Martes 23 de abril 2024

Lucio "murió luego de un período de agonía"

Redacción 11/11/2022 - 00.42.hs

Finalmente, a casi un año del brutal infanticidio de Lucio Abel Dupuy (5 años), ocurrido el 26 de noviembre de 2021, ayer por la mañana comenzó el juicio oral contra su mamá, Magdalena Espósito Valenti (25), y la pareja de esta, Abigail Páez (28). El hecho se produjo en la vivienda de la calle Allan Kardec que las imputadas compartían con el menor. El Ministerio Público Fiscal les imputó no solo el homicidio, sino además refirió que existieron maltrato infantil crónico y agresiones físicas y sexuales. La querella adhirió a estas acusaciones agregó odio de género, entre los agravantes.

 

El Tribunal de Audiencia que está a cargo del caso lo componen la jueza Alejandra Ongaro y los jueces Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora. Por el MPF participaron, en la primera jornada, el fiscal general Máximo Paulucci, el fiscal Walter Martos y las fiscalas Verónica Silvana Ferrero y María Mónica Rivero; y por la defensa pública, Pablo Andrés De Biasi y María Silvina Blanco Gómez (acompañada por Maximiliano Lucero), en representación de Valenti y Páez, respectivamente.

 

También asistieron las asesoras de niñas, niños y adolescentes, Graciela Massara y María Gabriela Manera; y el abogado José Mario Aguerrido y la abogada Carla María Brenda Alonso en nombre de Christian Dupuy, el padre de la víctima, que se presentó como querellante particular en el proceso.

 

En el inicio del debate, el Tribunal rechazó un requerimiento de la defensa para que las imputadas no estuvieran presentes en la sala cuando la prensa ingresó, durante algunos minutos, para tomar imágenes. Durante ese breve lapso en el que los medios de prensa pudieron ingresar a la sala, las dos imputadas permanecieron inmutables, siempre con la cabeza hacia abajo, mirando al piso.

 

Acusación.

 

La madre de Lucio está acusada por la fiscalía de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal y oral; agravado por ser la ascendiente, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia entre ella y la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía.

 

A su vez, la acusación del MPF contra Páez es por abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal y oral; agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia entre ella y la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía.

 

Alegatos de apertura.

 

La teoría del caso de la fiscalía es que las acusadas agredieron ese día a Lucio en forma conjunta, entre las 17.30 y las 19.40, causándole "múltiples lesiones" en el cuerpo y en la cabeza, y que murió luego de un período de agonía.

 

Aguerrido adhirió a la teoría del caso y a la calificación legal del MPF, pero agregó que el homicidio fue además por odio de género y que las imputadas fueron responsables por acción u omisión de las presuntas conductas violentas. "No importa quién fue la autora y quién cooperó porque ambas fueron autoras", subrayó. Y pidió que los hechos se evalúen en el marco de la ley 26061 de Protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes.

 

Massara, a su turno, le pidió al Tribunal que "ponga especial a la temporalidad de las heridas" y que evalué dos circunstancias: la mendacidad de las imputadas cuándo manifestaron cómo se produjo la muerte de Lucio y la edad y el sexo de la víctima.

 

Por su parte, la defensora Blanco Gómez afirmó que "el resultado muerte no fue querido" por Páez y que, por el contrario, ella "procuró evitarlo". Agregó que "existen dudas razonables" sobre la imputación de abuso sexual y que la acusada acompañó a Espósito Valenti (25) cuando le otorgaron el cuidado del niño porque "hay sospechas de que Lucio ya sufría maltratos" cuando convivía con la familia paterna. Además remarcó, para refutar a la querella, que "no es indistinto la autoría que la colaboración" cuando eventualmente se comete un delito.

 

Ramón Dupuy apuntó contra una jueza.

 

Cuando culminó la audiencia, el abuelo de Lucio, Ramón Dupuy, dialogó con LA ARENA. "La verdad es que no puedo decir absolutamente nada porque Cristian salió de la audiencia después de declarar casi dos horas, y no está autorizado a decir absolutamente nada de lo que ha declarado en el juicio. No puede contar nada de lo que declaró en la sala porque hay un menor que ha sido violado", indicó.

 

"Vivimos esta mañana con mucho nerviosismo y con mucho dolor por qué te llevo a renovar todo lo vivido, y el caso. Para nosotros como familia es muy doloroso", dijo, y en esa línea, anticipó que "Christian no va a venir más, porque está muy quebrado, y le duele mucho estar presente en la audiencia".

 

Dupuy destacó la media sanción de la ley Lucio en la cámara de diputados, y en ese sentido dijo que "todo aquello que tenga que ver con la niñez tienen que cambiar un poco la forma de pensar y usar el sentido común la empatía. hay muchos casos en la República Argentina que no se tratan con la debida atención, y yo pienso que la ley Lucio va ayudar mucho en ese sentido".

 

Señaló además que está previsto que Él declare como testigo el 8 de diciembre, "yo cierro el juicio por la parte de la querella", dijo, y anticipó que hasta ese momento "acompañaré, pero sin poder ingresar a las audiencias".

 

Finalmente dijo que "el desenlace de lo que ocurrió con Lucio era totalmente evitable, siempre dije lo mismo, si la jueza Ana Clara Pérez Ballester, no hubiera firmado el expediente qué sentenció a Lucio a muerte. Esa fue la culpable de firmar, sabiendo que la tenencia la tenía mi hijo mayor y se la revoco sabiendo cómo estaba Lucio. No pregunto dónde iba a vivir, con quién iba vivir, ni con qué lo iban a mantener, eso no se hace", cerró.

 

Muchas vallas y poca gente.

 

El inicio del juicio se dio con un Centro judicial de Santa Rosa totalmente vallado desde algunos días anteriores. Una gran cantidad de personal policial custodió las afueras del edificio, el ingreso de la prensa y todas las personas que asistieron a Centro Judicial, y los diferentes pasillos internos. Si bien se preveía que pudiera llegar una gran cantidad de gente a las afueras de la Ciudad Judicial pidiendo justicia, y hasta incluso en algún momento se especuló con una "contramarcha", en defensa de las dos acusadas, solo fue un pequeño puñado de personas, las que acercaron al lugar. Gritaron por justicia, pidieron penas ejemplificadoras para la madre de Lucio y su pareja, y no mucho más.

 

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