Empresas desmintieron a Milei
En medio del malestar de los productores agropecuarios por el anuncio engañoso del gobierno nacional sobre las retenciones cero y del creciente malestar en las zonas de 9 de Julio y Carlos Casares por las enorme masa de agua que inunda los campos, tres funcionarios nacionales recibieron a las entidades del campo, nucleadas en la Mesa de Enlace.
Los anfitriones fueron el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, el secretario de Coordinación de Producción de la Nación, Pablo Lavigne, y el titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo. En el encuentro, los representantes del Estado anunciaron el relanzamiento de las obras de ampliación y rectificación del río Salado, justamente la obra que debería impedir que millones de hectáreas bonaerenses queden bajo agua cuando el ciclo de lluvias supera la media histórica, como ocurre actualmente.
Sin embargo, lo que parecía ser un cambio de rumbo en el gobierno del presidente Javier Milei, retomando las obras públicas abandonadas porque “no hay plata”, ha sido tildado como un anuncio vacío, cuya única finalidad es intentar remontar el vínculo con el sector agropecuario a días de las elecciones legislativas del 26 de octubre, justo en la provincia en la que el test electoral del 7 de septiembre le propinó al “mileismo” una dura derrota por 14 puntos de diferencia.
La desmentida al anuncio de las autoridades nacionales no llegó de la oposición sino de parte de las empresas que están encargadas de realizar el dragado en la cuenca del río Salado. “El Gobierno Nacional anunció con fuerza el relanzamiento de las obras de ampliación y rectificación del Río Salado —una de las intervenciones hidráulicas más importantes del país—, pero detrás del discurso oficial se esconde una realidad distinta. Los sectores que cuentan con un grado significativo de ejecución, superiores al 50%, continúan paralizados desde hace más de dos años. En esos tramos, el Estado mantiene deudas millonarias en certificados impagos y redeterminaciones nunca abonadas, que ahogan financieramente a las empresas que se animaron a sostener la actividad en medio de la crisis económica”, expresaron.
¿Qué anunció el gobierno nacional a la Mesa de Enlace? Según las empresas, la puesta en marcha anunciada se concentra en aquellos segmentos que aún no habían comenzado, donde el nivel de deuda es mínimo o inexistente. “Con este criterio, el Gobierno Nacional logra exhibir un supuesto inicio de obras, pero en los hechos solo se reactiva una tercera parte de lo originalmente contratado, dejando en el abandono las zonas más adelantadas y críticas del proyecto. La paradoja es evidente: se castiga a quienes cumplieron y ya habían concretado buena parte de los trabajos, mientras se prioriza empezar de cero en tramos más ‘livianos’ desde lo financiero”, lamentaron.
“En definitiva, lo que se presenta como un gran relanzamiento, no es más que una maniobra política para mostrar algo de movimiento en épocas electorales en una de las más importantes obras públicas que por ahora seguirá injustificadamente paralizada”, concluyeron.
Las firmas que en su momento se adjudicaron la obra hidráulica fueron Benito Roggio e Hijos SA, Dragados y Obras Portuarias SA, Helport SA, José Cartellone Construcciones Civiles SA, Pentamar SA y Sacde SA.
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