Alerta roja por cianobacterias en niveles críticos en el lago

El lago de Villa El Chocón, conocido como embalse Ramos Mexía, un gigantesco lago artificial en la provincia de Neuquén, formado por la represa hidroeléctrica El Chocón sobre el río Limay, presenta alerta roja por alta concentración de cianobacterias, según el monitoreo oficial difundido en las últimas horas. Por lo tanto, se recomienda no meterse al agua en la zona donde se visualizan estas floraciones algales verdosas y espesas.

De acuerdo a la Autoridad Interurisdiccional de Cuencas (AIC), el dato encendió el alerta de quienes planeaban actividades recreativas en el embalse. Con lo cual, insisten en extremar cuidados y no en generar alarma. Las cianobacterias o algas verdeazuladas son microorganismos que se desarrollan de forma natural en ambientes acuáticos, especialmente cuando se combinan altas temperaturas, bajo recambio de agua y nutrientes acumulados.

En La Mañana de Neuquén indicaron que en determinadas condiciones, las cinobacterias pueden proliferar de manera explosiva y liberar toxinas que resultan perjudiciales para la salud humana y animal.

¿Por qué hay alerta roja?

La alerta roja indica una concentración muy elevada de cianobacterias, con riesgo sanitario. En este nivel no se recomienda el contacto directo con el agua, como así tampoco bañarse, nadar, practicar deportes acuáticos o consumir agua del embalse. Asimismo, se aconseja evitar que mascotas ingresen al lago, ya que son especialmente vulnerables a las toxinas.

Prevención, no pánico

Desde el Diario Neuquino, teniendo en cuenta la información oficial, indicaron que el alerta se aplica de manera localizada y no abarca la totalidad del espejo de agua. Los mapas satelitales muestran áreas con diferentes niveles de riesgo, identificadas por colores, lo que permite distinguir sectores con condiciones normales de aquellos donde la presencia de microorganismos representa un posible riesgo para la salud.

Además, los organismos de control remarcaron que este tipo de alertas son dinámicas y pueden modificarse según la evolución de las condiciones climáticas y ambientales. El monitoreo es permanente y la información se actualiza de forma periódica.

Para quienes visiten El Chocón la recomendación es clara: disfrutar del entorno, respetar las indicaciones y priorizar la salud. La prevención es la mejor aliada.

El gráfico satelital de la AIC muestra un lago (Ramos Mejía) dividido en cuatro zonas de riesgo: Rojo (>15.000 cél/mL): floración extrema, posible presencia de cianotoxinas; Amarillo (2.000-15.000 cél/mL) con una masa verde en superficie, olor en el agua; Verde (500-2.000 cél/mL) que es una floración temprana, apariencia de “yerba dispersa” y Azul (500 cél/mL): condiciones normales, sin riesgo.

Los registros más elevados se concentran en sectores del nordeste del embalse con la observación de manchas verdosas más densas en la superficie. No obstante, una amplia porción del lago mantiene niveles considerados normales o de bajo riesgo, según los parámetros técnicos. De hecho, una porción muy grande del espejo de agua se mantiene en azul y verde.

Las algas en Los Gigantes

El fenómeno no es nuevo, pero sí cada vez más frecuente. Y en los últimos años dio lugar a un comportamiento social que los propios técnicos definen como “exagerado”. Las publicaciones de mapas de alerta, aunque necesarias, tienen un efecto curioso: cualquiera que vea una mancha, por mínima que sea, asume que todo el lago está contaminado.

Las floraciones de cianobacterias aumentaron en los últimos años por olas de calor más largas, cambios en los caudales y períodos con poco viento. El fenómeno se repetirá varias veces entre diciembre y enero.