, luego de que la denunciante se desdijera, una situación que nunca quedó demasiado clara. Entonces, las autoridades de la municipalidad de Santa Rosa, y principalmente desde la Subdirección de Políticas de Género, promovieron un debate que culminó con una decisión histórica: a fines de mayo, el Concejo Deliberante local aprobó una ordenanza que prohibía la actividad de whiskerías y cabarets, como una manera de ponerle freno al funcionamiento de prostíbulos encubiertos en el ejido municipal santarroseño.
La medida fue imitada por los concejales de General San Martín, y luego le siguieron las localidades de Quehué, Jacinto Arauz, Winifreda, Eduardo Castex y Lonquimay, entre otras. Ahora se presentó una iniciativa similar en la localidad de 25 de Mayo. La secretaría de Derechos Humanos de La Pampa además envió una recomendación a todos los concejos deliberantes de la provincia para prevenir y erradicar la trata de personas pidiendo que, como ocurrió en Santa Rosa, se cierren las whiskerías y cabarets.

 

Casos cercanos.
Estos locales habilitados como cabarets y whiskerías suelen ser utilizados como "pantallas", aunque en realidad son prostíbulos donde se explota e, incluso, se esclaviza en algunos casos a mujeres, según destacaron las autoridades provinciales. En las últimas semanas hubo varios casos donde se demostró las ramificaciones de la trata de personas en La Pampa. Uno fueron las dos condenas dispuestas por el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa, el más emblemático el de Javier Ulrich, que regenteaba un cabaret en 25 de Mayo, condenado a cuatro años por facilitamiento de la prostitución y de retener a varias mujeres para el comercio sexual. Lo mismo ocurrió con otro caso de Telén. Otro de los vínculos conocidos en los últimos días, fue el de un hombre que habita en Macachín que sería socio de dos locales nocturnos donde se ejercía la prostitución en General Roca y Choele Choel, en Río Negro. Allí se investiga una red de trata y hay dos personas procesadas.

 


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