Sabado 12 de julio 2025

Historia de una mujer con guitarra

Redacción 02/01/2017 - 00.15.hs

La colecta para que una artista santarroseña pueda comprarse el instrumento que le robaron dio sus frutos: en menos de dos semanas se juntaron más de 5.000 pesos. La guitarra que su padre le regaló hace 22 años, sigue sin aparecer.
La guitarra de Laura Quintero no era solo una guitarra. Era el regalo de su padre fallecido, era su herramienta de trabajo, era el instrumento con el que cada tanto componía alguna canción. Era su compañera de viaje y un puente a la hora de relacionarse. Por todo lo anterior es que desde el día en que se la robaron, Laura ha intentado recuperarla por todos los medios. Puso un mensaje en su perfil de Facebook, prometió recompensas, rogó por algún dato útil que permita ubicarla. En pocas horas el primer mensaje en la red social se compartió cientos de veces y al día siguiente, alguien, no importa quién, decidió poner una alcancía en una librería céntrica para juntar dinero y ayudarla a comprar una guitarra nueva.
Ayer al mediodía, la alcancía (un pote de cartón que alguna vez tuvo dulce de leche o algo parecido) fue entregada a Laura. Gabriel, el dueño de la librería, dijo que no fueron pocos los que se acercaron para dejar su aporte en la urna que a simple vista se percibía pesada.

 

Sobre Laura.
Laura Quintero es música y se gana la vida dando talleres para adolescentes y niños en distintos barrios de la ciudad. Además de trabajar en el Centro Municipal de Cultura, da clases en el Barrio Escondido y en el Obreros de la Construcción. Tiene 35 años y vive junto a su madre y su hermana en el barrio 9 de Junio. Su papá Alberto, el que le regaló la guitarra allá por el año 94, falleció en 1997 en un accidente automovilístico cuando regresaba de San Luis transportando combustible. El instrumento, le sirvió a Laura para estudiar en la Escuela de Bellas Artes y. años más tarde, en su breve paso por el CREAr. La acompañó en un viaje por España y en innumerables guitarreadas y asados.
La guitarra: marca Gracia, de concierto, edición 1994, tiene un ecualizador Fishmann. Está guardada en un estuche gris marca Ritter en donde hay, además, una correa, un afinador y varias letras de sus canciones. EL dato importante es que también está en el estuche un diploma con su nombre.
"La guitarra tiene un valor afectivo. En todos estos días se me abrió un universo de sensaciones. Por un lado la angustia de saber que alguien la tiene y que desconoce lo importante que es para mí. Y por otra parte, la alegría que vino de la mano de la solidaridad. Mucha gente compartió el mensaje y otros tantos me colaboraron para que pueda comprarme una nueva", dijo Laura a LA ARENA, tras recibir la alcancía en la que había más de 5.000 pesos.
"Ahora estoy pensando en organizar una tocada para agradecerle a toda la gente que colaboró. Esto fue una inyección de energía y apenas tenga la nueva guitarra voy a intentar retribuirle con canciones a todos los que se preocuparon por mí, y por mi guitarra desaparecida", concluyó.

 

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