Reclamo por medicación
“El sistema funciona para maltratarnos y que nos rindamos ante medidas totalmente arbitrarias”, lamentó Verónica Martínez. La mujer sufre de atrofia muscular espinal y el Sempre debía hacerse cargo de su medicación, pero apeló la medida autosatisfactoria iniciada por la afiliada y la Cámara de Apelaciones falló contra ella. “Es una medicación de alto costo y seguramente habrán apelado por eso”, expresó.
Verónica sufre de atrofia muscular espinal (AME), una enfermedad neurodegenerativa, de carácter genético, que se manifiesta por una pérdida progresiva de la fuerza muscular. Para difundir sobre la importancia de la accesibilidad creó una página web llamada “Sí voy – Turismo accesible”.
Ayer, la mujer utilizó sus redes sociales para comentar la situación por la cual está atravesando. “A veces siento que mi vida es como competir en las olimpiadas permanentemente. ¿Recuerdan que hace tres meses les compartí la alegría por empezar a tomar la medicación que frena el avance de mi enfermedad? Como era lógico, la obra social Sempre apeló la medida del juez. Recién hoy tengo fuerzas para contarles que la Cámara de Apelaciones falló en contra mío”, comenzó el escrito.
“Si les cuento el por qué se van a indignar como yo: las juezas de la Cámara consideraron los posibles efectos adversos, como diarrea, vómitos, erupción en la piel, etcétera, lo mismo que puede causar una aspirina… Sin embargo no tuvieron en cuenta los otros efectos que la droga me dio y que fueron detallados por mi médico en el informe judicial”, lamentó.
Nueva lucha.
Aseguró que “antes la mano derecha apenas la podía mover y me fatigaba. Ahora la muevo de un lado a otro permanentemente. Antes apenas llegaba a tipear la ‘u’ en el teclado. Ahora me balanceo para escribir. Antes con suerte podía conducir media cuadra. Ahora ando 50 sin problemas. Logré levantar levemente y mover mi cabeza a en la cama. Hoy puedo disfrutar de todo lo que hago en el día sin cansarme”.
“Ahora debo emprender una nueva batalla. Tengo que apelar ante el Superior Tribunal de Justicia de La Pampa para que revea la medida. Además del esfuerzo económico, físico y mental que significa dar este paso para no suspender la medicación, debo estar fuerte emocionalmente. Indudablemente, el sistema funciona para maltratarnos y que nos rindamos ante medidas totalmente arbitrarias. En este caso, se encontraron con una mujer fuerte, educada, tenaz, perseverante con una red de apoyo increíble que va a luchar nada más ni nada menos que por vivir”, finalizó en el posteo.
“Arbitraria”.
En diálogo con LA ARENA, Verónica explicó que el año pasado inició “una medida autosatisfactoria para pedir la cobertura de esta medicación que actualmente es lo único que hay en el mundo que frena el avance de la enfermedad”. Se llama Risdiplam y solo ella la toma en La Pampa. Aclaró que “no cura” la enfermedad, pero “sí frena el avance”.
“Tuve que tomar esa medida judicial, en abril se resolvió y empecé con la medicación” hasta que el Sempre apeló. “Es una medicación de alto costo y seguramente habrán apelado por eso”, lamentó y explicó que “en los fundamentos de las juezas no está que se niega por este tema, pero seguramente es. Lo irrisorio y lo arbitrario del caso es que dentro de los fundamentos, para negármelo, es considerar los efectos adversos, desconociendo el criterio médico”.
“Yo confío en el médico porque está aprobada y es buena para mí. Las juezas no tienen en cuenta eso y no tengo ningún efecto adverso. Es más, aumenté la escala motriz; el juez resolvió que cada tres meses debo hacer un informe médico sobre mi evolución y aumenté un punto la escala. Entonces la medida es totalmente arbitraria”, concluyó.
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